OTRO ATARDECER
PASEANDO CONTIGO(2)
“No te vayas, no te
vayas....” retronaba en la oreja de Valeria, como si fuera un perfume lejano.
Un eco de la nación del ayer. Las palabras desesperadas de Paola, consiguieron
ablandarla. Sus ojos marrones eran sinceros, y alcanzaron a impactarla. Jamás
la había visto tan desfallecida, frágil... Aunque le seguía doliendo las
heridas de su incontinencia verbal. ¿O, había sido intencionado?
La conciencia que
también la había provocado, la invadió. La desconfianza la había enviado al
borde del precipicio, luciendo una actitud defensiva. Todo ello infundido por
la ignorancia de sus intenciones reales. Era incapaz de imaginarse a la inglesa
enamorada, añorándola, lamentándose por haberla perdido.
La pintora leyó entre
líneas, y supo sus pensamientos contradictorios. Dejo de suplicarle
automáticamente, sintiéndose, quizás, confortada por haber ganado más tiempo.
Otra parcela del atardecer que compartiría con su Darling.
PAO:- Permíteme romper
tu odio, y hacer que solo prevalezcan los hermosos recuerdos- argumento segura
de si misma.-No pretendo expulsar a Nadia de tu vida...- se detuvo, se
esforzaba en hallar las palabras adecuadas. Indicarle, indirectamente, que no
quería entrometerse en su existencia. No obstante, a veces hay cosas
incontrolables.
VAL:- ¡Ya vale! Si
deseas que te perdone lo hago ya. – exclama sintiéndose fatigada de tanta
discusión. A parte su estrategia le parece como falsa. Sus palabras alcanzaron
a irritar a su ex pareja. Tan solo pedía ser escuchada a gritos. Y así, se lo
dijo. Un vez derramada su indignación al aire, empezó a andar de nuevo con la
confianza de qué la seguiría. Como si fuera una oveja obediente. Y aquel
cuento, tan fielmente pensado, se hizo realidad.
Valeria empezó a andar
detrás de ella. Al principio, dirigida por un impulso inconsciente. Parecía que
una tela de araña la había atrapado, y era muy difícil escapar de su poder. En
decir verdad, se había tirado de cabeza en la piscina de su pasado, en el cual
Paola era muy importante. Quisiera o no la había amado. Era algo innegable, y
no cabían los insultos o menosprecios.
En nombre de unos
antiguos sentimientos seguía paseando a su lado, como si nada se hubiera dicho.
Había caído en la trampa de su argot especial. En realidad, al verla desecha,
suplicándole perdón halló, en ella, el autentico ser que quiso.
Otra razón, por la cual le ofreció otra
oportunidad fue gracias a Nadia. Se pregunto:¿Qué haría ella en su sitio?
Probablemente, la escucharía, intentaría comprenderla. Con su maravillosa
empatía, que según ella se podía fabricar o moldear. Y trato de hacerlo con
Paola.
“Su vida tampoco ha
debido de ser fácil. Si me olvido de quién tubo la culpa, y de las
consecuencias de sus egoístas actos... Ella termino a la cárcel, sin pensar que
se lo merecía o no. Pero sí, perdió años de su vida. Y la reinserción social es
muy difícil. Ya lo se yo... lo se en mis propias carnes. Aunque conseguí meter
tierra por medio.
No atino a imaginar
las experiencias que ha vivido entre
rejas, junto a delincuentes de distinta calaña. Poco santitas debe haber.
Mujeres de todo tipo, condición...algunas como tu.
Hay ambientes complicados, que no te ayudan a
indicarte la dirección adecuada. No soy partidaria de según que condenas. La
ley se ha de aplicar y respetar. El problema es encontrar el modo de radicar
cierta delincuencia.
A veces con encerrarlos en prisión no basta.
Puede ser un castigo que puede salir, pero que muy mal. Incluso, potenciar el
delito que te ha llevado allí. O peor, de los casos avivar algunas de las
causas que te ha llevado a cometer tal delito. ¿Será tu caso? ¿Sigues
enganchada a las drogas?
Me sigo preguntando,
que lleva a alguien a consumirlas. Se que todo empieza como un juego, una
apuesta. Crees que lo controlas...¡Vaya ilusión! Yo llegue a frenar a tiempo.¿Y
tu? Fui incapaz de ayudarte, y lo siento enormemente. ¿Qué te perdió? ¿Por qué
malgastaste tanto tu vida?
Te miro y me retuerzo
de dolor. Estás anoréxica. Aunque lo tratas de disimular con elegancia. Tampoco
te veo tan mal. No debí de dejarte, huir como una loba herida. Quizás fueron
mis amistades que me alimentaron de odio hacia a ti. No quiero ser tampoco
falsa, también seria una estúpida o ciega sino reconociera el daño que me
hiciste. No supe perdonarte, tal como me suplicabas a gritos, llorando.
¿Por qué tengo tanto
miedo de viajar hacía el pasado? He hecho una mala digestión de nuestra
historia. Estuve llena de dolor, y era algo que intente paliar sino quería
padecer joven. Intente rehuir todo lo relacionado contigo. Crees, en el
transcurso del tiempo, que disminuye, deja de tener la importancia que le
diste. Es fácil de hacer, sobretodo si tu fuente de dolor esta a kilómetros
lejos de tu.
No pienso explicarte
lo que siento. No quiero regalarte tal placer. Por más que ahora me hagas pena.
Me heriste con tus frías carcajadas, tus juegos de seducción, tu frialdad, por
dejarme cuando más te necesitaba. Sí, es triste que de nuestra historia me
quede con esto.
¡Dios, no puedo
perdonarte! Comprendo que cobraste tu parte de culpa. Y que tu también
necesitabas ayuda. Y no supe sacarte del hoyo en qué te metías. Juro que lo
intente. Quizás, me cerré en mi reino queriendo no ver. Quizás no eras del todo
tu, cuando lucias tu pelaje de pavo real. Las drogas fueron las autenticas
culpables, las que condenaron nuestra relación.
