La hermosura y fragilidad de las
mariposas (19)
ERES MI PASADO, MI PRESENTE Y MI FUTURO
(1)
El mañana ya estaba a la esquina, y se
aprende a andar de nuevo. Cada día envejecemos, somos más cojos y es un
auténtico reto mantener el duende que alberga en nuestro interior.
Valeria lo estaba consiguiendo, empezaba
a relucir de nuevo. Salía a diario, paseaba, quedaba con sus amistades,
visitaba a sus padres... Disfrutando, como nunca, de sus vacaciones.
Indirectamente, por ella era una forma de estar con Nadia.
Maca y Esther eran felices por su
recuperación, aunque algo tristes, porqué empezaban a creer imposible su
reconciliación. Nadia seguía con sus
progresos, probablemente en septiembre ya andaría; y se interesaba por Valeria,
sin manifestar intención de regresar.
E:- ¡Ya somos finales de agosto!-
exclama horrorizada la enfermera, sentándose en el sofá. Maca la escucha
divertida, entre sus brazos tiene Estrella que le sonríe.- Después de las
vacaciones en Cataluña, tocara retorno al trabajo...
M:- Niña, no me hables de ello...- dijo
con desgana.- Debemos aprovechar el tiempo el máximo. ¿A que sí, Estrella?- le
realizo dos besos en sus rozados mofletes.
Se sentó, de nuevo al sofá y se la paso a Esther.
E:- Mi niña...mi tesoro. ¿Te apetece ir
a visitar a tu madrina Nadia?- moviendo la cabeza, mimosamente. Estrella no
paraba de reír, y con sus diminutas manitas trato de pillarle el pelo.- Me
parece a mi, que serás muy traviesa...
M:- ¡Eso es que se parece a ti!-
siguiendo la broma. Esther, sin pensarlo, cogió un cojín y se lo tiro por
encima.- Tu no pierdes ocasión, aunque
hoy haré los ojos grandes.- dice, y luego le saca la lengua.
E:- Por Dios, que forma de mal educar a
tu hija- le regaña cariñosamente, tapándole la cara con su mano libre.
Iniciando, así, una cadena de juegos verbales, mientras Estrella parecía feliz
de tenerlas como madres.
Maca se pone seria de repente, y se la
queda mirando seductoramente. La luz del atardecer, que se filtraba al interior
de su hogar, le daban un matiz cálido. Su niña hermosa, que tanto la hizo
sufrir allí, a unos centímetros de ella. Aún que ya habían transcurrido dos
meses del reencuentro, no había días que se estremeciera. ¡Era tan afortunada!
¿Qué haría sin ella? Sus ojos se le
humedecieron, y se le acerco. Esther, preocupada la acuno con su brazo libre.
Pensó, que se sentía triste por sus amigas. Le acaricio el rostro, y le fue
dando besos en el rostro.
E:- ¿Qué te ocurre, cariño?-le pregunto
llena de ternura, se separo unos palmos de ella, contemplándola dulcemente.-
¿Te has acordado del pasado?
Maca respondió, moviendo la cabeza
sutilmente; a la vez que se le escapo la sonrisa. Se conocían tan bien, que
eran capaces de comprenderse sin hablar. Se le acerco, y le robo un beso.
Seguidamente, se levanto rápidamente, ante su desconcierto. Esther se giró y
siguió sus gestos, intrigada. ¿A dónde iba? La vio dirigirse a su habitación...
E:- ¡Vaya, que traerá de cabeza!- le
susurra a Estrella. Su rostro es algo cómico, y de pillina. En realidad, esta
pensando en Teresita; en aquel preciso instante la podría hacer servir de
espía. Aunque también podría levantarse ella, y seguirla. Al fin, decidió
esperar. Quizás pretendía estar unos minutos sola...
Maca no tardo en regresar, sus ojos,
libres de lágrimas, brillaban con mucha intensidad. El amor se sobresalía de
todo su ser, y reflejaba algo de impaciencia. Sin preámbulos, le cogió Estrella
y le dio una carta. La enfermera, se quedo con la boca abierta.
M:- Estrella, este momento ha de ser
histórico. ¿Me ayudarás a qué sea especial a qué si?- le dice a su hija,
mientras mira de reojo a su pareja. La cual ha enrojecido algo, aún tiene el
sobre inmaculado entre sus manos.
