¿ QUIÉN
ERES PAOLA JAMES?
Eran las
cuatro de la tarde en punto, los termómetros marcaban la temperatura máxima de
aquel día veraniego. En apariencia era igual que cualquier otro. Aunque en él
se estaban creando planes de acción, tramas, estrategias que quizás, muy
pronto, nacerían y saldrían a la superficie.
Lejos de
aquella caldera hirviendo, dos mujeres dormían placidamente, felices, en medio
suyo había su hija. Era un bonito retrato familiar. Allí donde las veías,
parecía mentida lo mucho que habían luchado para estar juntas, y ser una
autentica familia.
Una de
las dos madres abrió los ojos paulatinamente. Una vez adaptados los ojos a la
luz tenue del entorno, se quedo hechizada contemplando a su hija y a Maca. Se
sentía la mujer más afortunada del mundo.
Puso una
mano en el cuerpecito de Estrella. Qué frágil que era. Pero el tiempo correría
veloz, y pronto empezaría a gatear y hacer trastadas. Y si parecía a ella
cuando era pequeña, podía ser tremenda. Se rió silenciosamente, intentando no
despertarlas.
De hecho,
ya empezaba a mostrar su identidad. Se te quedaba mirando con sus ojazos
marrones, igualitos a Maca. Eran tan expresivos, y mostraba mucha curiosidad e
interés por todo. Sí, seguramente sería una niña muy espabilada. Ya empezaba a
vocalizar algo, y le encantaba su chupete y el osito Mimitos. Aunque muchas
veces, terminaba lanzándolo por el suelo.
El rostro
de Esther era la fotografía perfecta de la felicidad. Creía que en su deposito
ya no podía caber más dicha. Trato de dormirse otra vez, no quería despertarlas
sin querer. No obstante, su sueño ya se había despedido.
Se
incorporo un poco, continuando observando las bellas durmientes. Estaría todo el tiempo de su existencia
haciéndolo. Una inquietud se adueño de su ser de repente. De hecho recordó su
idea de investigar a Paola James. ¿Cómo era que se había olvidado de ello?
Se
levanto de la cama, lentamente. Era el momento indicado para empezar su
búsqueda. Aunque también faltaban muchas tareas domesticas por hacer. Pero
aquello también era importante. En unos
instantes se quedo en blanco. Era el
choque frontal con su buena voluntad y darse cuenta de su limitación en
recursos.
Una alma
caritativa se compadeció de ella, y la ilumino. Sus ojos se dirigieron, por
inercia, hacía al cajón donde Maca guardaba su portátil. Había tenido una idea
felizmente encontrada. Si Paola James era una pintora famosa, seguro que
hallaría weeps dedicadas a ella.
Se movió
con ligereza y suavemente, intentando no hacer ruido. Lo cogió y regreso a la
cama. Si la memoria no le fallaba, el ordenador disponía de aquella conexión a
Internet que no hacía falta conectarla al teléfono. ¿Cómo se llamaba?
¿”Bifer”...? ¡Qué más daba su nombre! Era una pijada de Maca.
Ya era cómodo tener un portátil, ya que lo
podías usar a donde quisieras. Más lo era, poderte conectar a Internet en la
camita. En pensar aquello, un mal pensamiento se apodero de su voluntad. De
inmediato se regaño:
"Esther,
Esther que te lo estas ganando... eres una celosa incorregible. No creo que
Maca sea una mujer que le guste chatear ni ligar a través de la red. A parte,
Internet también es una fuente de conocimiento. Eso si lo sabes emplear bien. A
ella le encanta realizar artículos y reciclarse. Si lo supiera en qué estoy
pensando...jaja "
Espero
hasta que el Windows 2000 se hubiera ejecutado, y localizo opción: conectarse a
la red. Mientras espera de nuevo, no evita acariciar el rostro de la pediatra.
La cual lo percibe y deja ir un suspiro largo, y mueve la cara, como si
quisiera captura su mano o prolongar la dulce caricia. A lo mejor, piensa, lo
esta soñando. Quita su mano, y se concentra en el ordenador, consciente que si
sigue la despertaría.
Una vez
esta conectada ya no hace falta buscar la página del buscador google. Ya que la
pediatra la tiene como página de inicio.
Mira de reojo a su pareja, dedicándole una sonrisa y empieza a escribir
lo que desea encontrar.
"Paola
James, pintora inglesa"
Otra vez,
esperar ... no obstante, en aquella ocasión no mucho. Ante ella unos diez
archivos y unas cinco páginas. Empieza a leer la primera weep, en la cual pone
el nombre de la pintora y decide entrar.
Ante ella
aparece una ventana, donde tan solo hay una lista de pintores. No puede extraer
ninguna información adicional. Bueno el primer callejón sin salida que se
encuentra. Suspira largamente, le fastidia hacer aquel proceso de recerca.
"Vamos
Esther, para adelante... ¡Es qué tienes un aguante!", se recrimina, y lee
la siguiente opción. Al fin, decide ignorarla. Necesita localizar una weep
dedicada, en exclusiva, a la pintora. En la tercera página parece que es la que
desea. No obstante, otra salvedad le irrita: weep no disponible por los
momentos.
Se pasa
unas manos por su pelo con resignación. Hay que seguir, parece que este
realizando el camino de Santiago. Aunque quizás, esta ruta sea mejor que perder
el tiempo buscando por allí. Lo máximo que va encontrando, es información
general... Pero, de momento, ninguna información sobre su vida ni ninguna
imagen suya.
"Quién
eres Paola? ¿Cómo eres? Según he ido viendo tan solo hace dos años que
empezaste a triunfar...", iba sintetizando en su interior. Siguiendo una
intuición, cambio las palabras de búsqueda: Paola James, bibliografía. A veces,
era cuestión de afinar la tarea de recerca.
