NO ME DIGAS ADIÓS, AUN ESTOY CONTIGO(9)
El tiempo pasa, y aun sigo esperándote
La primavera, por fin empezaba a
asomarse, a enseñar su perfil. El frío residual del invierno, iba de baja.
Aunque la meteorología estaba tan loca, que les terminaría transfiriendo, a los
Madrileños, su locura. Un día té comunican que las temperaturas subirían, y al
siguiente que harían todo lo contrario. Si ya tienes dudas que ropa ponerte a
cada mañana, más con la inestabilidad de la temperatura exterior.
No era nada extraño que el
servicio de Urgencias de Hospital Central continuase colapsado de contingencias
comunes: catarros, la dichosa epidemia de la gripe que se había extendido a límites
inimaginables. Las guardias de Maca, por hacer un promedio des de los 5 meses que
había vuelto al trabajo, eran intensas, de mucha saturación. Pero el ajetreo le
mantenía la mente ocupada durante el turno. Ya se le notaba la barriga y ya
había estrenado los modelos de embarazo. Las molestias habían disminuido,
aunque se cansaba si había de estar de pie demasiado tiempo. Sus compañeros,
cuando podían le echaban un cable y la mimaban bastante.
Maca comunico su embarazo al
cuarto mes de gestación. No hizo un comunicado oficial; pero bueno a veces hace
falta que una persona lo sepa para que el rumor llegue a todos. Y así, lo hizo;
más que nada por economía. Teresita por ser como era fue la candidata ideal. De
hecho, fue ella misma que se cayó de cuatro grapas al suelo resbaladizo. En
fin, su cotilleo innato, sus preguntas con tan ingenio de cada mañana hicieron
que Maca soltase su secreto. Aquel día..., Maca entro en la rotonda, todavía,
con el casco en las manos. Su rostro tenía algo de ojeras, por haber tenido un
mal despertar.
TE:- Maca, me parece que sigues engordando algo.- volvió a insistirle.
Hasta aquellas fechas, la pediatra le había estando dando largas. Y la
recepcionista, como un loro, que “erre que erre”. Y Rusti, que algunas veces
había sido testimonio de su pesadez, diciendo: “Déjala en paz pobre chica. Qué
le harás tener complejo de gordura y se volverá anoréxica. Es señal que come
bien; y mejor después de la tragedia de Ester la vida sigue”.¿ Pero que pensaba
realmente Teresita?.
M:- Una cosita Teresita...- mirándola con mucha atención, y picardía. Díos
que alegrías le regalaba aquella mujer madura. Si querías reír un ratito
acércate y ponle coloreada. – Parece que tengas una lupa puesta en los ojos las
24 horas del día.- le comentó sin vergüenza; y sin evitar reír.-¿No será
qué...?- empieza a insinuarle, provocándole.
TE:- ¡Qué cosas dices!- exclama, captando su indirecta.- Yo solo veo que
últimamente no te cuidas tanto. Con el tipazo que tenías; y tus modelitos,
pijos si, pero te quedaban bien.
M:- Teresita, que lo estás consiguiendo...- riendo por debajo la nariz. Que
lanzada estaba aquel día. Pensó: “Maca mejor que te ates la lengua. Pero es que
es un meta la en todo. No puedo evitarlo.”
TE:- Chica, es que yo tampoco quiero pensar mal; y me preocupas.-
justificándose por su infinita preocupación:- Porqué un día u otro deberás
encontrar...-mientras, su oyente alucinaba pepinillos. Aquella mujer no tenía
pelos a la lengua. Había perdido la vergüenza, ni ningún tipo de agente que le
controlase los pensamientos. ¿Debía de enfadarse con ella?
M:- Bueno, en esta ocasión has perdido el concurso Teresita. El tiempo te
dará la razón.- se iba a girar, no queriendo dar mil vueltas al asunto. No
obstante, cambia de decisión.- Para variar seré generosa contigo; para que té
quejes y no vayas metiendo las narices donde no te invitan:- bordeando algo la
impertinencia. Pero a veces, su perseverancia le tiene muy harta.- Estoy
esperando un hijo...; dentro de 5 meses dejare de estar sola.-Teresita se quedo
con la boca completamente abierta; en ella hubiera entrado cualquier bicho que
quisiera. Maca disfruto del momento.- Teresita, necesitas que te practique el
boca a boca...
TE:- ¡Por Díos! ¡ Quita...Quita!- reacciona, parece que le hayan
electrocutado. Solo le faltaba que los pelos estuviesen erizados, como púas. Su
mente le cuesta procesar aquella noticia inesperada. También le daba rabia que
su ojo interno, otras veces tan eficaz, no lo hubiese deducido. La pregunta que
le atormenta, y su primordial interés, es descubrir quien será el padre. No la
había visto tontear con ningún medico, ni junto a ningún hombre ajeno a su
vida. Bueno, quizás si que existía alguien porqué aquella pija era tan suya con
sus cositas. Pero una alarma suena en su interior: “Pero si esta de 4
meses....de quien puede ser el crió?”. Ni corta ni perezosa le lanza aquel
pastel, dándole de lleno.-¿De qué quien es el futuro bebé?- Maca, tampoco se
sorprende; viniendo de ella se lo espera todo.
M:- De Ester y mío- responde inmediatamente; y no espera su reacción. Al
menos, ya la tendrá ocupada durante todo el turno. Aunque no le piense aclarar
nada más. Al fin de aquel turno Teresita, al devolverle el casco, intento
interrogarla; pero la pediatra fue hábil y la corto en seco.:- Es un hijo, un
ser que llorara, reirá como una vez lo hicimos nosotras.-sus ojos le chispeaban
de ternura.
Los anocheceres de Maca era
distintos. Después de salir del trabajo, sus pensamientos eran absorbidos, casi
el 100%, por Ester. Quizás no era aquella desesperación inicial; pero seguía
bien viva en su interior. La rabia por su marcha, silencio ya se había
desvanecido. Aunque continuaba queriendo no aceptar que quizás, por aquella
vez, sus deseos no se convirtiesen en hechos tangibles. Los informes de los
investigadores, destinados a “Kaikas”, eran casi idénticos cada mes. Su hermano
intentaba alentarla:
J:- No desesperes aun. El equipo es de lo mejor, mejorcito de España. Si,
ha pasado 5 meses; pero ellos van explorando todas las posibilidades. Esto les
tarda su tiempo. Van investigando desde el principio del país, y ya están al
interior. Me han comentado, que hay que quitar muchas runas todavía. –Maca, lo
estaba mirando como impasible. Se había agarrado aquel hilo, pero terminaba
experimentando la misma frustración. Sino fuesen por los sueños... ¡No, no ni
por los sueños!. Jamás enterraría a su cielo, a su aire, a su medio corazón.