No, tu vida tampoco ha
sido un camino de rosas. ¿Pero, cual no padece en ella? Debo de intentar cerrar
en candado, para siempre jamás, esta historia. Me esta influyendo en mi
relación con Nadia. ¿Qué pensará ella de mi?
No, no puedo perderla.
Es lo más maravilloso que me ha ocurrido en mi vida. Nadia, Nadia, Nadia...
eres libre y suportaría que regresarás a Cataluña. Lo que realmente me rompería
el corazón sería tu desprecio. Que me odiases por mis debilidades, por mi
pasado.
Paola me hace memoria
de la brecha que nos separa. Conocerte, enamorarme de ti; el milagro que
ocurrió en aquel bar de Chueca... Eres mi mejor regalo de reyes, de
aniversario, y quizás de mi vida. Lo se. “
PAO:- Nos hemos puesto
muy pensativas- exclamo la inglesa, usando un todo de voz algo humorístico.
Rompió la armonía del momento. Aparte que era inadecuado en lo que había
ocurrido entre ellas aquella tarde.
VAL:- Trataba de
entenderte-le confiesa. Se detiene, y la mira. Paola quiere preguntarle si ha
llegado a alguna conclusión trascendente. No obtiene ninguna respuesta, y
decide dirigir, de nuevo, la orquesta.
PAO:- Todo un detalle
por tu parte.- lo dice de una forma irónica, auque le ha fascinado su detalle.-
A veces, hacemos acciones sin saberle porque. Ya, ¿Cuestión de inmadurez? Hay
gente que cree saberlo todo.
¡Pero no! Es cierto, que uno sabe, de
antemano, lo que esta bien o mal. De hecho, la sociedad ya se encarga de qué
cada ciudadano lo sepa. Aún así, el ser humano se sobre valora. Realmente, cree
que es mejor que el próximo. Inconscientemente, ignoras las consecuencias. Ante
ti, tan solo existe el objetivo final.
La pintora se detiene,
mira al horizonte. Ya empieza a divisarse el lago. Hay mucha actividad en
aquella zona. Soplaba un viento suave, refrescante. Después de un día caluroso
lo agradeces. La inspectora respeta su silencio. Pero no es así por su ex
pareja, que se había quedado sin palabras.¿Cómo pedirle perdón? Jamás había
sido una persona que se lamentara, ni quejara y disculpaba por sus actos. Sus
intenciones eran inéditas.
PAO:- Lo que te he
dicho es cierto-vuelve a hablar, ya que no suporta permanecer en aquel pozo
hondo, sintiéndose desprotegida.
VAL:-¿Lo qué es
cierto?- impacientándose con aquel monologo lleno de montañas rusas.-¿Por qué
te lamentas tanto, justamente ahora?¿Te atraen, a caso, los retos elevados? ¿Té
duele que haya rehecho mi vida, y sea feliz con Nadia?- en aquella ocasión no
fueron preguntas de reproche, tan solo pretendían comprenderla.
PAO:-No lo hago tal
cosa-negándolo rotundamente. Clavo sus ojos carbón, otra vez, en el lago. El
cual estaba más cerca.- Es hermoso este parque....- exclamó como si nada, muy
alegre.
Sin más, empezó a
correr hacía la orilla. La inspectora se quedo quieta, con la boca abierta. Ya
había olvidado su toque canela de espontaneidad, de locura. Le había fascinado
tanto; y la seguía anonada, como un corderito. Era genial, te invitaba a
acariciar la vida de una forma frenética.
Su actitud de
adolescente la hizo reír. Consiguió desprenderse de los prejuicios, de los
rencores durante unos instantes. Ando, tranquilamente, hasta alcanzarla. La
estaba esperando sentada en el borde del lago, riéndose de sus pasos de
tortuga. Otro remarque del pasado, ya que solía divertirse de sus torpezas.
PAO:- Tu tampoco has
dejado de ser tu.- le señala, le intenta hacer un guiñó pero no le sale bien.-
Valeria la vuelve a odiar por su afán de provocarla para que exhibiese sus
torpezas. No era ninguna payasa de nadie.- ¿Qué esperas en sentarte,que no muerdo?- ironiza, no se le escapa
que se siente cohibida.
VAL:- No dispongo de
todo el tiempo del mundo- le recuerda, ha regresado del planeta Marte, y quiere
mantenerse en tierra firme.
¿Qué esta haciendo en
el Parque del Retiro paseando con su primera novia? Lo que ha empezado con
fuegos ratifícales, ha terminado siendo una expedición nostálgica y misteriosa.
Ya empezaba a estar como asqueada de su juego de palabras. Era incuestionable
que pretendía seducirla, impregnarle del perfume de su pasado. De esta forma
volverla a atar.
PAO:- ¿Por qué te
cuesta tanto trabajo hacerlo?- alcanzando sus deseos, y cuando la tubo sentada
a su lado empezó ha hablar de nuevo. – He afirmado que en un parque me di
cuenta de qué te amaba. Es cierto, y lo mantengo. Y fue mucho antes de qué
regresarás a Londres con veinte años.
Se detuvo, sus manos
eran incapaces de estar quietas, arrancaban compulsivamente hierbajos. Los
manoseaba y los desechaba con despreció, como si no fuesen nada. Sus ojos
evitan sus ojos verdes, como si hubieran regresado a los viejos tiempos que le
estaba describiendo.
PAO:- Fue en tus
últimas vacaciones veraniegas junto a tus padres. Los dieseis años te sentaban
de maravilla. Eras una adolescente alegre, inocente, imaginativa. Aunque creó
que des de siempre fuiste mi princesita. Me restará siempre la duda: ¿Qué
hubiera pasado entre nosotras si jamás te hubieras ido de Londres? Estoy segura
que ya hubiésemos sido novias mucho antes.
Ya no importa. Pero
sí, me percaté que te amaba en nuestro último paseo por nuestro parque. ¿Lo
recuerdas, no?-le pregunto buscando sus ojos. Exigía un sí como respuesta.