Otra
lluvia de weeps relacionadas con los ítem pedidos inundo la pantalla. Algunas
generales, tipo: bibliografía de famosas, imágenes, gente con el apellido James
pero que no eren pintores. Se frota los ojos, ya empieza a estar harta. Quizás
al ser un artista novata no disponía de muchas páginas por la red. Ella de
hecho, jamás había escuchado su nombre.
Existe el
dicho: "Quien la sigue, la persigue lo consigue". Y el que tiene tozudez y lucha por lo que
quiere lo alcanza. Aunque esto es relativo, a veces es difícil que todos tu
deseos se cumplan. Pero jamás sabrás si algo se puede realizar, o convertirse
en hecho real, si no lo intentas.
Gracias a
su insistencia, al negarse a salirse de Internet si hallar nada, encontró lo
que buscaba. Además casi fue una revelación divina. Después de leer varios
títulos idénticos, halló uno de original y que no dejaba espacio por la duda.
"
Paola James la pintora revelación del siglo XXI. Creativa y profundamente
comprometida en causas sociales. Parte de su vida..."
Esther no
dudo en acceder en ella. No tardo en cargarse, y apareció la página de inicio.
Su logotipo era una imagen de una mirada, situada debajo del título weep. Una
mirada que la impacto, no tan solo porqué era preciosa, sino porqué le era muy
familiar. ¿De qué le sonaba?
¿ Podía
ser de la pintora? ¿Sería posible que la conociera? Aquellos ojos verdes muy claros, felinos y
algo achinados... Un nombre cayo del
cielo, como si fuera una estrella fugaz. Tal fue el impacto, que lo termino
diciendo en voz alta.
E:- ¡Valeria!-
inclina la cabeza, lo más próximo que puede, en la pantalla. La imagen, como es
lógico, se ve difuminada. Trata, entonces, de ampliarla pero no puede hacerlo.
- ¡No puede ser! - no puede evitar decir fuerte.
Al final
consigue despertar a la pediatra. La cual abre los ojos de repente, alarmada:
¿qué le pasa a su amor? Su mirada, se dirige de inmediato a Esther, esperando
encontrarla bien. La ve muy pensativa, con los ojos clavados en el ordenador.
Se pregunta:
"¿Qué esta haciendo? Algo le ha captado la atención
completamente. Ni se ha percatado de qué estoy despierta. ¿Qué será? Mm... No
sé. He creído escuchar el nombre de Valeria. Mírala que hermosa que esta tan
concentrada...ahora mismo la cubriría de besos. "
Maca, no pudiendo resistirse por más tiempo, se
incorpora silenciosamente, y se inclina hacía ella. Se le acerca y le aparta,
dulcemente, el pelo hasta dejar al descubierto una parcela de su cuello suave y
cándido. No se inmuto ni un pelo, parecía estar en la luna de Valencia.
Sus labios
se dirigieron directos a aquella diana tan apetecible. Y aquel fue el gesto que
despertó a la bella durmiente. Aunque el principio, tubo algo de cosquilleo y
movió la cabeza. Maca no se rindió, y profundizo la caricia.
E:-
Mmm...- suspira la enfermera, cierra los ojos viviendo llenamente aquel
torrente de sensaciones.- ¿No será esto un sueño?- y su frase, algo cómica,
pone fin a los pequeños besos que iban cayendo, como gotitas, en su nunca.
M:- ¿Tu
qué crees?- le pregunta con tono irónico.- ¿A caso padeces sonambulismo?-
riéndose por ello, realmente parecía estar durmiendo con los ojos abiertos.
E:- No. ¿Anda ya, por
qué no sigues?- le suplica, sus ojos aún permanecen cerrados.
Maca, se
inclina más y le roba un beso en los labios. Otra sorpresita por la enfermera,
ya que esperaba las deliciosas sensaciones por la nuca. El beso es largo y profundo, pero las dos se
paran simultáneamente. Son conscientes que si siguen, la sinfonía de sus
corazones iría in creciendo. Con su hija al lado no querían hacer nada.
La
pediatra, coge a Estrella en brazos y se sienta más cerca de Esther. Y se
interesa por lo qué esta realizando con el ordenador. Le enseña la fotografía
de aquella mirada, y de inmediato llega a la misma conclusión.
M:- Yo
sin duda, creó que es la mirada de Valeria.- mostrándose muy segura de ello. Se
siente muy impaciente, y clica entrar en la weep.
E:-
Siento haberte despertado- se disculpa, y le confiesa que aquella imagen la ha
descolocado un poco.- Pero bueno, tampoco es extraño... Paola James y ellas dos
se conocen, ¿no?
M:- No te
preocupes- le quita importancia.- Pero vaya el susto que me ha dado mi niña. ¿A
qué si Estrella?- dirigiéndose a su hija, pero se lo dijo muy flojo para no
despertarla. No obstante, quizás se necesitaría una bomba atómica para romperle
su placido sueño.
En la
parte izquierda, de la página siguiente, aparecen varias opciones. Entre ellas:
biografía, mejores obras, exposiciones, proyectos sociales, entrevistas,
enlaces,... En la parte central, había 4 parágrafos de prologo. Maca toma la
iniciativa y los lee en voz alta.
"
Paola James es, con sus 28 años, una vocacional pintora con una prometedora
carrera. Los mejores críticos de Londres han valorado favorablemente sus obras.
Las cuales transcienden el arte, pretenden ir más allá de la mera exposición de
colores.
Sus
cuadros son parcelas de la sociedad, carteles de protesta, de realidad sin
disfrazar. Más de alguno se puede sentir identificado en ellas. Las drogas, sus
efectos devastadores, la incomprensión humana, las enfermedades que siembran la
humanidad de muerte y terror... ¿Cuánta gente ha convivido con alguna cosa de
estas?