M:- Ya han subido a los montes...- le pregunto al fin.
J:- No lo sé; pero no dejaran ningún cabo suelto. Si no están cerca, les
faltará poco.- se le acerca y la abraza. – No pierdas la fuerza ahora.- Maca se
deja proteger por sus brazos; quiere llorar pero no puede. Sus lagrimales ya
están secos. Y hacerlo, tampoco le conducirá a nada.
M.- Mi primer pensamiento, al despertar es para Ester. También lo es mi
último y mi todo. He vuelto a sonreír, mi hijo me auto regala un placer,
vida...Sin él la vida sería más oscura. Pero si Ester no regresa no sé... Me
dedicaré en absoluto a ofrecerle todo mi a amor a nuestro hijo. Pero... siempre
me faltará su presencia, con sus defectos y virtudes.
Lo que cuenta, le repite, una y
otra vez, a su hermano es profundo y verdadero. Aunque habría algunos que le
comentarían que el tiempo sana las heridas. Que no hay que decir: de esta agua
jamás beberé. Maca, le toco escucharlo a varias personas; que con muy buena
intención trataban de animarle. Ella, muy educada, les agradecía el consejo;
poniendo su firma definitoria: “Es fácil decir visto de fuera. Lo único de
cierto, es que jamás quise a alguien como Ester. Me regalo lo mejor de su ser.
Nuestra relación, era profunda, estable. Las dos habíamos dejado de buscar en
el universo de las posibilidades. Ya que, las dos, habíamos encontrado la paz
en nuestras almas. Lo que compartíamos nos llenaba cada día.”
Los meses se consumían como el
carbón. Una vez quemado, no hay vuelta a tras. No es como el sistema interno de
una bomba de relojería; que cortando el cable adecuado puedes revertir sus
destructivos resultados. No lo puedes retener con una cuerda ni con tus propias
manos. Ni te puedes revelar contra ella. Simplemente, aceptarlo.
Otro mes, sin noticias de ella.
Más tiempo te tocara levantarte sola, sintiendo las primeras patadas de vuestro
hijo. Es aprender de nuevo a vivir. Pero su mente imperiosa se resiste todavía.
Se sumerge a la rutina de cada día, para no ahogarse en sus propios escombros.
Estando al pie del canon, solo para esperar a Ester. Cuando la tuviese a su
lado, la abrazaría y abrazaría con toda su alma.
Su soledad no es tan pesada, ya
que hace un mes que Encarna insistió en ir a vivir con ella. Al principio se
negó, no quería cargar con más trabajo a su suegra. Pero esta, ni corta ni
perezosa, se trasladó a casa de su nuera. Las dos mano a mano, iban
sobreviviendo. Las cosas podrían ser mejores; pero era lo que el destino quería
para ella.
En medio de un sueño: las gotas de la lluvia
La vida de Ester era una rutina,
pesada. Lo único que le llenaba como persona era ayudar al los otros. Adriana,
pasaba una buena temporada. Sin ningún destello de pánico, nervios, sin ninguna
presión. Aunque, no había noches que no viese en sus ojos el deseo latente.
Pero ella seguía sin sentir nada mas por ella. Tan solo amistad,
agradecimiento. Pero no le atraía. No obstante, era incapaz de confesárselo. No
le parecía justo. Quizás porqué la pesada culpabilidad seguía asechándola.
Estaba más interesada, intrigada por la misteriosa mujer.
En cada sueño, dejaba caer una
pequeñita gota de información. Como una boya de un deposito, que no abría del
todo bien. Aunque no sabía si todo que le comentaba le llevaba a alguna orilla,
lo iba anotando codificado y sintéticamente en las hojas. Cuando se quedaba
sola en la cabañita, o en un minuto de descanso en el hospital de campaña, se
dedicaba a estudiar cada pista. Como aquel día, ya el sol estaba ocultándose y
Adriana había decido ir a visitar a su amigo. Era extraño, porqué aunque le
dejaba más libertad, siempre estaba muy cerca, como controlándola. Su mente
daba vueltas a las mismas frases:
“ Eres tu que me invocas “
“ Te estoy esperando “-la cual se repetía mucho, aunque todavía no le había
regalado ninguna pista para saber donde se escondía. Pero, a la vez, también se
contradecía con la frase anterior. Ya que si ella la estaba generando
mentalmente, como se podía interpretar: te estoy esperando. ¿Era ella que
deseba aquella mujer, cuyos ojos eran preciosos, la esperase? ¿ O era ella que
la esperaba?.
“Estoy en tu interior, aunque tu no te lo crees.”
“ Por cierto, tu me preguntas donde me escondo; pero y tu, donde te
escondes?”- muy hábil, si señor. Al final, ninguna de las dos obtuvo ninguna
respuesta. Aunque le intento remarcar que estaba en “Kaikas”. Hasta le confesó
que le buscaba; aunque su recerca era infructuosa porqué no podía describirla.
Y su respuesta fue:
“ Me reconocerás. Porqué presiento que nuestro amor es muy intenso, muy
fuerte. Que tremolen los espíritus malignos; las almas que sobrevuelan el
planeta, siempre pendientes de apoderarse de almas perdidas. Nos pertenecemos;
nada ni nadie cambiará esto. No por mi parte “- a Ester le encantaba aquellas
palabras. A parte de ser la confirmación de sus sospechas. Cerro los ojos,
intentando revivir el sueño. Aunque no lo revivió con la misma nitidez obtuvo
un enorme placer.
En aquella ocasión, se hallaba
paseando por debajo la lluvia. Disfrutaba de ella. Quizás porqué hacía días que
no llovía. Se divertía como una niña de pocos años bailando debajo la lluvia.
Hasta cantaba una canción desconocida. Su boca se abrió, para degustar las
gotas cristalinas. Se sorprendió en percibir su gusto. Fue el señal que le
indicaba que estaba dentro de otro sueño. A veces los sueños te confunden, y
crees que lo que ves ante ti es real. Pero el sabor que le dejo a la boca, era
la sensación de qué acababas de beber las propias lágrimas. Aquella lluvia, no
era más, que una inmensa regatera de unos ojos que lloraban.
“E:- ¿Eres tu...?- le pregunta, mirando al cielo.”
“Mujer Misteriosa:- A caso no tengo nombre- inquiere aquella voz seductora,
identifi-cándose. Ester no sabe que decirle, otra vez tropezando con el mismo
vació.”
“E:- Lo siento, no lo recuerdo. Me lo dices...- le suplica, intentando
saber más cosas de ella. No obstante, es otra puerta cerrada.-¿Qué te pasa?
¿Eres tu quien provoca este torrente de lágrimas?-le pregunta; sintiéndose
culpable por su tristeza.”