Valeria lo afirmo con un simple gesto de barbilla.- Por aquel entonces, no te
lo confesé. ¿Por qué hacerlo? Tu tenías que regresar a Madrid el día siguiente.
¡No te puedes imaginar el dolor que albergaba mi alma!
Me paralice. Lo que
sentía era tan inmenso, profundo. Quería gritar que no te fueras, decirte
cuanto te amaba. No lo hice. Deseaba que regresarás por las navidades. No fue así.
Entonces, esperaba la llegada del próximo verano. Y tu ausencia fue como si me
apuñalasen el corazón. También espere el próximo... hasta que dejé de esperar.
Ninguna carta, de hecho estas llegaban con cuenta gotas... No había nada para
reprocharte, al fin y al cabo ignorabas tus sentimientos por ti.
VAL:- Debió de ser
muy duro por ti-la interrumpe, comprendiéndola. No sabía que más añadir. Por
aquel entonces había ignorando sus sentimientos, y tampoco los compartía.
Siempre había pensado en ella en concepto de amistad. Jamás se hubiera
imaginado, que cuatro años más tarde surgiera el amor entre ellas.
PAO:- No te obligues
a... No hace falta que digas nada- descargándola de aquel duro cometido.- El
hecho de enamorarte de alguien no obedece a razones. Simplemente, ocurre cuado
menos te lo esperas. Y mira, yo lo hice de mi mejor amiga de la infancia. El
destino quiso que mis sueños se cumplieran 4 años más tarde. Por mi sorpresa.
Cuando decidí subir
al piso de tus tíos, ya sabía que no estarían porque estaban con mis padres.
Sí, sabía que estabas sola. Tan solo vine para recordar los viejos tiempos.
Creía que lo que sentía por ti ya se había apagado. De hecho jamás se cultivo
ni regó, para que la labor del amor naciera una hermosa flor.
No obstante, tan solo
basto volverte a mirar a los ojos para que renaciera, con mucha más intensidad,
mi amor por ti. Era como si nunca hubiese abandonado aquel castillo de
insomnio. Sentía que había nacido para quererte, y tan solo tu me hacías sentir
llena.- volvió a buscar sus preciosos ojos verdes, y siguió dedicándole bellas
palabras de amor.- Y siempre serás la única personas capaz de quitarme el
aliento, la respiración...
OTRO ATARDECER
PASEANDO CONTIGO (3)
Valeria le
impresionaron sus palabras. No obstante, era incapaz de seguir escuchándolas.
Sin pensarlo, le sello la boca con su mano derecha. Le suplico, con tacto, que
silenciara sus sentimientos. Se los
agradecía, pero como gotas de lluvia fuera de temporada.
PAO:- Perdona, no
pretendía violentarte. –se disculpa, sintiéndose frágil. Aunque, una parte de
su ser realmente no lo siente.- Únicamente... te agradecería que me
respondieras a una pregunta. Por favor....- le pidió desesperada.
VAL:-Tienes derecho a
preguntar todo lo que desees. Otra cuestión, muy distinta, es si te responderé-
le advierte. Aunque han conseguido comunicarse sin herirse, no se termina de
fiar de sus buenas intenciones. Era triste pensar de aquella forma después de
la relación que compartieron en su juventud.
Paola asintió, y
resto en silencio observando el lago. Sus manos seguían jugando con la hierba,
y de vez en cuando, lanzaba piedras al agua. Quizás se imaginaba estar triando
monedas en el pozo de la suerte.¿Merecía la pena lo que traba de hacer? Si
tuviese entre manos una flor, le iría sacando los pétalos Utilizándola como si fuera la ruleta rusa.
¿Me quieres o no? Y el último pétalo, fuese el del sí, le quitaría el peso de
la responsabilidad.
VAL:- ¿Tu pregunta
es: si mantengo buenos recuerdos; fuiste importante por mi, o bien, si aún te
amo?- intentando adivinar su pregunta. Quería echarle un cable, únicamente
porque se le estaba haciendo demasiado incomoda aquella situación. No quería
perder más tiempo, se estaba muriendo por reunirse con Nadia.
¿Si lo supiera Paola?
PAO:- Eso mismo.
Aunque es obvio que tu corazón pertenece a Nadia Monsolís.- agacha la cabeza
con resignación, parece que se esta rindiendo.-Aún así, necesito saber si al
menos... alguna vez fui importante por ti.- dijo al final, experimentando mucho
alivio. Su inseguridad, hizo que la inspectora se compadeciera de ella. Quizás
alcanzarían a hacer las paces.
VAL:- Claro que sí
Paola. Fui tu Darling, y así me debedse recordar-reconoce, pero también añade
muy firme:- De todos modos, recuerda ya no volveré a ser tu Darling. Aparte de
lo ocurrido entre nosotras, quiero a Nadia. Ella es mi todo, mi duende, mi
vida, mi mañana, mi razón de ser... Daría todo lo que tengo por envejecer a su
lado. Siento lo que te estoy diciendo, te juro que no pretendo herirte.
PAO:- No te esmeres a
remarcarlo más... Ya lo has declarado hasta la saciedad.- le interrumpe
bruscamente. Su actitud la delato. Le molestaba, mucho más de lo que admitía,
que amase a otra mujer.
Otro tiempo muerto
las invadió. Ya no había marcha hacía atrás, ni inspiración suficiente para
mantener la flama encendida. Su aura se estaba ensombreciendo de nuevo. Las
emociones incontrolables volvían a ser el verdugo de una posible
reconciliación.
VAL:- Cierto, y no me
hartare de decirlo-admite algo desanimada. Sigue ignorando que le reparará
aquella parodia.
PAO:- Intuyó que ya
es hora del adiós-le pregunta con el rostro triste. Unas arrugas surcan en las
comisuras de sus ojos. Es otra señal de qué la vida, o ella misma, se ha
maltratado.- ¿Y debo de sentirme perdonada?