A parte,
de expresarse mediante la pintura, ha colaborado en distintas campañas
publicitarias y de prevención contra las drogas. Se ha reafirmado en su lucha,
aportando su experiencia personal como adicta a sustancias nocivas. Consiguiendo ser una persona muy valorada,
respetada en Londres. Especialmente, por su valor y haber logrado vencer las
drogas.
Paola
James, pintora revelación del siglo XXI, se sumara con otros tantos artistas
preocupados por la sociedad, por la gente. Una pequeña voz que invita a la
reflexión. "
Esther y
Maca se quedan mirando, impresionadas por lo que acaban de leer. Así que el
demonio, que parecía aterrar, a Valeria empezaba a ser, o ya era, una
celebridad en Londres. Quizás todo aquello era puro marketin para promocionar
sus obras.
M:- Esto
parece muy apetitoso, incluso crea adicción...- bromea, y entra en la opción de
mejoras obras.- A ver si su arte es tan expresivo, reivindicativo como nos
quieren vender.- con pose algo desafiante.
E:- Ya
veo, te empieza a gustar poner las narices donde no debes- siguiendo la broma,
auque no estaban violando ninguna entidad privada.
Ante
ellas aparecieron muchas ventanitas, y poco a poco se iban cargando las
fotografías de sus pinturas. La primera en salir fue la imagen de bien venida
de la red. ¿Así que era una pintura suya, no era ninguna fotografía? Estaba muy
bien conseguida.
E:-
Dibuja y pinta bien- admitió la enfermera.
Maca le
dio la razón con un gesto con la mano. Estaba muy concentrada explorando
aquellas pinturas. Le gustaba el arte, y tampoco era que entendiera mucho. El
estilo de Paola era abstracto, y le encantaba mezclar formas de objetos reales
con elementos discordantes.
En cierta
forma parecía un sin sentido, como a veces pasa en las obras abstractas, tipo
Picazo. No obstante, transmitían mucho contenido, incluso eran capaces de
producirte dolor de barriga.
El
estomago se encogía, la cabeza parecía desprenderse del cuerpo, o
desengancharse de la realidad, teniendo una
falsa ilusión de estar volando, en suspensión. La mayoría de aquellos
síntomas eran experimentados en estado de trance, inducidos por drogas. También
fue capaz de reconocer el síndrome de abstinencia...
M:-
¡Dios, Paola James realmente fue una drogadicta!- afirmo con mucho aplomo. La
enfermera de su vida se la quedo mirando, diciéndolo: ¿Como puedes tu saberlo?
Cualquiera puede saber los síntomas causados por sobredosis, el síndrome de abstinencia...-
Por los sentimientos que hay impresos en sus telas, por el dolor y oscuridad
que emanan.
E:-
Quizás tengas razón, además ella misma lo ha reconocido- dándose por vencida.
Se calla, y se entretiene de nuevo contemplando aquellas obras algo violentas.
La
pediatra también esta absorta en ellas, estudiando cada detalles. En realidad,
hay algo que le ha captado la atención. Pero no sabe muy bien el que. Era como
si viese una continuidad entre todo ellos, aunque los escenarios y los colores
eran distintos. ¿Qué era? ¿La luz?
La Luz
era esencial, en algunos era muy presentes y en otros la gran ausente. Incluso,
había que estaba distribuida. Quizás se trataba, que todos, más o menos
acariciaban el mismo tema. Se canso, pensaba que eran paranoias suyas.
Sus ojos
se reencontraron con la mirada verdosa, que tanto le recordaba a Valeria. Si,
seguro que era ella. Lo que le capto la atención fue la fecha de creación del
cuadro: mayo, 2005.
Si aquello era cierto, era imposible que la
inspectora le hiciera de modelo. Quizás se había valido de una fotografía, o
del recuerdo. De todos modos aquel retrato probaba que seguía amándola. Si más
no, le tenía mucho aprecio.
E:- ¿Pasa
algo cariño?- le pregunta, esta impaciente; intuye que su pareja acaba de descubrir
algo. Esta algo escéptica, no cree que aquellos cuadros les digan más de lo que
ya saben. Era para reírse, ellas dos tratando de descubrir un crimen a través
de la interpretación de obras de arte.
Maca no
responde. Estaba sumergida en aquellas imágenes, tratando de localizar la clave
común. Se repetía una y otra vez: venera a los ojos verdes, le encantan o los
menosprecia. Vuelve a estudiar las obras, teniendo los ojos entre ceja y ceja.
Y por fin todo empieza a encajar.
M:-
¿Esther no lo ves?- le pregunta, pero la aludida esta perdida. Parece que
hablen en distintos idiomas.- Los ojos verdes están presentes en todas sus
obras.- y se lo demuestra, localizándolos en cada cuadro.
Efectivamente,
aquellos ojos felinos aparecían en cada obra. Más o menos dibujados o
disfrazados en un universo significativo. Eran como testimonios silenciosos, de
lo que se estaba diciendo con el lenguaje visual. Como cómplices pasivos de
aquel proceso de destrucción. También podían interpretarse como el único
elemento cuerdo de aquellas composiciones.
La mayoría de críticos afirmaban que era la
firma de la pintora. Eran unos ojos misteriosos, que habían captado la atención
de sus adeptos. Dando lugar, ante aquellas situaciones, a multitud de
especulaciones. La mayoría estaba de acuerdo, de qué se trataba de un antiguo
amor. Otros, afirmaban que debía de ser alguien que le ayudo a salir del pozo
de las drogas. Especialmente, por la firmeza de la mirada verde, que es capaz
de transmitirte fortaleza, serenidad.
Paola James era una persona muy transparente, al
menos así lo parecía en las entrevistas. No se escondía de su adicción, y su ex
preferencia por la cocaína o cualquier droga de diseño. Y también fue capaz de
confesar, sin ningún reparo o atisbo de vergüenza, que había sido condenada por
posesión y venda de drogas.