“Mujer Misteriosa: Yo que pensaba que ya había perdido la capacidad de
llorar.- le comenta, seguidamente terminan de caer gotas.- ¿Por qué me invocas
si no me recuerdas?-le pregunta; sigue hablándole desde el cielo, el cual no
estaba tan claro como la última vez que le hablo des d’allí arriba. “
“E:- Estoy amnésica.- le confiesa.- Y tu que ...te gusta jugar a los
acertijos.- le recrimina sin querer.-¿Por qué crees que te pido, cada noche,
que te dejes ver? Ni recuerdo donde te olvide, donde me esperas. “
“Mujer misteriosa: Me reconocerás. Porqué presiento que nuestro amor es muy
intenso, muy fuerte. Que tremolen los espíritus malignos; las almas que
sobrevuelan el planeta, siempre pendientes de apoderarse de almas perdidas. Nos
pertenecemos; nada ni nadie cambiará esto. No por mi parte “
“E:- Es lo más hermoso que me han dicho en la vida.- le susurra. El cielo
se desanubla y aparece un sol sonriente; en el se pueden reconocer, otra vez,
los ojos de la mujer misteriosa. Un ojo se clica; y le roba una carcajada.
Esther estuvo apunto de despertar a Adriana, ya que realmente río de la
felicidad que le invadía su alma de reencontrarse con aquella mirada
maravillosa. El sueño se acabo así, sin oscuridades. Simplemente se despertó, y
sus ojos pudieron ser testimonio de un verdadero amanecer.
Ester, sigue recordando el sueño;
tan concentrada esta que no escucha que la camioneta de Adriana termina de
llegar. Al fin, abre los ojos; y presiente que alguien esta rondando por el
exterior. Se espanta, se acerca a la ventana y comprueba que Adriana se acerca
a la cabañita. Recoge todas las hojas y se dispone a esconderlas. Su pareja,
casi, le coge con el delito. Es una suerte por ella, ya que aquel principio de
noche el bueno humor reluce por su ausencia. De hecho, Adriana se acaba de informar
de algo que ya no esperaba volver a escuchar.
NO ME DIGAS ADIÓS, AUN ESTOY CONTIGO(10)
Caminando, inconscientemente, en direcciones opuestas
Adriana venía de pueblecito de
“Konkenas”; hacía días que no veía a su amigo. A veces le apetecía visitarlo,
hablar de la vida con él. Era muy sabio, y algo brujo. Siempre que su alma
descendía al abismo, se le llenaba de temores le aliviaba sus argumentos.
Aparte de qué era una buena fuente de información. Sus eran como imanes, captando
las interioridades. Lo único de malo de todo aquello, que no siempre de su
fuente salía el agua que a ti te gustaba. Lo buscabas, lo escuchabas deseosa de
localizar la estrella que te impulse a seguir. Pero, terminas abriendo el cofre
que contiene carbón. Y te preguntas:¿Y por qué, si ya sabía el que había? Pero,
de hecho, como la vida misma siempre andas por los mismos senderos. Lo aceptas
o intentas que algo se transforme.
Te montas en una potente moto, la
de la imaginación, que te permite viajar, por el tiempo y el espació, a la
velocidad de la luz. Pero si abres los ojos, estás al mismo sitio. Intentas
modificar tu destino, a contra corriente, usando herramientas de una estafadora
engañosa. ¿Las metas justifican los métodos, no? ¡No se sentía culpable por
ello! Ni muchos menos experimentaba mala conciencia.. Pero lo que le
desgastaba, la dejaba sin aliento era que no veía la meta.¿Dónde estaba? ¿Dónde
estaba su trofeo? Sí, su ángel perdido seguía compartiendo el mismo techo con
ella. Sí, podía amanecer pudiéndole dar la primera sonrisa. De ahí, nada mas.
Ella quería más y más cada minuto de su existencia.
Procuraba ganarse su cariño a
pulso; el ramo de flores silvestres nunca fallaba. Hasta intento ser romántica,
algo que le costaba mucho. No obstante, Paula continuaba lejos. Si, se
despertaba a su lado; si era atenta con ella. Pero, tan solo, era capaz de
regalarle arena de desierto. Y aunque, no compartía sus pensamientos con ella,
ya sabía que no seguía aceptando su amnesia ni se conformaba con la historia
regalada. ¿Hasta cuando seguiría resiguiendo sus archivos internos? Adriana no
se erraba, pero poco se imaginaba con quien soñaba cada noche.
La crisis existencial, había
llevado a la mujer rubia a pedir consejo espiritual del líder del pueblecito.
Se encerraron en su choza, y se concentraron en su lió mental. Estuvo apunto de
dejar ir el agua que se almacenaba en su interior, en aquella presa ficticia,
que cada vez estaba más y más llena. Quizás por ello era la raíz de su crisis;
porqué empezaba a creer que por mucho empeño que pusiese nada seria como antes.
Ni mucho menos le curaría su corazón roto. No obstante, no hizo falta
verbalizar sus temores.
Amigo:- Tu alma te pesa demasiado,¿no?- silencio, esperando que aquella
mujer occidental lo reconociera. No fue así. Es difícil dar cuenta de todos tus
errores.- ¿Y tienes dudas si todo merece la pena?- si era todo aquello; aunque
era doloroso escucharlo en boca de otro.- Tanto empeño por nada. Has llegado
realmente lejos.- el hombre le decía todo aquello con mucha tranquilidad, sin
ningún tipo de reproche. Le estaba reconociendo que había sabido sus fechorías
desde siempre.
AD:- Eres capaz de desarmar a cualquier alma- reconoce admirada, alabándole
por su poder. Aun así, no deja de tener aun más miedo. Todavía, existía una
parte de ella que se resistía a liberar la mariposa, multicolor, que retenía
con tanto ahínco.
Amigo:- Tu me has visitado por algo. Reconozco las miradas. Y sabía que me
mentías.- no hacían falta más aclaraciones.- Yo no soy Díos, no te puedo
ofrecer el perdón ni misericordia. Tampoco puedo indicarte el camino; solo te
digo que aun estás a tiempo para volver a retomar el camino correcto.-le
aconsejo; en el fondo sabia que tenía razón.
AD:- Ya, y seguiré rodeada de vació.- imaginándoselo.- Ya no tengo nada por
perder. A España no me espera nadie. Solo la tengo a ella...- aunque en
realidad, ni a aquella chica tenía.-Vivo solo por ella.
Amigo:-Vives por ti- le ratifico. Era un experto cazador de verdades. Se
callaron, esperando sus almas coincidiesen una vez a la vida.- No sé porqué has
venido. Las dudas te comen a pedazos; pero el precipicio que tanto temes sigue
delante de ti. Siempre estará hagas lo que hagas. Pero, piensa que con tu
actitud arrastras a la chica.
AD:- Estoy harta que siempre me salgas con lo mismo. Estoy harta de todo.