VAL:-¿Te conformas
con eso solo?- temía que volviese a la carga con su arsenal de frases hechas y
llenas de un teórico amor. Quizás se estaba haciendo, infinitamente, pesada.
Pero no se fiaba de sus buenas intenciones.
¿Cómo podía cambiar
alguien de la noche a la mañana? Aquel medio día la había insultado, culpado de
ser una vil traidora...y por la tarde, todo lo contrario. Incluso había
representado el papel de santita.
PAO:- Es lo único que
puedo obtener de ti,¿Verdad, no?- le desafía con la mirada. En este instante,
también se percata de algo inquietante. Hay algo en sus ojos verdes distinto,
que no estaba cuando era más joven. No era odio. Es una fuerza, determinación
tenaz... Los golpes recibidos la habían fortalecido.
VAL:- Cierto. La gran
verdad de todo ello Paola, las dos necesitamos hacer las paces con nuestro
pasado. – se detiene, dudando de si regalarle una mentida o no. Minutos atrás,
estaba decidida a liberarle de sus pecados. No obstante, su enfado momentáneo
le hizo replanteárselo. Aparte, la lógica se estaba imponiendo.
- De todos modos,
imitando tu exuberante sinceridad, en ningún momento has tratado de ponerte
dentro de mi piel. Quizá, sí...te falle. Pero tu también lo hiciste lo mismo
conmigo.
PAO:- Darling, mi
pobre Darling... ya lo he hecho. Le he dado mi vueltas-se defiende, sus ojos se
empeñan por unas extrañas lágrimas.-Y sí, lo reconozco, me aliviaba pensar que
tu tenías la culpa. Funcionaba tener a alguien en qué expiar tus pecados. Pero
me engañaba para sobrevivir. La gran verdad, me destruí yo solita. Y tu me has
abierto los ojos.
VAL:- ¡Ya basta! Si
deseas mi perdón, ya lo tienes- se acaricia la zona frontal. Le duele la cabeza
de dar tantos rodeos innecesarios.-Tan solo te pido algo a cambio: termina tu
exposición y regresa a Londres. Y no vuelvas a preguntar por mi.
PAO:- ¿Así de cruel?-
le cuestiona, creyéndose sus amenazas silenciosas. Su piel se le eriza. Su
nueva Darling le da miedo, le produce escalofríos. ¿Qué hacía a alguien llegase
a sacar lo peor de su ser?- No me siento perdonada.
VAL:- Y yo no atino a
comprender que en tan solo un día, alguien cambie de opinión. Justamente,
cuando ha pasado media vida maldiciendo a alguien.- le hecho en cara. Tenía
razón, para cualquiera era incomprensible.
PAO:- Lastima de
atardecer...- se lamenta, aún así no se siente vencida.- Tienes tus razones
para no creerme. Es enormemente triste que no te hayas interesado tampoco por
mi. Ni me has preguntado sobre mi experiencia en la cárcel. Reconozco que es desagradable nombrarla, y
más cuando uno también ha estado encerrada en una. De todos modos, se que te lo
has preguntado. Seguro que piensas que sigo siendo una maldita drogadicta...
VAL:- ¡Por Dios
Paola, yo no pienso tales cosas!- asqueada por su sarcasmo, y compararla con
alguien tremendamente insensible:- No se si sigues destruyendo tu vida. Lo
único que veo son las consecuencias de ello. Y si me permites más sinceridad,
me das pena. Más aún te diría. Si continúas adicta a ellas, te aconsejaría que
las dejarás.
PAO:- Bravo Darling,
tu bondad humana a relucir- se rió de ella con descaro. Ya no había remedió
para ellas dos.- Me deberías dejar muerta en una cuneta, así vivirías
tranquila, feliz con tu Monsolís.- se mordió la lengua, otra vez, demasiado
tarde. Era incapaz de frenarse a tiempo. No estaban jugando a la barby ni
juegos de críos. Se enviaban flechas envenenadas. En aquella ocasión tubo la
dignidad, suficiente, para no pedirle más disculpas.
VAL:- Lo siento, pero
abandono el barco-dice, levanta los brazos y poniendo más distancia entre
ellas. Aquello parecía definitivo.- Es imposible, no paramos de hacernos daño.
A veces, es mejor dejar las cosas tal como estaban. Y te juro que he puesto
todo mi empeño por entenderte, perdonarte.
PAO:- En el fondo lo
se- reconoce avergonzada por su temperamento. Quería escarbar la roca en la
cual se protegía; pero había sido imposible.
Valeria se levanta
del suelo, se expulsa el trasero intentando quitar la tierra residual. La
inglesa seguía en el mismo sitio, observándola triste, serena. El dolor era muy
latente. ¿Tanto costaba perdonar a alguien? Quizás era cuestión de orgullo. De
todas formas, las intenciones de la inglesa no parecían humildes.
PAO:- Darling
realmente deseaba disculparme. Pero las emociones me han traicionado. Nuestras heridas
aún son tiernas, siguen sangrando- era verdad, era por ello que eran incapaces
de hablar civilizadamente.-Quizás sería mejor que lo meditásemos con
tranquilidad. Yo estaré un mes en Madrid. ¿Qué te parece si nos reencontramos
al final del mes?
Valeria escucha su
propuesta, su rostro esta sombrío no denota ninguna emoción. Le mantiene el
contacto visual estoicamente, se despide educadamente y se gira con mucha
frialdad. La pintora la deja irse, reunirse con su duende.
La sigue mirando, ve como se convierte en un
punto en la lejanía...hasta desparecer de su perspectiva de visión. Aún así, se
la imagina huyendo...con su paso más ligero. Seguramente le deberá estar dando
vueltas a su propuesta; y cuando se echara en brazos de su Nadia, hará como si no
hubiese llovido.
Paola sigue sentada
ante el lago hasta que la noche reina completamente en el parque. Se levanta,
dispuesta a esperar lo que haga falta para cumplir sus objetivos. De paciencia
tiene mucha, igual que de recursos.