Aquella
revelación impresiono a nuestras niñas; y comprendieron las dimensiones de su
fama. Jugo con una arma de doble filo, y le salió bien. Pudo esconderse y
triunfar igualmente. Pero no lo hizo, afronto su pasado evitando con ello los
periodistas hurgasen en su vida y disfrutasen sacando sus trapos sucios. Quizás
porqué sabia que no se puede negar de donde procedes o vienes.
Maca y Esther se engancharon a la weep, trataban
de gastar todos sus recursos. No obstante, a parte de los antecedentes de la
pintora, poco más obtuvieron de ella. Antes de cerrar, entraron en la opción:
videos - selección de sus mejores entrevistas.
La
primera de ellas, pareció más un monologo que una entrevista. Debía de ser un programa
sensacionalista, donde el presentador iba interrogando al invitado y este iba
respondiendo con absoluta libertad. Se grababa sus expresiones y sentimientos,
las cuales tenían un papel primordial.
Nuestras niñas prestaron suma intención, tratando de conocerla.
(...)
ENT:-
¿Cambiaría algo de su pasado?
PAO:- Es
la pregunta que se realiza la mayoría de personas- realiza un suspiro largo,
parece que se ríe de ella misma. No obstante, su rostro esta muy serio.- Ahora
se las consecuencias de mis actos. Me podría excusar diciendo que era joven y
muy irresponsable. ¿Disculpa eso el hecho de drogarme? Yo ya sabía lo que
tomaba era malo, pero creía que podía dominarlo.
Sí, es
cierto. Como lo cree la mayoría de gente que es adicta. Más aún con la gran
campaña que se esta realizando. La verdad, vivir lo que viví fue mi cruz. No me
gusta lamentarme de mis errores. Los cometí y los acepto. Y trato de aprender
de ellos, que es lo más sano que puedo hacer.
ENT:-
Usted y su gran entereza, con la cual afronta su pasado, la convierten en una
persona digna y muy valiente. ¿Qué les diría a los jóvenes, a los adictos a
sustancias nocivas?
PAO:- Los
entiendo, es muy fácil empezar. De hecho solo basta con un sí y disponer de
dinero. No obstante, las drogas se apoderan de tu voluntad, de tu capacidad de
elección. ¿A cambio de qué?- se calla, su mirada carbón sigue fija en el
objetivo de la cámara. Espera que alguien responda, o trata de encontrar las
suyas.-
A cambio
de cinco minutos, un cuarto, media hora o horas... de placer, de olvidarte de
tus problemas. Recuerdo las juergas de cocaína, esnifar y venga esnifar. Sí,
noches locas y a la mañana siguiente despertarte en un sitio desconocido.
Los
viajes de las drogas duran poco. Luego padeces sus efectos desagradables. El
síndrome de abstinencia que te recuerda, en letras mayúsculas, que no puedes
escapar de la prisión en que te has escondido, conscientemente.
Va para
todos, no queráis ser progresistas, no queráis crecer haciéndose los chulos. No
buscáis, tampoco, solución a vuestros problemas en las drogas. Ellas no curan,
sino matan. Se que el mundo es oscuro, sentís frío, os encontráis solos... Pero
tened el valor para pedir ayuda.
ENT:-
Usted es muy firme y comprometida con su lucha. Me permite una pregunta, ¿Qué
le llevo, a usted, a consumirlas?
PAO:- Es
triste admitirlo, pero fue una mezcla de todo.- el presentador realizo el
ademán de interrumpirla, pero siguió como si nada.- Por aquel entonces, me
creía una persona feliz. Lo tenía y no tenía todo. Era joven y quería
progresar, ser pintora. A mi lado había una persona maravillosa, que perdí por
mea culpa.
Agacho la
cabeza, hablar de aquel tema le seguía doliendo. Su expresión facial parecía
que era sincera. Volvió a mirar a la cámara, sus ojos estaban algo húmedos. No
obstante, jamás derramo ninguna lágrima
Aparentemente
no tenía motivos. Pero ahora soy capaz de nombrar varios, entre ellos que me
desinhibían, me hacían más interesante. Me gustaba la falsa sensación de
seguridad, de qué la gente me adulara. Me olvide de los otros aspectos de mi
vida. Me olvide de la única mujer, que hasta ahora, ha sido capaz de quitarme
el aliento.
ENT:- ¿La
mujer, con una mirada verde muy hermosa? -
tratando resolver el gran misterio de sus obras. Paola se río por primera vez des del inicio de la
entrevista.
PAO:- Lo
siento mucho, pero hasta ahí llegamos. Es otra historia, aunque esta ligada con
mi pasado. Pero con ello me metería en una vida que no me corresponde. Es una
mirada que siempre tendré presente, y me recuerda lo que esta bien y lo que no.
La
fragilidad y hermosura de las mariposas (12)
OSCURIDADES
"La
oscuridad ha invadido mi existencia, ya no se si mis actos son los correctos.
No encuentro emparo en ningún lugar.
Quizás me equivoque, aunque lo realizo con mis mejores intenciones. Cuando llegue la hora de la
verdad, asumiré mi penitencia.
Yo tengo la
conciencia tranquila, porqué por encima de todo lo hago por amor. Sí, te amo. Y
con independencia de lo que ocurra, siempre te amaré ".
Julio, otro
mes que empieza a decaer. La tierra sigue girando y repitiendo sus ciclos
estaciónales. Incluso, esto cambiara con los años. De hecho, el cambio
climático ya empieza a ser una realidad.
Ya uno se
llevo consigo a unos extraordinarios animales, los dinosaurios. Y quizás llegue
a provocar la extinción del ser humano. Etiquetado, muchas veces, como el espécimen dotado de la
capacidad de pensamiento.