Siempre he intentado hacer lo correcto.¿Pero como me lo ha pagado el destino?
No quiero ser payazo de nadie- se defiende; volviendo a relucir su ira. Se
maldice por haber volado hacía aquel místico anciano.- Yo solo he venido porqué
ofrezcas una información.- intentando cambiar de tema. Los ojos de su amigo, no
dejan de contemplarla con pena. Desgraciadamente no había antídoto por ella; ya
que se había puesta la soga en el cuello.
Amigo:- Escucha lo te digo, porqué será lo único que te pienso decir. Jamás
descansaras en paz en esta tierra; y si no recapacitas en las otras vidas
estarás condenada a ser una alma en pena. Tu suerte jamás mejorara -aquella
amenaza no la inmuto, porqué no creía en las reencarnaciones ni mucho menos en
los espíritus y los poderes sobrenaturales. Los cuales eran instrumentos para
mantener la gente ante las leyes de la sociedad. Eran idénticos a la moralidad,
a las leyes, a los mandamientos dictados por el señor. Todo pura idiotez,
palabra sin suporte biológico. Simplemente, una herramienta usada por a gente
que se le atribuye un poder que realmente no tiene.- No te burles, existe la
justicia. Es más, presiento que tu buena estrella se esta terminando.- y se
calla definitivamente. Adriana, comprendiendo, que de aquella fuente ya no
saldrá más contenido por ella se levanta.
Durante el camino de vuelta no
puede evitar dar vueltas a la conversación. Esta rabiosa con el mundo; quisiera
poner una fuerte bomba en el núcleo del planeta; y este explotase
definitivamente. Que terminase con todo y todos. Si existía un abismo ante
suyo. Había conseguido ocultarlo momentáneamente; gracias a Paula. ¿Por qué no
continuar atinando la hoguera?
Tarde o temprano, la chica se
cansaría de buscar la verdad. Pero la verdad de su amigo sabio le asechaba, no
la dejaba respirar. Quizás lo que realmente le había alarmado era su última
confesión: “ No te burles existe la justicia. Es más, presiento que buena
estrella se esta terminando “. Bueno, tampoco era lo que deseaba escuchar pero
fue capaz de hacer una lectura paralela: “ Ahora las cosas están tranquilas,
pero muy pronto la tranquilidad se terminará.
Alguien no nos dejará continuar vivir tranquilamente en “Kaikas”. Alguien
se acerca, probablemente buscando a Ester. Debo tener los ojos abiertos y
pensar, a partir de ahora, la forma de marcharnos del país.” No obstante, la
advertencia de que la suerte la abandonará no le da importancia. Se cree muy
inteligente para anticipar los hechos.
La única que le conduce, inconscientemente, en
la cabañita es ver a su ángel. Ni que esta, a veces le es muy indiferente. Sus
almas, continúan separadas. Por fin divisa la cabañita, y se corre para su
hogar. El único que tiene. Entra precipitadamente; quiere encontrarse con
aquellos ojos marrones, mediterráneos y ver en ellos alegría por su llegada.
Pero es todo el contrarió, siente en lleno rostro una bofetada fuerte. El mal
humor la vuelve a dominar; generando crueldad en su interior.
Su razón de vivir, lo único que ha
experimentado, en su llegada, era pura molestia. Parecía que le había
estropeado algo. Sus celos se despertaron, empezando a ver fantasmas por todos
los sitios. Sin decir nada, exploro visualmente la cabañita. Por Díos, si había
alguien más entre ellas no tenia muchos sitios donde esconderse. Se acerco a la
ventana, para divisar a alguien huyendo con la cola entre las piernas. Nada.
Pero la sensación de qué algo le intentaba esconder seguía poseyéndola.
E:- ¿Has tenido mal día?- intentando ser cordial con ella. Empezando a
pensar lo peor.- No será que te has enterado de qué me siguen buscando- se le
acerco, no mucho. Pero tampoco podía estar con los brazos cruzados. Quería
evitar que su termostato interno alcanzase niveles altos y terminase por petar.
Porqué, entonces las dos se quemarían.
AD:- ¿Qué me escondes?- haciendo oídos sordos a su pregunta. Cruzó los
brazos y espero una respuesta. Sus dudas no venían de un día para otro. A parte
de ser la raíz de la inseguridad que le condujo, ciegamente, a visitar su
amigo. Una razón para que sospechase, aun más, era que el día anterior había
descubierto que le faltaba hojas.-Mejor dicho que haces con las hojas.- le
acorralo vilmente.
E:- Cielo...- no sabiendo que contarle. Había sido demasiado estúpida, lo
debería haber previsto.- He descubierto que también me encanta escribir- se
justifico al fin. Una idea excelente, oportuna; que le debería agradecer, por
toda la eternidad a la mujer misteriosa y al cuento, de Hansel y Gretel.
AD:- Que lindo- exclamo- Me lo dejas leer.- le pidió como ya era de
esperar. Ester se sonrojo; su corazón empezó a latir de miedo.”¡ No, no por
Díos! Si lo lee sabrá que la he mentido, sabrá que le he estado infiel y que no
me conformo con la vida que me espera!”
E:- Bueno, cuando lo termine te lo dejare leer-le promete, intentando
disimular sus miedos. Adriana protesta, recriminándole que hubiese violado su
manuscrito:- Perdóname- le volvió a pedir disculpas:-Yo también tengo palabra,
cuando termine te lo dejo leer.- manteniendo su postura. Al fin, parece
creérsela.- Por cierto, todavía no me has dicho que te pasa.-ya empezaba a
conocer a su compañera, y sabía que cuando algo le atormentaba parecía una
llama altamente peligrosa.
AD:- Mi amigo me ha predicho que muy pronto tu marido y su hermana volverán
a romper nuestra tranquilidad.- le comenta, empezando a preparar su camino.
E:- ¿Y te lo crees?- le cuestiona, muy aséptica. No cree en las personas
que pronostican el futuro.
AD:- Sí- responde muy firme:-Con lo que ha pasado aquí no se erró. ¿Sabes
que implica esto?- le pregunta muy seria; intentando que sea ella quien
responda.
E:- Ya, marchándonos con la cola entre las piernas- exclama con ira; aun no
tiene miedo de lo que le comenta, siempre, Adriana. Quizás porqué quiere
ponerse a prueba, ponerse debajo el huracán. Quiere recuperar una vez por todas
la memoria. La única forma que ve de hacerlo es enfrontarse a su pasado.
AD:- ¡Por Díos, no querrás que los secuaces de tu marido te habrán en
canal!-intenta convencerla, provocarle miedo.- Marcharnos es lo más sensato que
podemos hacer.