La fragilidad y hermosura
de las mariposas(10)
LAS LUCES OCULTAS
(1)
Valeria llego a su hogar a las nueve, sus ánimos estaban
bajo mínimos y estaba como abatida. Ya sabía de antemano que discutir con Paola
era muy cansino. Era un adversario duro de abatir. Además, no terminaba de
comprender. ¿La odiaba o la amaba? Aún
así, no deseaba analizarlo; al menos, aquel fin de día. Únicamente, quería abandonarse a la rutina de
siempre.
Regresó a su piso como si fuera un espíritu en pena,
vagando sin rumbo por los senderos de un planeta nuevo, aunque conocido. De
forma robótica busco la llave del piso dentro del bazar de su bolsa. No
obstante, una alma caritativa se compadeció de su ser torturado, abriéndole la
puerta. Y una voz de escuchaba al acto:
M:- Ahora vengo cariño- y seguidamente se escucho un beso
sonoro.
Era la voz de la
pediatra, que en pocos instantes abrió más la puerta. Casi atropella a la
inspectora, la cual que no se esperaba encontrar a nadie en el piso en aquella
hora. Se aporto a tiempo, sobretodo movida por el gusanillo de los celos.¿A
quién estará besando Maca?
Es una falsa alarma, y se maldice por ser tan
desconfiada. Junto a Maca hay Esther, que se están besando. Valeria se ríe de
si misma, y su acción hace terminar la caricia de las dos tortolitos. Se
separan velozmente, y la saludan con alegría.
VAL:- Hola....¿Venís o ya os marcháis? – les pregunta, su
grata visita la ha resucitado. Pero el piso parece haber recobrado vida... ya
no era una loza de silencio. De hecho se sentía mucho bullicio dentro. Se
escuchaban otras voces, alguien corretear libremente... y un chillido de una
niña.- ¿Pero que esta pasando a mi piso ?- empezándose a preocuparse.
E:- Nada, entra...
entra- le animó la enfermera divertidísima por la cara de espanto que ponía. Le
habían explicado la graciosa que podía ser la inspectora. No se los había
creído, porque siempre la percibió como una persona muy seria, formal.
M:- No te preocupes
mujer...- intervino Maca, también riéndose.- Sólo son visitas, familiares de
Nadia. – y aquello puso algo nerviosa a la propietaria del piso. Le hacían
respeto sus suegros. Tenía la sensación que en todo momento la estaban poniendo
a prueba.- No, tranquila que no hay Gisela...- denotando que también le daba
alergia aquella mujer.
E:- Unos primos
suyos, con sus dos hijos.-le informó.- Será mejor que te vayas a buscar
cava...que es para cenar.- dirigiéndose a su pareja, indicándole que también se
quedaban a cenar.
M:-Como usted mande
mi sargento.- despidiéndose definitivamente, y se va.
E:- ¿No estas molesta
por algo?- le pregunta preocupada, la veía de repente tan apagada y seria.
VAL:- ¡No que va!
Simplemente sorprendida....y algo abrumada- simplemente deseaba caer bien a los
primos de su pareja. Darles buena impresión.
E:- Me
parece a mi que te quieres poco- exclamo riendo, y dejo a cuatro velas a la
inspectora.¿Tan transparente era?- Vamos entremos, Nadia ya esta preocupada por
ti. Esta en el salón rodeada de juventud... le cae, literalmente, la baba.
Valeria
la obedece, no desea impacientar más a su pareja. Empieza a andar ágilmente, y
detrás le sigue Esther. Las piernas la llevan, el cansancio les ha abandonado.
Cada paso representa una inyección de sangre que entra el corazón, y
seguidamente sale de él...Todo para ganar el tiempo perdido. Consciente de que
cada vez es menos la distancia que las separa. Hasta que llega a ser mínima,
tan solo una puerta de madera, medio abierta.
Se
detiene, e intenta localizar a su amor. De inmediato la ve, y deja conducir por
la corriente de emociones suscitadas en tan solo mirarla. Instintivamente,
coloco su mano izquierda en la espalda de su acompañante, pidiéndole no acceder
todavía en la habitación.
Valeria
estaba experimentando un inmenso goce contemplando a Nadia sin que se percatase
de ello. Más aún lo era aquel anochecer. De hecho, era como si hubiera ocurrido
un milagro. Sus ojos azules brillaban de alegría, reflejaban tan de amor.
Acunaba tiernamente a Estrella, sin dejarle de hacerle mimos. A la misma vez,
hablaba con una niña de ocho o nueve años.
Niña:-
¿Tía, cuánto nos vas a contar un cuento de los tuyos?- le suplico. Se percibía
que la chiquilla la adoraba. Y ella como Maca, tenían razón era una cuenta
cuentos adorable.
NA:- Más
tarde, después de cenar y estéis apunto de dormir.- le hizo un guiñó no dejando
de sonreír en ningún instante. ¡Qué preciosa que estaba!
Valeria
se apoyo en la puerta embrujada. Era el mejor regalo de aquel día. Poco se
imaginaba que pudiese mejorar...Se deleitaba en tan solo mirarla. Daría todo su
brazo a torcer para qué siempre fuera tan dichosa. ¡Maldita vida! ¿Por qué
condenas a otra gente a padecer aquella mala suerte! ¡Ella no se lo merece! Mi
duende...
Esther
le limitó a sonreír, anonada. La escena que estaba testimoniando era tan dulce.
Hecho en falta a Maca. Puso una mano detrás de la espalda de su amiga, como
intuyendo los pensamientos negativos que ensombrecían su mente. A la vez, que
comprendía sus sentimientos.
E:- La
verdad, es una mujer encantadora. Parece que la belleza externa brote de su
interior- reconoce susurrando muy flojo, cerca de la oreja para no estropearle
su momento. Aún así, no han pasado imperceptibles como pretendían por la
doctora.
NA:-
Valeria, sal de tu escondite....que ya te he visto- la descubre al final,
pareciendo muy divertida por ello.