Nadia
deseaba que fluyera con rapidez. Aquellos días veraniegos nada tenían de
especial para ella. Se conformaba a permanecer inerte, pasiva a los hechos
diarios.
Valeria se
esforzaba en llenarla de mimos, amor, esperanza... Trataba de convencerla que
se erraba, su felicidad también estaba a su lado. Y no estaba equivocada.
Quería a la inspectora, y la había hecho inmensamente feliz. Aún así, sus
expectativas eran distintas.
No habían
vuelto ha hablar de su propuesta, parecía una conversación fantasma. En el
fondo, ya había predicho que no podría apartarla de su lado tan fácilmente. Y
en el fondo, ya tenía la solución menos dolorosa. Aún así, no estaba del todo
segura y algo la frenaba.
Meditaba en
todo ello, casi la mitad del día. Por las mañanas no fallaba a rehabilitación.
Su fisioterapeuta le exigía mucho, y prefería obedecerlo que tener mal de
cabeza por su culpa.
¿Muy
triste, no? La verdad era que sí. No obstante, también le hizo recordar que era
mejor hacer algo que quedarse con los brazos cruzados. Cuando se tiene la mente
entretenida, menos tiempo le resta para pensar en exceso. De todos modos, tus
inquietudes, tarde o temprano regresan. Sea en momentos de inactividad, de
espera...
Por la
tardes, una terapeuta ocupacional le realiza sesiones al propio domicilio. Era
una chica muy sencilla, poco habladora y muy profesional. Nadia ponía mucho
interés en sus consejos y enseñanzas de como desenvolverse con sus
limitaciones. Reconoce la importancia de ello, y trata de aprender el máximo.
La verdad
era que ser autónoma, poder hacer las cosas por uno solo es muy trascendental.
Valeria, también lo había tenido en cuenta, y había adaptado el baño, la
habitación para ayudarla a desenvolverse por si sola.
Realmente,
la dedicación de su pareja no tenía precio. Al principio, había creído leer
compasión en su mirada. Y aquello le había dolido. No obstante, trato de
justificarla y la comprendió. Si para ella ya era duro verse postrada en una
silla de ruedas, también lo era por la inspectora.
Maca, le
diría que era ella la quién, realmente, se compadecía. Quizás tuviese razón. La
terapeuta ocasional, le estaba demostrando que no era ninguna inútil. Y ella
también, empezaba a ver que no era el fin del mundo. Aún así, seguía
manteniendo ciertas ideas en la cabeza.
A veces el
destino te lo pone todo en bandeja, sin que uno tenga que mover ningún dedo. Y
eso, que has cremado horas utilizando el máximo número de neuronas para
solucionarlo. Es el momento que el mago saca, de su sombrero, un conejo blanco.
Es tu momento, tu oportunidad. O también puede ser tu perdición... Cuando menos
lo prevés, suena un timbre...
Y es lo que
ocurre, aquel jueves por la tarde. Carmen, la terapeuta ocupacional, ya se
había marchado. Nadia estaba sola, se siente muy cansada. Sobretodo su mente.
El prolongado timbrazo la sobresalta. El que hay detrás la puerta no desiste, y
corre ha abrirlo.
La sensación
de haber revivido la misma escena la invade. A veces, parece que no nos movamos
en el tiempo y repetimos, una y otra vez, la misma secuencia. Suena el timbre,
corres a abrir la puerta y detrás de ella la misma persona. Y anticipas futuros
acontecimientos, como la presencia de otro sobre en el suelo.
Aunque
aquella vez ya sabia su nombre y que lazos le ataban a su pareja. Aún así, al
principio creyó que la había soñado otra vez. Se la imaginaba exhibiendo su
hermoso plumaje, multicolor, tipo pavo real. Con una clara actitud de cortejo.
La voz opaca y trabajada de la visita la devolvió a la realidad.
PAO:- Hola
otra vez- le saludo, con una sonrisa encantadora. Llevaba, en aquella ocasión,
el pelo recogido en una coleta tradicional.
Su rostro se percibía más. Le confería un aspecto más intelectual.
NA:- Ah,
hola Paola....- mostrándose sorprendida, no sabia que decirle. No obstante, le
recordó que a Valeria, no le haría mucha gracia su presencia en el piso.
PAO:- Sí,
ya ... Lo sé perfectamente.- inquiere secamente, parece dolida por aquel
rechazo.- ¿Ya te lo ha contado todo?- le pregunta y se la queda mirando
fijamente, algo inquisitiva.
Nadia se
siente violenta por su mirada ruda. En sus ojos cree leer temor. Como si
estuviera esperando algún reproche, y por ello estaba a la defensiva. Por el otro lado, trataba de reflejar
indiferencia.
Todo
aquello le llevo a replantearse muchas cosas. Entre ellas, el anónimo que
empezaba a olvidar. La tesis de qué ella había elaborado aquella nota, volvió a
cobrar vida. Y decidió, en un abrir y cerrar de ojos, resolver aquel enigma.
Por eso, termino por invitarla a tomar algo.
NA:- Se que
eres una ex novia de Valeria. Tan solo esto me basta- le responde firmemente.-
De todos modos, creo que será mejor que entres. Hay unos asuntos que me
gustaría debatir contigo.
PAO:- Sí,
aunque yo no quiero molestar- dice reluciendo una timidez impropia. Siendo una
señal, para la anfitriona, de qué gato encerrado había en aquella historia. Su
actitud parecía de alguien que había sido cogida cometiendo un delito.
La pintora,
impasible ante su penetrante mirada, abre su bolsa y busca algo en él. Las dos
permanecen en silencio. Una esta concentrada en la inspección, y la otra
expectante.