E:- Pero a ver, aparte de romperle el corazón a marido, algo más le hice. –
no dando la absoluta culpa al desengaño amoroso. Aunque a veces, las personas
con los sentimientos heridos si eran capaces de todo. Pero siempre eran
impulsos del momento. Aun así ya hacía tiempo de todo aquello; era extraño que
siguiese buscándola con tanto ahínco.-Además que tiene su hermana contra
nosotras.
AD:- Bueno, también le robamos una suculenta cantidad de dinero- se invento
al instante, poniendo más cartas a la torre. Ya empezaba a tener una altura
considerable.
E:- Pues porqué no le devolvemos el dinero y problema resuelto- le
interrumpió; viendo todo aquello muy fácil. Pero la gran pregunta era:¿Qué más
cosas seguía ocultándome?.
AD:- Ah, si como... Antes de venir aquí, nos lo gastamos viajando. Es
imposible, devolverle toda la cantidad.- le comenta, ampliando más el
problema.- No hay más remedio que huir de aquí, una vez por todas.
E:-¡Quizás tengas razón! Pero, esperamos más tiempo-le suplica.- Quizás tu
amigo esta vez ha pronosticado mal. Hay que seguir ayudando a la gente.-muy
firme con sus principios.- Por cierto, ¿qué tiene su hermana contra nosotras?
¿Es también por el dinero?-la mujer rubia, coge aire y prosigue.
AD:- Bueno, me parecen hermosas tus buenas intenciones. Pero nuestra vida
también es importante. La vida sigue, y por más empeño que pongamos tampoco
cambiaremos muchas cosas de aquí. ¿No te parece que ya toca a ser hora que otra
gente se moje para ayudarlos?- la mira muy severa, intentándola convencer.
Paula no protesta, sigue esperando que le aclare quien papel juega su cuñada en
aquella historia.:- Bueno, tu cuñada es una mujer imponente- empieza a mentir
por enésima vez, se la puede imaginar hasta con los ojos abiertos.
- Hermosa, sostificada, inteligente. Pero es arrogante como ella sola. – no
puede evitar sentir asco por la persona que le estaba describiendo; de hecho
tal persona si que exista.- Se cree que el entorno le ha de alabar en todo
momento, que nadie se le resiste. Aunque eras la mujer de su hermano, no tubo
ningún pudor en acosarte. No se como pero descubrió lo nuestro. Ella no se
escondía de su condición sexual, y ni tenia ni una migaja de moralidad. Hasta
te quería hacer chantaje, para que te echases a sus brazos.
E:- ¿Era hermosa?- le pregunto sin pensar, el corazón le estaba
repiqueteando dolorosamente.
Quizás su cuñada era la mujer que
hablaba en sueños. Cada vez, lo iba teniendo más claro. De ella solo le había
visto los ojos, escuchado la voz...y todo, le hacía deducir que era una mujer
imponente, hermosa, seductora...aparte de otras cualidades maravillosas. Aun
así, le seguía sobrando lo de su arrogancia, su alma coercitiva. Tenía una
pregunta a punta de la lengua; estaba como en la ralla que separa el suelo del
precipicio, haciendo equilibrios para no resbalarse sin querer. Era una lucha
constante con las ansias de verla luz y el sentimiento de auto protección.
AD:- Sí; mucho más que yo. Hasta una vez me lo lanzaste vilmente- le dijo
sin darse cuenta; de hecho, estaba lejos de la cabañita, reviviendo la historia
original. Su comentario, sin querer, hizo que la balanza se declinase hacía un
lado.
E:- ¿Te fui infiel con ella?- le pregunta al final, no podía vivir por más
tiempo con aquella duda.¿Fue un error?
AD:- Tu sabrás...- responde ambiguamente, aprovechándose se su carencia de
memoria. Aunque lo que le pregunto era alarmante.¿Cómo pudo deducir que entre
ellas se había metido otra persona? “Vamos Adriana, no te confundas más, no es
tu Paula. Quizás esté recordando la caprichosa Wilson”. Con estas sospechas,
aun se preocupa más.- ¿ Por qué lo preguntas, has recordado algo del pasado?
–se calla, y se le ocurre sembrar algo más de miedo:- Espero que no sea cierto,
porqué me romperías el corazón... si al final te fuiste a la cama con ella. ¿No
me habrás mentido? ¿No estarás ya recordando, por qué me harías la mujer más
feliz del mundo?-miente otra vez; ya que su interior desea todo lo contrario.
E:- No lo recuerdo; y no lo recuerdo- mintiendo también a la perfección. A
palabras soeces oídos sordos.-¿ Como sigue la historia? Por qué no me dejarás
colgada como siempre...
AD:- Según tu, la hermana de Luis no aceptando tu desplante le confeso tu
infidelidad. Te maltrato tanto que tuvieron de hospitalizarte. Pero no quiso
darte la libertad, disfrutaba humillándote. Y su hermana se convirtió en su
mano derecha; como siempre de hecho. Suerte, que yo te saque de tu infierno.-
poniéndose mas medallas, y generándole más dependencia. “ Si cielo, para que no
olvides que yo lo hecho todo para ti. Ester, no comento nada mas. Su historia
le parecía muy triste; aunque la duda de si se había entendido con su cuñada no
había desaparecido del todo. ¿Pero si realmente se le había entregado, o
enamorado de ella, porqué colaboro con su hermano para destruirla? No, no
aquello seguía sin concordar. Algo fallaba; y la solución seguía en su
oscuridad.
Al sete mes de embarazó de Maca. En el aeropuerto de Madrid
Un avión acaba de aterrar, procede
de Barcelona; eran las 11 de la mañana de un día laborable. Bajan la gente, y
casi todos se dirigen hasta la terminal donde han de recoger sus maletas de
viaje. Después, se disponen a salir al exterior, huyen de aquel territorio de
paso. Algunos tienen la suerte que alguien les está esperando.
Otros están felices de regresar en
casa, se conocen aquel camino y lo recorren, prácticamente a ciegas. Hasta hay
el tipico turista despistado, y que debe de mirar el mapa. Hasta hay
solitarios, que también pisan por primera vez Madrid, pero no por turismo. Es
el caso de una chica joven, bella, de pelo ondulado, elegante. Lleva un traje
blanco, de diseñador. Debajo una camisa lila, muy clarita; que le queda muy
bien en sus ojos azules marino.
Su rostro es harmonioso,
exquisitamente maquillado. Su nariz respingona, suave, sin ser excesivamente
desproporcionada. Sus labios son carnosos. Su barbilla luce un suave clotito,
tipo Douglas. Quizás lo más destacado de
ella, es su mirada tierna, profunda, pura. Arrastra una maleta grande; parece
muy ilusionada por empezar de nuevo a Madrid. Consigue reclutar un taxi, y se
sube.
Chica:- Me puede llevar a hospital Central, por favor.- le pide, muy
educadamente, al taxista.