No hace mucho que se ha dado cuenta. Ha sido
en percibir una fragancia muy familiar. Al principio, creía que era sus deseos
que le estaban invocando a su pareja. Pero lo que le indico que no era un
recuerdo, fue la declaración de la enfermera. Y decidió pararle una trampa, y
cayó de cuatro patas.
Valeria
termina de abrir la puerta, y con las manos levantadas accede por fin dentro.
Su rostro esta rojo, de la vergüenza de haber sido pillada in fraganti. Aunque
más que nada se la percibe algo cohibida. Lo único que dice es un saludo y mira
a la niña con atención.
NA:-
Hola cariño. ¿Qué no me das un beso?- le pregunta, haciéndole gestos para que
se le acercase. Lo hace, y se inclina por darle un beso en el pómulo. No
obstante, la Monsolís le coge la cara entre las manos, besándola en los labios.
Es un contacto breve; y cuando se termina le presenta a la hija de sus primos,
con mucha naturalidad:- Valeria, te presento a Abril mi prima. Pero ella me
llama tía.
AB:- ¿Tu
debes de ser la pareja de mi tía, no?- le pregunta a la inspectora, sin ningún
tipo de inhibición. La niña parecía muy desenvuelta y alegre.- ¿Puedo llamarte
tía Valeria?- dando por sentado la respuesta.
NA:- Sí
lo es.- responde.- Si a Valeria no le importa le puedes llamar tía. - dice muy
feliz, a la misma vez que mira a su duende.- ¿A que no te importa?
VAL:-
Claro que no....- admite, feliz por sentirse parte de una familia. Era
increíble la naturalidad como tomaban ciertos temas los niños. La daba igual
que su tía estuviera con un chico o chica. - ¿Cuántos años tienes Abril?- le
pregunto, a la misma vez que se agachaba un poco para acariciarle el rostro.-
Sabes que eres una niña encantadora.
AB:-
Termino de hacer siete. Me han dicho que eres policía....- y se enfrascaron en
una conversación interminable. Valeria se le iban bien los críos, y de
inmediato la tubo conquistada. Y Abril, maravillada con su nueva tía se la
llevo a enseñarle sus juguetes.
Nadia
tubo sus instantes de gloria, deleitándose observando a las personas que más
amaba entendiéndose. Por su mente, sin querer, pensó en su futuro. ¿Llegarían a
tener hijos ellas dos? Y en tan solo imaginárselo se autocensuro. En parte, no
era el momento por querer tener hijos. No debería ni ya planteárselo.
La
tristeza la volvió a dominar... pero Estrella y Esther evitaron que se perdiera
en un laberinto mental. Ya que la hija de la enfermera empezó a llorar, y su
madre la cogió.
E:-
Seguramente tiene hambre....- y dirigiéndose a su hija, le preguntó:- ¿A qué
sí? ¿A que sí? Mi preciosa niña....- Abril se le acerco, le hacía mucha gracia
la niña y pidió acompañarlas para darle el biberón.- Pues ya venimos....- y las
tres se fueron, dejando solas al par de tortolitos.
VAL:-
Tienes a una prima muy espabilada- siéndole sincera, siguiendo de pie en medio
de la salita.- Es un cielo....
NA:- Sí.
Se parece a mi cuando tenía su edad.- no parando de reír.- Te extrañó...¿Por
qué sigues en medio de la salita?- esperaba que se le acercara, pero no hacía
ningún movimiento de hacerlo. ¿Por qué estaba tan distante? Quizás era su
timidez.- Ven...vamos amor, mi hermosa duende. Es algo vergüenzota, pero juro
que yo la quiero tal como es.
Valeria
lo hace, y no puede reprimirse más. La besa sin preámbulos, sin dejarla decir
más palabras. Nadia se abraza con fuerza
a su cuerpo, y eso hace que se balance. Se separa unos palmos, y al final se
sienta en su regazo. Vuelven a juntar sus labios, con la misma necesidad. Hasta
que sus respiraciones están agitadas y permanecen un tiempo indeterminado abrazadas.
NA:-
Reconocería tu perfume a mil kilómetros de distancia- le comenta mirándole a
los ojos. Los cuales los estaban en tan solo, a unos pocos centímetros de
distancia.
De
repente, le guiña un ojo, y le sigue mirando de una forma picara. Era como si
pretendiera pedirle un gran favor.
VAL:-
Así que no me podré escapar de ti.-
bromeando, mueve la cabeza hacía delante
para volverle a besar de nuevo. No obstante, evita que lo haga con un par de
nos cantarines.- Ahora ya no quieres..
NA:-
Mmmm....es que si me vuelves a besar me distraes- se disculpa la doctora.- Mi
duende, quiero hacer una locura. Aunque primero te tengo de pedir permiso a ti.
Valeria,
se separa unos centímetros de ella, y explora su rostro, tratando de intuir lo
que le quería pedir. No obstante, aquel anochecer no tenía la mente muy ligera.
Lo último que le faltaba era pensar demasiado. Dejó que su pareja hablase.
NA:-
¿Qué te parece si mis primos y sus dos hijos, se queden a dormir aquí? Están de
paso y sería muy frío que se vayan a dormir en un hotel...- defendiendo su
petición con estilo.
VAL:-
Por mi no pasa nada. Ya sabes que mi apartamento es tu hogar, y puedes invitar
a la gente que quieras- le responde, además también es una persona muy
hospitalaria. Le gusta cuidar a sus seres queridos y próximos.- Mientras se
conformen en dormir en el cuero de invitados y algunos en el sofá. Siento no
disponer de más habitaciones...
NA:-
Eres un cielo- se lo agradece de todo corazón. Se para, y la mira como un
corderito degollado. Indicándole, indirectamente, que había algo más.
Finalmente, con voz picarona confiesa su travesura:- ¿Y que te parecería
ofrecerles nuestra cama de matrimonio?