Por fin
halla lo que buscaba, y Nadia se imagina que saldrá un sobre como la última
vez. Empieza la cuenta hacía atrás:
tres, dos, uno, cero y medio... y: "dos tarjetitas, de color verde
pistacho, están entre los dedos de la inglesa".
¿Qué serán?
La doctora se relaja, el pasado no se repite. Aún así, acota la cabeza, para
comprobar que no había ningún sobre blanco al suelo. No lo vio, y vuelve a
observar a su interlocutora.
PAO:- Tan
solo he venido para invitar a Valeria y a ti a la inauguración de mi
exposición. - moviendo las tarjetas que sostiene. - Me haría mucha ilusión
vuestra asistencia- remarco, aunque en realidad tan solo se refería a la
inspectora. - Si no es este día, cualquier otro. Con estas invitaciones podéis
acceder a la exposición gratis.
NA:-
Gracias, ya se lo propondré a mi pareja.- le agradeció, a la misma vez que le
cogía su regalo.
Otra vez,
inconscientemente remarco su relación con Valeria. ¿Por qué estaba tan a la
defensiva con ella? Dudaba de sus buenas intenciones, y por ello no terminaba
de confiar.
NA:- Vamos
que te invito a tomar un café.- insiste de nuevo, sorprendiéndola. Se había de
admitir que su primer contacto no fue muy grato. Quizás por ello, había
reticencias para aceptar su ofrecimiento.
Paola
James, la obedece. No parece la misma mujer que la otra vez, esta más callada y
es más prudente con sus frases. De hecho, des del paseo por el Parque del
Retiro ha comprendido que Nadia Monsolís es intocable por su Darling.
De todos
modos, no es una persona que se pueda doblegar fácilmente. Ella tenía sus
objetivos, y aquella chica hermosa era una vía para alcanzarlos. Estaba segura
que entregándole las invitaciones, llegarían al puerto deseado.
Nadia la
condujo hacia la cocina. La cual era muy espaciosa y moderna. Los armarios eran
de un color crudo, claro. El suelo de color blanco. También había una generoso ventana. Se notaba
que su Darling apreciaba la luz.
Era una
característica de su personalidad. Siempre había sido muy vitalista, alegre. La
extraño mucho cuando se fue. Su lema había sido: ventanas abiertas, lejos la
oscuridad. ¿Continuaba siendo tan optimista?
La
anfitriona, en silencio, empezó a preparar el café. Uso la cafetera eléctrica,
para ir más rápido. El silencio que había entre ellas, le permitió pensar con
claridad, la estrategia a seguir. Estaba decidida a descubrir la autoría del
anónimo.
Por ello,
se disculpo y se dirigió hacia el dormitorio. Su propósito era coger la nota.
Una vez rescatada de su escondite, regreso a la cocina. El aroma del cabe
recién hecho, empezaba a inundar el ambiente.
PAO:- Mm...
me encanta este aroma.- declaro, a la vez que cerraba los ojos. Aquel día,
realmente, parecía otra persona. Más humana, no tan fría.
Nadia río,
pero no realizo ningún comentario. Detuvo la máquina, y lo preparo todo para
servirlo. Cuando no falto nada, se aproximo a la mesa, dispuesta a tomárselo
con tranquilidad.
PAO:- ¿ Y
bien..., que me querías decir?- le pregunta, tras beberse el primer sorbo de
café. Estaba algo impaciente, para saber porque la había invitado a pasar.
Nadia supo
que había llegado su momento de oro. El anónimo le cremaba en el bolsillo de
sus pantalones. Lo cogió, y lo puso encima de la mesa. Miro sus ojos carbón y
disparo su pistola.
NA:- La
otra vez que viniste, había un sobre al suelo...- se detuvo, estudiando el
efecto que le producían sus palabras. - ¿Lo recuerdas?
PAO:- Sí,
es cierto.- admitió, se sintió algo incomoda. Era como si se hallase en una
habitación desconocida, incapaz de predecir lo que iba a ocurrir a
continuación. - ¿De todos modos, que tiene que ver conmigo... ?
NA:- Bing -
bang Paola. Esta es la cuestión.- responde con ironía, aunque no pretendía
acusarla directamente, pareció lo contrario.
PAO:- ¡Me
estás poniendo nerviosa!- la interrumpió, manifestando una indignación
sincera.- ¿Me estás atribuyendo su autoría?
Se miran
con odio, reproche. En cierto modo tenía razón. Des del primer instante que la
abrió, ya la culpo. Nadia, sin admitirlo, le entrego el anónimo. Dejo que lo
leyese. Y luego, contemplo, consternada, su reacción.
Fue algo
anormal, ya que se puso a reír como una histérica. Aunque tampoco detecto
signos de sentirse descubierta. Su rostro estaba sereno. No le temblaban las
manos.
PAO:- ¿De
verdad, crees que yo la he escrito?- le repregunto cuando paro de reírse. Dejo
caer la pequeña hoja encima de la mesa, con indiferencia.
NA:-
Perdona, yo no pretendía culparte.- y le narro los motivos que le había
conllevado a pensarlo. Todos eran lógicos. Su presencia al piso, en el momento
de aparición de la nota... Quizás, tan solo eran coincidencias.
PAO:-
Entiendo. Yo hubiera llegado a la misma conclusión- manifestando que la
comprendía. Aunque le había dolido su acusación.- Eso ocurre porqué no nos
conocemos. Yo soy una persona que me gusta ir con la verdad por delante.
NA:- Es por
eso, no nos conocemos.- reconoce triste. Aquella historia empezaba a ser más
inquietante. Si no era Paola, ¿Cuál lo había escrito?
PAO:- Me
permites una observación...- le pregunto, pero no dio espacio para que le diera
permiso.- Yo creó... lo que te preocupa es si su contenido es cierto. ¿Es
verdad?
NA:- No. Me
inquieta no saber quién la ha elaborado- responde, no escondiendo su rabia.