NO ME DIGAS ADIÓS, AUN ESTOY CONTIGO(11)
Hospital Central una hora más tarde
Teresita, estaba sentada. Le
dolían las piernas y tenía mucho papaleo para terminar. A parte, el dicho
teléfono no paraba de sonar, y la gente que le pedía información sobre
determinado servició, o ubicación. Le encantaba su trabajo, pero aquel día
tenía un mal día, con un dolor terrible de cabeza. Además, que el Hospital
estaba muy sosillo, con poca vividilla. ¿Dónde podía cotillear ella, poner su
potentes anteojos?
Laura y Javier, hacia pocas
semanas que se había decidido ir un mes a “Kaikas” ha colaborar. Vilches y
Cruz, seguían juntos contra toda pronóstico. Aunque Vilches, seguía con sus
altos y bajos de humor. Y aquellos últimas semanas que trabajaban con dos
médicos menos, y a los que restaban les tocaba trabajar el doble. Hasta el
pobre Héctor, hubo de regresar una semana antes de sus vacaciones anticipadas.
Maca, aunque todavía no había cogido la baja maternal, Dávila le había reducido
los turnos. “Qué bien vive la pijilla” Piensa Teresita, que la hecha en falta
cuando no trabaja.
Teresita, le esta invadiendo
sueño. El cafecito que se ha tomado a las 10 y media no le esta haciendo
afecto. Hace poco que se vuelto a sentar, y intenta concentrarse a su rutinario
trabajo. Cuando, otra persona la irrumpe. Se gira, y observa a la chica
elegante, vestida muy formal. Arrastra una maletita con ruedas; y se percata,
también, de qué la ropa que lleva debe ser carísima. Aquella mujer le suena. No
obstante, no consigue recordar de qué. Al fin, se levanta y le pregunta si le
puede ayudar en algo.
Chica:- Tengo una cita con el Dr.Dávila.- le informa, sin especificar
porqué. Teresita la mira, empezándole a despertar la curiosidad.
TE:- Ahora lo llamó, a ver si puede recibirle- descuelga el teléfono, y
marca el número del despacho del director medico.- A veces, a esta hora esta
ocupado- le informa. Olvida preguntarle sus reseñas. Al fin, la llamada es
atendida y le informa. Dávila le comenta que ya baja. Se le notaba nervioso.
Bueno, seguro que debe estar intentando arreglando la carencia de personal, se
imagina la recepcionista.- Díos, siempre ante los mismos problemas- comenta con
voz alta.- la mujer con el traje blanco la mira, como diciendo:¿Y a mi que me
importa?.
Chica:- ¿Me debo de esperar mucho?- le pregunta, ignorando su comentario.
Su rostro esta impasible, no parece estar impaciente por hablar con Dávila.
Aunque la actitud, de aquella mujer mayor, de irse por las ramas,
persiguiendo... vete a saber por qué le desagrada.
TE:- Me parece que sí- responde secamente. Des de lejos se puede intuir que
quiere volverse a sentar, y continuar con sus quehaceres. Quiere mandar a la
sala de espera a aquella mujer, que sigue plantada a su delante, mirándola
inquisidoramente.
Chica:- No quisiera molestarla más, lo siento- se ve obligada a decir. Aun
así, hay una pregunta que no deja de balancearse en su interior. Ya no se puede
contener más. Ha viajado de Barcelona a Madrid, llena de esperanza por la vida
que allí le esperaba. Ansiosa, como una niña de 7 añitos, para ir a ver los
reyes magos, para abrir los regalos que sabia que le esperaban en el balcón. Ha
entristecido a su madre, en informarle de su decisión; solo por una persona.
Por alguien que ignoraba si aun seguía en Madrid. Había apostado y allí estaba;
rezando para que nada hubiese cambiado. Si el destino le sonreía seria un buen
principio, el viaje había merecido la pena. Ni que sus karmas jamás
coincidieran; tan solo quería poderla ver, hacerla sonreír y se veía capaz de
ser, simplemente, su amiga. La dicha pregunta, sin más adornos:- ¿Trabaja
todavía aquí la Dra. Fernández?
A Teresita, al escuchar el nombre
de la pediatra se le cambia el rostro. Comunicando a l’exterior: esto se esta
poniendo interesante. La explora más bien. Una chica hermosa de verdad,
delgada, quizás bastante, y alta. Más o menos como la altura de Maca. ¿De qué
se deben conocer?-se pregunta la mujer mayor.: “ Parece otra pijilla. Deben ser
amigas. ¿Y algo más? Parece muy pendiente de mi respuesta.”
TE:- Sí; aunque hoy no trabaja.- no perdiendo de vista su expresión facial.
En la cual se refleja penita.-¿Qué esta de paso? Se lo pregunto porqué mañana
si trabaja- le informa, el gusanillo de la curiosidad le atormenta. Esta llena
de interrogantes para hacerle...
Chica:-Me puede dar su número de teléfono, por favor – le pregunta; no
ocultando su impaciencia. Esto todavía encendió más la curiosidad patológica de
Teresita.
TE:- No, no le puedo dar estos datos personales...- se niega en
rotundo.-¿Son muy...buenas amigas?- quizás, en el fondo, queriendo realmente
saber si son algo más. Aunque, le extraña que Maca hubiese empezado a tener
nueva pareja. Pero aquella vez, su ojo interno no se erraba. Aquella chiquilla
le gustaba la pediatra. “Fíjate como se impacienta aun más con mi prohibición.
Si no deseara tanto encontrarse con Maca, sabría esperar hasta mañana”.
Chica:- Entiendo... Bé, si ja m’ho imaginava- exclamo aquella chica en
catalán.
TE:- Que haremos.- le había entendido algo; pero de repente le vino en la
cabeza de qué le sonaba aquella desconocida.-Yo té he visto, algunas veces, en
las revistas del corazón...- se calla, ya que no termina de salir su nombre. En
este instante, aparece Dávila y reconoce a la chica al acto.
DA:- Dra. Bonet Monsolís – se le acerca y se saludan efusivamente. No se
conocían en persona, pero ambos habían tenido buenas referencias del uno y del
otro.- Estoy encantado que hubiese enviado su currículo. Hace poco que estuvo a
“Kaikas”, no?- mientras Teresa no perdía ningún hilo de la conversación. Las
bombillas de su cerebro se le iban encendiendo serialmente. Claro que le sonaba
aquella chica:” ya os digo otra pijilla en urgencias, que también procedía de
una familia acaudalada, dedicada al cava y vinos.”
NA:- Nadia, por favor ya puede tutearme. Encantada de conocerle. Si quiere
empezamos con la entrevista de trabajo- no queriendo perder el tiempo.