Valeria
se la quedo mirando atónita. No era que le importase hacerlo. Únicamente
porque, por encima de todo le interesaba procurarle un bienestar. Creía que no
sería justo que fuese ella quién durmiese en el sofá. Todavía no se lo había
pedido, pero conociéndola...y seguro que no se erraba con el diagnóstico. Y le
fue sincera, quizás actuó de forma maternal o algo autoritaria.
NA:- Sí,
tu yo podemos compartir el sofá cama... como los viejos tiempos- le suplico,
con voz seductora, persuasiva. Incluso, trato de poner las manos debajo de su
jersey y acariciarle su barriga suave y fuerte. En esta ocasión, fue Valeria
quién aparto sus manos. Aunque le encantaba que le acariciase de aquel modo.
Quería hacerse la fuerte, y no caer en sus encantos de inmediato.
VAL.-
Entonces, todo era distinto.- de inmediato se lamento por haberlo dicho, pero
tan solo estaba pensando en hacer lo correcto.
NA:- No
te preocupes tanto, estaré bien.- disculpándola de antemano, la comprendía.
Quería cuidarla, tratarla como una reina.- Puede ser muy hermoso, ser una
experiencia inmemorable. Estaremos tan cerquita que no te me podrás escapar.-
sus palabras consiguieron dominar su razón y ablandarla.
VAL.- De
acuerdo, lo que tu quieras. - le dice pretendiendo aparentar seriedad.- Luego
no me vengas con que te duele aquí o allí- decía a la misma vez, que iba
tocando los sitios que le iba nombrando.
Nadia no
podo evitar de reírse de sus ocurrencias. Y al final puso puntos suspensivos a
su lista interminable de quejas, con un beso casi infinito... casi, porqué no
existe el infinito y el timbre de la puerta las hizo regresar a la realidad.
(...)
(2)
La cena
la habían preparado los primos de Nadia, Eulalia y Roger. Todo lo hicieron
ellos, ni permitieron que nadie los ayudaran. Pararon la mesa del salón con el
mejor mantel de Valeria. La cual parecía haberse quitado todo el cansancio de
encima. Incluso, se había olvidado del desagradable paseo por el parque del
Retiro.
Maca, ya había regresado con un cava
francés. Esther, había conseguido calmar
a su hija y la dejo dormidita en una cestecilla. Abril, casi no se separa de
ella. Hubo que arrancarla a la fuerza de allí. Parecía que estuviese jugando al
juego de arrancar cebollas. Su hermano, Ramón ya había comido, ya tenía 13 años
y estaba enganchado a los juegos de la play.
Empezaron
la comida animadamente, y se rieron una barbaridad. Especialmente, por la
anécdota que les recontó Esther en relación como los primos de Nadia se le
presentaron en casa. Se ve que Eduard ni Gisela, les explicaron la farsa,
ideada por la inspectora Wood, para cazar a Adriana. Y como era lógico,
pensaban que Nadia vivía al piso de Maca, siendo unas madres primerizas.
E:-
Pensaron que yo era una niñera...Luego, se han liado cuando trataba de
contarles la verdad.- no evitando reír con ello.
EUL:-
Cuando vea a mi padre se va enterar- pareciendo algo enfadada por la manca de
información en su familia.- Es algo que no se puede ocultar. Y nosotros
metiendo la pata...- dirigiéndose a su pareja.
NA:- Los
dos están demasiado atareados con los negocios familiares.- tratando de
disculparlos, no obstante su corazón alberga un poco de tristeza por ello.
Valeria, presintiéndolo le coge de la mano, sin decir nada. Ya la empezaba a
conocer.
ROG:- La
verdad, nuestra familia jamás cambiará. Siempre los negocios.- manifestando
también tristeza. En cierta forma, tenía razón. Era indignante que la gente no
aprendiera a tomarse la vida de otra forma, aún más teniendo los antecedentes
que ellos tenían.
M:- Os
entiendo. - apoyándolos, también conocía la sensación de estar a segundo plano
en los valores familiares.- Incluso, te obligan, de una forma silenciosa, a
vivir de las apariencias. Quizás, están en un mundo donde las apariencias
importan más de lo que parece. Y más, si vives de la sociedad. Si quieres
vender, tener prestigio...
E:- De
todos modos, es indignante que importe más tu negocio que tu hija- opino la
enfermera, compadeciéndose de gente como los padres de Nadia. Realmente, no se
lo merecía. Aunque estaba bien atendida, cuidada por Valeria, también
necesitaba el apoyo incondicional de la madre. - Y seguro que un negocio de tales
dimensiones se puede llevar des de lejos.
Valeria
escuchaba atenta, no obstante, poco intervino en aquella discusión. Estuvo eso
si, muy pendiente de su pareja. Temía que escuchar aquellas verdades le
afectaran demasiado. No obstante, Nadia era una persona fuerte. Si que le dolía
que su madre no estuviera cerca, pero también había aprendido a vivir sin su
apoyo incondicional.
E:-
Perdona, quizás te ha dolido que opinara sobre ello....- sabiéndole mal ser tan
sincera. Maca ya le decía, con mucha frecuencia, que no debía de ser tan
impulsiva.
NA:- No
te preocupes, valoro mucho la gente que va con la verdad por delante.- le
disculpa, además no le importa que critiquen a su familia. Si la valoración es
constructiva la acepta, independientemente que sea verdad o no. A parte, ella
también odiaba a la gente que se refugiaba al trabajo y pasaba de sus seres más
cercanos. Sí, eran odiosos.- Reconozco que mi madre es ambiciosa, y a veces ha
distado de ser la madre amorosa que cualquier desearía tener. Pero se, que a su
forma se preocupa por mi.
E:- Maca, también valora mucho la sinceridad y
que le digan las cosas a la cara-mientras se lo dice, le roba una caricia
fugaz.