Paola la
percibe, y intuye que no le esta diciendo toda la verdad. No puede evitar
compadecerse de ella. Sus predicciones se están cumpliendo al pie de la letra.
Su Darling, no ha tenido valor para explicarle su pasado.
¿Por qué no
lo ha hecho? Lo debía de considerar muy desastroso, para ocultarlo. Aquello le
duele, porque le indicaba que su herida era profunda. Había sobrevivido al
naufragio, pero seguía siendo incapaz de hablar de ello.
NA:- La
verdad, la seguiría queriendo igual... con independencia de los motivos, por
los cuales estuvo en prisión- le manifestó.
Se sintió
algo extraña, hablando de sus sentimientos con aquella desconocida. Una vía de
comunicación, se había abierto entre ellas. Quizás porqué tenían algo en común:
Valeria. Las dos la aman. Nadia no dudaba de ello. Y estaba decidida a
comprobarlo. Quería y necesitaba saberlo. ¿Por qué entonces, ponía tan empeño
en acercarse a su pareja?
Era evidente, que hacía mucho tiempo que no se
veían. Como también, era incuestionable que, algo grave había sucedido entre
ellas. ¿Sería algo insalvable?
La pintora
empezaba a desconcertase. Especialmente, porque ignoraba como terminaría
aquella conversación. La única certeza era que lloverían preguntas. Y a ninguna
de ellas debería de responder. Lo haría por sus principios y Valeria. La cual, seguramente, se enfadaría.
De todos modos, vio, en la fragilidad de su contrincante, una gran oportunidad.
NA:- Me
imagino que tu sabes, si lo que dice el anónimo es verdad...o no- se atreve a
preguntar, reflejando un atisbo de inseguridad.- Aunque, tampoco se cuanto
tiempo hace que fuiste novias. No se nada.- admite, sintiéndose como una bebe
con pañales.
PAO:-
Nadia, para por favor.- le suplica firmemente.- Yo no soy quién para
contártelo- cerrando totalmente sus puertas. - Admito que lo sé, pero es mejor
que lo haga ella. ¿No te parece?
NA:- Lo
acepto, incluso te doy la razón. ¿No obstante, es tan grave lo que hizo?-
asumiendo aquella posibilidad.- ¿Dime, es tan grave....que ni se digne a
confesármelo?
En un
instante, se lamento por ser tan transparente. ¿Por qué estaba perdiendo la
cordura? Más aún, justamente, con la ex de su pareja. Con indignación se dijo:
" Me duele tu falta de confianza Valeria. Aunque, yo no quise ni deje que te justificaras"
PAO:- Según
lo valore cada cual. Puedo describir
como me sentí yo...- y se detuvo con brusquedad. No quería ser torpe, ni estropear
nada. Si su decisión era guardar silencio, debía de ser consecuente- No
continúes insistiendo, por favor.- le suplico, algo desesperada.
NA:- ¿Tanto
cuesta responderme: sí o no?- le recrimino, mirándola con despreció.- ¿Qué debo
de creer? Aparte, no comprendo lo que buscas tu. ¿Dime? - ya estaba harta de
dar túmulos.
PAO:- Nadia
por favor, intenta relajarte... Te veo muy nerviosa.- tratando de apaciguarla.
Aparto la
mirada y cogió aire. Se entretuvo unos minutos, observando la cocina. Era muy
lucrativo. Ya se esperaba que se lo
preguntara. Aún así, el derrumbamiento de aquella torre, que en apariencia era
tan firme, le cogió de imprevisto.
NA:- ¡Ya,
que me tranquilice!- exclama, incrementándose su furia.- Mi mundo se esta
desmotando. Mi pareja me esconde cosas. Alguien se empeña a destruir nuestra
relación. Luego, una ex de mi pareja aparece de la nada, con oscuras
intenciones. ¡No soy tonta Paola!-
después de resumir aquella situación, realizo una pregunta aún mucho más
contundente:- ¿La quieres? ¿Quieres regresar con ella?
La pintora
se queda helada, especialmente por su tono de voz. Era como si le hubieran
terminado de sacar sangre, y se sentía algo desfallecida. Carecía de fuerzas
para contestar. ¿La seguía amando? ¿Por qué lo hacía?
PAO:- ¡Díos!
- exclama, girándose lentamente.- ¿Sí la sigo queriendo? Buff... La verdad, no
lo se. A lo mejor, te parezca extraño.- la miro con timidez, indicándole que
estaba siéndole sincera.- La verdad, hay muchas cosas para aclarar entre
nosotras. Quiero pedirle disculpas, y que me perdone. ¡Es lo único que deseo!
NA:-
¿Seguro?- le desafía con sus ojos azules. Manifestando, con ello, que seguía
sin fiarse de sus intenciones.- ¿Y crees que con dos invitaciones, lo
conseguirás?- siendo muy dura.
Paola, se
quedo con la boca abierta. No se imaginaba aquella embestida inesperada e
impetuosa. ¿ Es que no veía que no tenía opciones? Valeria, no quería verla ni
en pintura. Y seguramente, tampoco asistiría a su exposición.
Un puente
de ficción se derrumbo, y el polvo ensombreció su visión. No hay construcciones
eternas. Todo creado por el hombre es mortal, igual que él.
PAO:- ¡Ya,
lo se perfectamente!- se defendió, tras vencer el impacto.- Al menos yo, no me
quedo postrada en una silla. Esperando, que la suerte me sonría- volviendo a
ser cruel.- Discúlpame, no pretendía herirte. Pero entiéndeme, necesito su
perdón. Y cuando sepa, toda la historia, me comprenderás.
Nadia
seguía mirándola fijamente, sintiendo sentimientos contrapuestos. Sus palabras
afectaron su fibra sensible. Como proyectiles auto dirigidos, directos a su
talón de Aquiles. Era la segunda persona, que le decía cobarde.