E:- ¿Qué será?-pregunta, manteniendo el
misterio. Lo acaricia, y siente el aroma de perfume preferido de la pediatra.
El corazón le empieza a latir, los dedos le tiemblan. Quiere romper el sobre y
descubrir la sorpresa. Piensa que son unas entradas al teatro, o algún viaje
especial.
No es nada de todo aquello, ante ella
aparecen dos hojas verdes y perfumadas, escritas por los dos lados. De
inmediato reconoce su letra, de doctora. Ríe por debajo la nariz, y levanta la
mirada para reunirse con sus ojos. Le dice gracias por aquel detalle, haciendo
que su relación sea más mágica y romántica.
Estrella empieza a llorar, Maca trata de
tranquilizarla. Pero es en vano, necesita que le cambie de pañal. Esther se
levanta, con intención de ir ella. No obstante, no se lo permite.
M:- Tranquila, ya lo hago yo.- y
regalándole una de sus espléndidas sonrisas,
añade con salsa:- No quieras tu disimular... Te mueres para leerla... –
y se marcha, mirando su reacción. En parte, era mejor así... aunque también era
bonito mirarla cuando estaba tan concentrada.
La enfermera la observa como se marcha,
divertida por sus gestos. Y respira hondo, con ansias de consumir la carta
entera. Y se funde en cada palabra, nada más empezar a leerla. Se sumerge en un
reino mágico, lleno de emociones.
“Querida Esther,
No sabes hasta que punto me importas, te
quiero... Nada más verte ya me gustaste, aunque fui muy borde contigo. ¿Por
qué? Mi pasado aún me pesaba, y una de mis normas era no enamorarme de ninguna
compañera de trabajo. ¡Pero ya ves! Hay pocas cosas en esta vida que no se
pueden controlar.
El miedo inundaba todo mi ser, aunque
tal como soy quizás piensas que soy una persona segura, valiente... Nada de
esto. Ya hacía tiempo que tenía asumida mi condición sexual, luche mucho
conmigo misma para dejar de sentir lo que sentía, por amarte...
Yo sentía tantas, tantísimas cosas por ti...
cada vez que te veía de lejos, o te me acercabas, cuando me hablabas ni que a
veces fueses distante conmigo. Cuando te ibas, y cada instante compartido me
sabía a poco. Quería y dolía, porqué sabia que quizás sería una historia
imposible, que terminaría siendo otro de tantos amores míos platónicos.
Si, no te lo niego, al principio sufrí
mucho. Quería arrancarte de mi cabeza, y no podía. Más aún cuando nuestra
relación se iba estrechando. Intente verte como amiga, me abrí completamente a
ti. Me sentía tan a gusto a tu lado, pero cada vez se me hacía más difícil
ocultar mis sentimientos. Debía escoger asfixiarme con ellos, o poner distancia
o bien arriesgarme.
Cuando en la salita de personal te
fugaste de mi, me sentí morir. No sabía que era peor tu rechazo o perder tu
amistad. Me sentí fatal por dejar que mi deseo se manifestara en su esplendor.
Llegue a pensar que mis ilusiones, por estar contigo, me habían cegado y hacer
leer en tus ojos mensajes que jamás se hallaban en tu interior.
Ya ves... a donde hemos llegado...¿Muy
lejos? ¿Te lo imaginabas? Yo no, cuando me enamore de ti, en el fondo, ya sabía
que no tenía la suerte de cara. Esther, mi amor, sin ti no soy nadie... No me
hace falta nada más. Tu y Estrella sois las personas que más quiero en este
mundo.
Me hacen falta palabras, para decirte
todo lo que llevo dentro. Te miro y me derrito. Hay días que me parece todo un
sueño. Hemos recorrido un largo sendero, muy largo, abrupto...y mi amor por ti
se ha incrementado. Me espanta lo que siento, porqué se que cuando me faltes,
todo mi ser morirá contigo.
¿Recuerdas aquella noche, que te invite
a cenar cuando aún no estábamos juntas? Yo aún sí, como si fuera ayer mismo.
Estaba hecha un flan, la angustia me invadía. No podía evitar mirarte a los ojos,
esperando que tu me correspondieras. Aquel contacto de manos accidental, tu
sonrisa. Ya te hubiera abierto mi corazón y dicho lo hermosa que eres.