Seguidamente, mira a la recepcioncita que sigue mirándolos con descaro. Y
vuelve a lanzarle una misma pregunta a la recepcionista; y no esta dispuesta a
escuchar un no:- Le importaría guardarme la maleta, y darme el número de Maca.-
Teresa quiere darle una calabaza pero la mirada del Dr. Dávila hace que al fin
se lo de.
TE:- Bueno, como que veo que ya es un hecho que trabajaras aquí; muy bien
recibida- dice para quedar bien. La nueva doctora, parece agradecer su
cordialidad y se marcha junto a su jefe. Teresita, se ríe. Porqué vaya notición
que tiene para difundir. Por suerte, si que trabaja Rusty. Y cuando lo ve,
aprovecha para divulgarlo:- ¿Sabes quien va a trabajar aquí? Vas a alucinar...
RU:- No soy brujo, ni tengo poderes paranormales.- le responde secamente.-
Vaya día que tengo, los ánimos están que arden...- quejándose. No obstante, su
amiga no esta dispuesta a perder el placer con su bombazo.
TE:- Que tendremos a una Monsolís trabajando con nosotros....- lanza al
aire, esperando que el pobre celador lo entienda. Pero el pobre, como ya era de
esperar, no estaba tan enterado de los cotilleos de alta sociedad. – Los
Monsolís son una familia poderosa de Cataluña. Se dedican al mundo del cava...
no te suena?
RU:- Ya, ya ... sus productos no son tan famosos como los Wilson. Pero si
he oído. Aunque ellos solo hacen vino y cava, no?
TE:- Sí creo que si. ¿Pero no sabes nada más ..?- le insinúa. Por Díos, que
no fue ella sola que pensase lo mismo. En este, instante llega Elisa cargada de
informes. Y Teresita le comenta la noticia; y en ella encuentra una aliada.
EL:- Sí, los Monsolís. – y cuenta lo que tanto temor le hacía a nuestra
Teresita:- Vaya familia. Hace muchos años que fueron puro escándalo. Creó que
desde entonces ya no son los mismos, y sus productos no se venden tanto.
RU:- ¿Pero que rumores...?- pregunto impaciente, picándole la misma
enfermedad que las dos mujeres.
TE:- De todo: secuestros, odios, incestos, asesinatos... En estas alturas
no se como existe nadie de esta familia en pie.- la bola se va haciendo más
grande. La pobre Nadia, que ninguna culpa tiene de pertenecer a aquella
estirpe, esta siendo victima de pura especulación.
Horas más tarde...
Maca, estaba sentada en el sofá.
La comida ya estaba preparada, solo faltaba que llegase su suegra de comprar.
Tenía hambre y por ganas hubiese profanado la comida. De repente, cuanto menos
se lo esperaba escucho el timbre.¿Quién seria? Su suegra, no; ya que tenía
llaves. Se levanto, con mucha pereza. Esperaba que fuera su hermano con buenas
noticias.
Abrió la puerta sin mirar por el agujerito. Ante si vio a una mujer
hermosa, con una in- mensa sonrisa en el rostro. ¿Quién debía ser? La visita le
hizo gracia su reacción...
NA:- ¿No, no me conoces? No puede ser...- alucinando pepinillos ella sola.-
Ya te has delatado no has pensado nada en mi-no pareciendo ofendida.:-¿ Tanto
he cambiado? Si soy la Nadia...
Maca, por fin la reconoce y se
abrazan. Al separarse, la catalana no puede obviar la barriguita de su amiga.
Vuelve a sonreír de oreja a oreja. Se la había intentado imaginar embarazada,
sin ningún éxito. De hecho, la realidad superaba la ficción. La maternidad le
sentaba muy bien. Su corazón se le empequeñeció; intuyendo que su viaje había
merecido la pena. No le importaba que aquella mujer no llegase nunca a
quererla, a tenerla entre sus brazos. Simplemente se conformaba por verla
feliz, ayudarla.
Encarna, las encontró todavía
delante de la puerta, hablando animadamente. Iba cargada de bolsas; todo hi que
Maca le tenía prohibido llevar demasiado peso. Nadia, sin pensarlo ni dos
minutos, le ayudó a transportarlas hasta la cocina. La pediatra las siguió y
allí les presento.
M:- Encarna, té presento a Nadia. Una buena amiga, caída del cielo.- las
dos mujeres se dieron dos besos cordiales.- Encarna, es mi suegra- le comento a
la catalana.
NA:- Encantada de conocerle.
EN:- Igualmente le digo- mirando a las dos, vete a saber que debía estar
pensando su cabecita.- Me imagino, por la hora que es te quedarás a comer.- la
invita sin pensarlo.
M:- Por supuesto...-insiste; la visita inesperada de aquella chiquilla le
ha alegrado el día. No la conocía mucho, pero le dejo un buen sabor de boca.
Era de aquella poca gente que se cruzaba por el camino, que te daba buenas
vibraciones. Qué te apetece tenerlas al lado, que son sinceras, transparentes,
que saben escucharte...
NA:- No quiero molestar; pero no quiero haceros ningún feo.
El día ya empieza a ir de baja,
son las cinco de la tarde y las tres mujeres están recostadas en el sofá.
Después de comer, se dirigieron a la salita; más que nada porqué Encarna quería
ver la telenovela de la primera. Luego, hubiese empalmado con la segunda. No
obstante, la señora se levanto, dando una excusa barata les dejo solas. Después
de práctica el sano deporte del zaping, terminaron de cerrar la televisión.
NA:- ¡Díos, la tele de hoy en día no era como era antes!-comenta, no
parando de reír. Su alegría se le contagia a Maca. De hecho, es como una onda
expansiva.
M:- Como eres, hablas como si fueras una anciana – incrementando las
carcajadas.
NA:- Es que... en muchas cosas tienen razón- sus ojos estaban radiantes,
llenos de vida. Poco a poco, se van tranquilizando y empiezan ha hablar de sus
vidas.- Cuando me viajaba hasta aquí, me preguntaba si te vería embarazada.-
hizo una breve pausa, no evitando de contemplar de nuevo su abultada barriga.
M:- ¡Ya ves! - exclama mientras se la acaricia, su mirada esta puesta al
vació. Probablemente, invocando a su pareja. Nadia no rompe el silenció; hasta
que Maca le pregunta que le ha traído a Madrid.
NA:- Una buena pregunta- responde, muy cortada. Era extraño en ella, ya que
siempre tenía algo a decir. Explora las paredes, fijándose en su fina
decoración. Le podría contar tantas cosas, hablarle de paraísos perdidos; pero
no era aquella hora para abrir la flor que nacía en su interior. Aunque,
tampoco le gustaba mentir a la gente que le importaba.:- Un cambio de aires.
Después de regresar de “Kaikas”,me sentí vacía. Tampoco me veía viviendo en
Vilafranca.
M:- ¿ Es de donde eres?- se interesa la pediatra.