Su corazón
le golpeaba violentamente. Tampoco tenía derecho a echárselo en cara. No era
nadie, ni la conocía por juzgarle. No obstante, también se dio cuenta que ella
había hecho lo mismo. Quizás le estaba siendo sincera, y tan solo pretendía
pedirle perdón. Y seguro, que la seguía amando.
NA:-
Discúlpame, no suelo ser una insensible- siéndole también sincera.- Ignoro lo
que sucedió entre vosotras. Por lógica, deduzco que Valeria no quiere
perdonarte. No se si debo entrometerme. Yo le entregare las invitaciones...
PAO:-
Tranquila, esto lo doy por sentado.- parece como decaída, como si un espíritu
maligno se haya apoderado de su alma.- Valeria, se puede considerar una mujer
afortunada. - no ocultando su tristeza.
NA:- Yo soy
la afortunada.- la interrumpe. Mientras lo dice, sus ojos brillan como
diamantes. Paola, se siente fascinada por la cantidad de amor que reflejan.-
Haría cualquier cosa por ella.- su frase le hizo venir escalofríos.
La pintora,
no supo que más decir. Habían hablado mucho, discutido, dado mil vueltas por la
misma esquina... Aún así, no había hallado la forma de pedirle un gran favor.
No sabia como hacerlo. Al principio, creó que sería fácil. Pero ahora lo
empezaba a dudar. La Monsolís era muy protectora con su Darling.
PAO:- Te
envidio, Valeria es una gran mujer.- reconoce, agachando la cabeza.- Parece
poca cosa, pero tiene un gran corazón. Yo la traicione, le hice mucho daño. No
sabes, cuanto me arrepiento- aquella era parte de la verdad y, con ella,
esperaba ablandar su corazón. Sabia que lo lograría, porqué presentía su
vulnerabilidad.
PAO:- Te
mereces mi sinceridad. En realidad, jamás la he olvidado. A veces, me lo
niego... pero la sigo queriendo mucho.- realizo una pausa, durante la cual
volvió a mirarla.- Este clase de amores, tan solo ocurren una vez en la vida.-
Nadia iba a hablar, pero no se lo permitió.- No te imagines lo peor, que te la
quiero quitar... ¡No, por Díos! Ella te quiere a ti. Lo único que deseo es su
perdón.
Nadia no
sabe que decir, se siente como una estúpida. Su hipótesis se ha confirmado. Su
sueño había sido cierto en parte. ¿Y luego, qué? ¿Paola, era el pez que
esperaba? ¿El que debía de poner a la pecera, por qué su pareja la pescara? Era
una opción. Pero una vocecita, en su interior, le advertía que no corriese
tanto.
NA:- No te
preocupes, ya lo se.- ya no estaba celosa, ni estaba molesta por nada.- No te
rindas, si tus disculpas son sinceras te perdonara. Valeria es muy justa, tiene
un corazón enorme. Sabe que es el perdón.- mostrando su carácter maravilloso,
comprensivo. Espero unos segundos, y continuó:
NA:- A mi,
me ha tenido que perdonar muchas veces. Y creó que lo tendrá que volver ha
hacer.- pretendiendo añadir una nota cómica, en aquella extraña
composición. No obstante, era como una
premonición.
PAO:-
Nadia, eres una gran persona. - reconoce con sinceridad.- Te voy a confesar un
pequeño pecado mío... Te juzgue mal, sobretodo por tus orígenes familiares. Una
Monsolís...- la aludida río, no dándole importancia. Admitiendo su prejuicio,
se la gano un poco más.- Te puedo pedir un favor...
Se quedaron
mirando en silencio, otra vez desafiándose. La doctora ya intuía lo que le quería
pedir. Y era algo que también le interesaba. De todos modos, la vocecita le
suplicaba mucha prudencia. ¿A quién debía de obedecer?
PAO:-
¿Puedes me ayudar a reconciliarme con ella?- sus ojos carbón estaban húmedos,
dejando entrever que no veía ninguna esperanza.- Te juro que lo le quiero hacer
ningún daño...- anticipando a sus preguntas.
NA:- Me
pones en un compromiso.- responde tímidamente.- Le puedo hablar de ti, decirle
lo que me has contado... Pero no soy nadie, por hacerle cambiar de opinión.-
sentencia. Tratando de ser justa, por encima de los sentimientos. - No crees
que no quiero que hagáis la paces...
PAO:- Nadia, eres la única
persona que me puede echar un cable. Necesito volver a quedar con ella, y
convencerla de qué mi perdón es sincero- insiste, muy tenaz.
NA:- ¿Me
juras, que tus intenciones son buenas? ¿Qué no deseas hacerle daño?- le
pregunto, mirándolo severamente.- Porque si la hieres...- su amenaza iba muy en
serio.
A Paola se
le erizo la piel. Sus ojos se empañaron por lágrimas de cocodrilo. Volvió a
repetirle sus argumentos, lo mucho que lo sentía... Apelo a sus sentimientos, a
su corazón comprensivo y generoso. Esperando, que su bondad innata venciera.
Nadia,
estudiaba cada gesto, cada expresión facial, cada palabra de Paola. Su ser se
compadeció de ella. Era una persona que había padecido mucho, igual que Jesús había arrastrado su cruz por
toda la aldea. No quiso juzgarla más. Le era indiferente que tuviera o no la
culpa de lo ocurrido.
Quería
determinar, considerándose una entidad divina, si merecía una segunda
oportunidad. ¿Se merecía a Valeria? Tampoco ella era nadie para dictaminarlo.
Lo sabia. Lo único que le estaban pidiendo, era arreglar una sita con su
pareja. A la misma vez, lo vio como una oportunidad para juntarlas de nuevo.
NA:- Te
ayudaré.- declara firmemente.
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