Eres la mariposa más hermosa de la pradera,
del universo. Eres el ser que me complementa, y espero compartir el resto de mi
vida junto a ti. Valeria, últimamente me ha hecho pensar. Aunque al principio
la juzgue duramente, sin remisión... No entendía que en nombre del amor hubiese
cometido tal atrocidad.
Ahora creó que su plan, pretendía ser
una prueba de amor. Me pregunto, basta con decir te quiero para mostrarte
cuando te amo. Es algo esencial, pero también importa demostrártelo a diario,
con pequeñeces. Y ante todo, teniendo un cierto grado de locura, confianza y no
dejar nada por sentado.
Yo no se como reaccionaría si llega un
momento, que te empeñaras a que te deje, igual como hizo Nadia con Valeria. Me
volvería loca. Quiero estar a tu lado para lo bueno y lo malo. Prometo amarte,
respetarte, escucharte hasta que la muerte nos separe. ¿Esther, quieres casarte
conmigo?
Mi hermosa flor, mi compañera del
alma... cuando estoy contigo me siento como una pequeña hormiguita. Mi corazón
anda salvajemente, sintiendo que tu, solo tu, eres su dueña. No hay brechas, no
hay manchas... te conozco con los ojos cerrados. Eres mi epicentro y mi
destino.
No quiero pedir nada más a mi destino,
ni al futuro. Nada más seguir creciendo a tu lado, compartiendo algo tan
maravilloso como acompañar a nuestra hija en el duro camino de la vida. No
necesito ninguna prueba de amor, aunque es algo que se ha de regar a diario...
Y es algo que pienso hacer, porqué no quiero perder lo más bonito que me ha
sucedido en mi vida.
Cásate conmigo, aunque solo es una
formalidad. Aunque debe de ser un día especial, inolvidable. Baila conmigo el
vals, abrazadas, sintiendo tus dedos entre los míos... Como la magia de nuestro
primer baile. ¿Te acuerdas?
Bailando en la oscuridad, muy cerca... Hacía
poco que salíamos juntas. Tu aún tenías muchos miedos, aunque en el ascensor me
sorprendiste con tu cálido y pasional abrazo y beso.
Nuestro primer baile. Parecías tan cohibida y
tímida, entre todas aquellas desconocidas. Quise llevarte allí, porqué te
sintieras cómoda y pudiéramos expresar nuestros sentimientos libremente. Quizás
conseguí el efecto contrario, intimidarte. Te entendí, no es fácil darte
cuenta, de repente, sentirte atraída por una mujer.
Amor mío, fuiste muy valiente. Por
encima de todo, aceptaste tus sentimientos y luchaste en consecuencia. Se
valiente y hacemos el gran paso, casarnos. Mi amor, lo haría todo por ti.
También me puedes inquirir, porqué ahora... Porqué te amo, y lo hago pensando
en nuestra hija. Así, si algún día me pasa algo... estará legalmente emparada.
No es la primera vez que hablamos, y
como siempre te muestras reticente. Aunque, en una cosa tenías razón... cuando
te lo propuse por primera vez, no era el momento indicado. Pero Nadia, esta
mejor... Y además, estoy segura que se sentirá feliz por nuestra decisión.
Esther, quiero ser tu esposa, serte
fiel, cuidarte eternamente... Te quiero con toda mi alma, y te querré hasta que
mi corazón deje de latir. Espero que dure hasta avanzada edad, para envejecer
juntas y conocer nuestros nietos. ¡Dios mío, que romántica me he vuelto!
Siempre tuya, pase lo que pase ...
MACA
E:- ¡Dios Maca, yo también te quiero con toda mi alma!- exclamo la enfermera, tras terminar la carta. Sus ojos estaban llenos de lágrimas. Cerro la carta y se iba a levantar, para reunirse con su amor y estrecharla, entre sus brazos, con todas sus fuerzas.
E:- ¡Dios Maca, yo también te quiero con toda mi alma!- exclamo la enfermera, tras terminar la carta. Sus ojos estaban llenos de lágrimas. Cerro la carta y se iba a levantar, para reunirse con su amor y estrecharla, entre sus brazos, con todas sus fuerzas.
Comentarios
Publicar un comentario