NA:- Bueno, yo me considero parte del mundo- le comento; y empezó a
narrarle una parte de su vida. Sus padres había trabajado por una Onege, y
habían vivido bastante tiempo en Bruselas. Incluso habían estado residiendo en
Holanda, por Barcelona. – Por decirte la verdad, no me siento muy española. De
hecho, no sé donde terminare estableciéndome.
M:- Esto es cierto- comenta, entristeciéndose, al recordar como aparco su
viaje a aquella ciudad.- Yo cuando vine aquí, huía. Encontré trabajo a Hospital Central, y fue mi trampa.
NA:- Fue allí, donde conociste a Ester,¿No?- se interesa, percibiendo aun
dolor por aquella perdida. Se sostienen las miradas, y se comunican silenciosamente. A Maca, no le apetece compartir sus
sentimientos. Hace días, que a aprendido a no verbalizarlos. – Sabes, a partir
de hoy empezaré a trabajar en Hospital Central- le comenta, cambiando de tema.
Maca, se alegra, sus dedos no paran de tocar un anillo que lleva en la mano
izquierda.
M:- Perdona- le pide disculpas, dándose cuenta de qué esta siendo
descortés. Pero la jovial catalana no muestra signos de enfadamiento. Su rostro
esta lleno de paz, tranquilidad, de infinita comprensión.-Por cierto, te han
hecho un contrato de 6 meses...
NA:-No, en principio de 3 meses.- le empieza a contar.
M:- Por cierto...- la interrumpe- ¿Dónde te hospedas?
NA:- En un hotel.- responde.
M:- No pienso permitir que te estés allí, sola y en una ciudad nueva.- y
sin más, la invito a instalarse en el apartamento con ellas. Nadia no quería
aceptar. Ya lo había pensado en pedírselo. No obstante, no quería aprovecharse
de su amiga. Aunque lo que más deseaba, del mundo, era tenerla a su lado. – No
me digas que no, por favor.- bonitas palabras, que podrían encantar a
cualquiera. La mirada de la pediatra era limpia, realmente deseaba su compañía,
hacerle la instancia a Madrid más agradable.
NA:- De acuerdo, pero por unos días- remarco con firmeza. No quiere que
Maca note lo que siente por ella; ni mucho menos quiere presionarla.- Gracias
por tu invitación.- siguen haciendo tertulia durante un ratito, y Nadia se va a
recoger la maleta en el hotel.
Al cerrar la puerta del
apartamento, Maca se apoya en la puerta. No sabe si ha hecho bien en invitarla.
Tampoco la conoce muy bien. ¿Por qué ha de desconfiar de la chica? En “Kaikas”
se porto muy bien con ella; fue su muleta, le ofreció generosamente el hombro
para que llorara, larga y tendidamente. ¿Qué había de hacer? Permitir que
estuviera en un hotel, sola y en una ciudad nueva, sin amigos. ¡No, eso no iba
con ella! Después de la breve reflexión, se dirigió a la habitación de
invitados para informar a Encarna de qué Nadia estaría unos días con ellas.
M:- Espero que no te importe compartir la habitación con ella- le comentó;
por suerte que aquella habitación disponía de dos camas.
EN:- No, no me importa.-exclamo inmediatamente.-¿Se quedará mucho tiempo?-
pregunto, más que nada por cotilleo.
M:- El tiempo que necesite, se quiere buscar un piso de alquiler- le
comenta. Se sienta en la otra cama; necesitaba hacer una siestecita y al fin se
agita.- ¿Qué te ha parecido la chica?- le pregunta de repente.
EN:- ¿Por qué le preguntas?- no sabiendo a que venía aquella pregunta.
Tenía la impresión de qué su nuera temía algo. Al no responder, opto por darle
su opinión:- Me ha caído muy bien. Una persona educada, simpática, hermosa,
inteligente....
M:- La verdad es que sí. Lo más hermoso de ella es su interior- reconoció.
EN:- Cierto; y que te ha hecho reír muchas veces- señalo-Eso esta bien; y
más por el embarazo.- mira a la Wilson, temiendo su reacción ante sus
insinuaciones. Parece más allá de lo que esta diciendo; aun así sigue:- Me
alegro que haya aterrado a Madrid. Ya empieza a ser hora que te des cuenta que
la vida sigue, que al exterior hay otras personas...- se tira a la piscina de
lleno.
M:- ¡Por Díos...Encarna...!- empieza a protestar por su comentario.- ¿Qué
me estas sugiriendo?- la mira implorante. No, no quería escuchar más aquella
idea. Ester continuaba bien viva, no pensaba borrarla de su interior de un día
para el otro.-Mi corazón ya tiene un dueño; y lo sabes muy bien.- no pudiendo
evitar ser severa con su suegra.
EN:- Perdona hija- se disculpo, ya habiendo captado de lleno su mensaje.
Un amor claro y oscuro
Nadia, no esta convencida en
terminar de aceptar la propuesta de Maca. Su corazón le dice que no tiene de
desaprovechar aquella generosidad del destino. Odia esta palabra; no quiere que
rija su vida. Aun así, es llenamente consciente de su influencia. Sus raíces,
su lazos con la familia Monsolís la había perseguido. No podía borrar aquello,
que su padre era un Monsolís. Ni que la hubiesen mantenido, prácticamente, toda
su infancia y preadolescencia alejada de aquel mundo. Hasta que la crueldad de
su destino, le dejo sin su padre. Fue otra victima más de su psicópata primo.
Quizás fue una prueba más de qué los genes también influyen en nuestra forma de
proceder.
A la chica no le gustaba recordar
las tragedias familiares. Jamás había hecho mala sangre. Pero era difícil
olvidar que era hija de Gabriel Monsolís, hijo de Matéu Monsolís que resulto
ser otro asesino; según le explico su madre. Luego tampoco podía obviar, que la
mayoría de sus tíos y tías eran muertos. De hecho, algunos ni los había ni
conocido. Siempre le resto buenos recuerdos de su tía Mariona, la hermana
melliza de su padre. De hecho, porqué ellas dos, si siguiera con vida, tendrían
algo en común: su homosexualidad. Fue una perdida que le dolió a su tiempo, y
aun le seguía haciendo daño.
La fatalidad iba pegada a su
familia paterna. Había aceptado sus orígenes; pero ello le había conllevado
arrastrar una pesadísima cruz. No quería hacer daño a nadie, no quería
arrastrarse a las inmensidades del amor, de la obsesión. Quería mantener los
pies al suelo, intentar hacer el correcto. No quería ser victima del destino,
no quería cometer los mismos errores de sus antecesores.
Una vez vio volar algo, alejarse
muy lejos de ella, de sus dominios. En una playa lejana, pero a veces muy
cercana; como si la tuviera en la palma de la mano. Aquella atardecer, aquel
día...
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