ROG:-
Eso también es verdad. A veces, no se sabe demostrar.- empieza a filosofar,
parece que el comentario realizado por su prima le ha entristecido. De hecho,
le invaden los pocos recuerdos que dispone de su madre.- En algunas ocasiones,
somos los hijos que no los sabemos valorar. Reconozco que mi padre lo ha hecho
todo por mi. Pero la vida le ha tratado tan mal... tantas perdidas que aún
conserve la cordura.
EUL:-
¡Vamos cariño, no pienses en eso!- le pidió, tratando de consolarle. Incluso,
Nadia se solidarizo con él.
El dolor
de aquella familia era todavía muy latente. Debían de ser muy fuertes, para
seguir andando a pesar de los horrores conocidos, sabidos. El resto de
comensales, se callaron. Ya eran conocedores de su tremenda experiencia, y cada
pareja se agarraba fuertemente de las manos. Construyendo una cadena poderosa,
humana y llena de amor. De aquella forma, todo se lleva mejor.
Fueron
unos minutos de duelo, pero el humor se restableció gracias a una anécdota de
Valeria. Únicamente, contó una ingenuidad de las suyas cuando estudiaba en la
academia para ser policía. Pretendía ser una metáfora, algo ilusoria que tarde
o temprano se terminaba haciendo justicia. Pero desgraciadamente, la buena fe
no es algo que predomine en el planeta. Aunque aquella realidad ya la había
descubierto en Londres.
NA:-
Quizás deberíamos tener más fe- dice a modo de conclusión. Jamás le ha gustado
el escepticismo, verlo todo de color oscuro. Todo hi que, ella en la actualidad
se esta cerrando las puertas para que no entrase la luz. Aunque aquel anochecer
parezca que la luz la ha vuelto a iluminar. Quitándose de encima, el polvo
negro que contamina su ser. Realmente, quiere creer lo que dice.
M:-
Cierto.- apoyándola en sus argumentos, y decide contar lo que ha aprendido tras
la desaparición de Esther.- Yo estuve apunto de perderla.- mientras lo decía
miro a Nadia, directamente a sus ojos azules.- Odiaba al mundo entero, a todo
que en él habitaba...
Odiaba
el mar, la agua, el viento...Me preguntaba: ¿Por qué a mi? Tengo mis defectos,
igual que Esther. ¿Por qué nosotras? Cuando siempre hemos tratado a no hacer daño
a nadie, a diario intentábamos salvar vidas...- y se callo, mirando al vació.
Aún sentía dolor en recordarlo.
VAL:- La
vida es injusta, hagamos lo que hagamos. Seamos santos o no. ¿Qué nos queda? ¿A
qué nos agarramos?- inquirió, dejando sus preguntas al aire.
Se giró y contemplo a su razón de ser,
hallando la respuesta a sus preguntas. Queda el día al día, permanecer al lado
de la persona que más amas. Ofreciéndole todo el amor que eres capaz de dar.
Tratando de aportar tu granito de bondad a tu entorno. Pequeñas contribuciones
que no harían un mundo mejor.
Nadia
percibió sus pensamientos, y se le mojaron los ojos. Valeria, instintivamente,
corrió en su socorro. La abrazo suavemente, y le masajeo la espalda. Sus
palabras la habían emocionado. Se susurraron cuanto se amaban, casi fue
imperceptible por los espectadores que eran felices por su dicha. Fue un momento muy especial para todos, donde
el amor brillaba en su máxima intensidad.
NA:- A
la esperanza de encontrar a gente que merezca la pena, que sepa escuchar y sea
sensible a las miserias humanas.- responde tras separarse de su pareja. Les
esta hablando con el corazón en la mano, y se lo dedica a Valeria, Maca y
Esther. Ellas han permanecido a su lado cuando más las ha necesitado.- En el
mundo todo es relativo, todo transcurre con mucha velocidad. A veces, no
sabemos aprovechar la vida. Porqué
creemos que disponemos de tiempo suficiente.
E:- En
esto te doy también la razón. -la interrumpe, y vuelve a repetirle lo que jamás
se cansará de hacer: darle gracias por haberle salvado la vida. Personas como
ella eran las auténticos motores dela humanidad. Nadia esquivaba aquellas
flores, y su humildad era sincera.
M:-
Habría de haber más gente como tu Nadia- apoyando a la enfermera. Las dos
querían animarla, verla feliz. Se lo merecía todo, aparte de qué tenía mucho
que aportar en el mundo.
NA:-
¡Por Dios, que no es para tanto! Simplemente, estuve en el lugar y momento
indicados.- quitándole importancia.- Cualquier de vosotros hubierais hecho lo
mismo.- estrecho la mano de la inspectora, que aún le seguía agarrando con
fuerza.
EUL:-
Siempre se ha quitado protagonismo...eh, primita- le dijo un poco en broma, a
la misma vez que se le acerco para darle unos golpecitos en la espalda. Aquello
ayudo a cambiar el rumbo de la conversación, y Nadia se relajo. Jamás actuaba
pensando en los frutos, o por egoísmo. Tan solo, trataba de confortar la otra
persona.
ROG:-
Envidiosa.- le sugirió en broma a su mujer, empezando un juego de palabras,
devolviendo la alegría al ambiente.
(...)
El
pajarito del reloj del salón salió, cantando las doce de la noche. La sesión
había durado hacía medianoche, el canto de la ave de madera fue la fiesta de
clausura. Esther y Maca se levantaron medio dormidas, y con mucha pereza para regresar
a su hogar. Valeria les propuso quedarse a dormir, aunque no había mucho
espacio pero podía prestarles sacos de dormir.
M:- No
gracias, pero tampoco queremos daros más trabajo.- miro a Esther, y las dos
coincidieron en la decisión.
E:- Será
lo mejor.- y se despidió de los primos de Nadia.- Encantada de conoceros,
cuando volváis a Madrid ya nos veremos.
EUL:-
Ten por sentado. Nos hemos pedido vacaciones, y nos las darán por septiembre. Y
hemos decidido veranear en Madrid.- le informa.
M:- Lo
mismo digo- se hicieron los besos de protocolo correspondientes a la despedida,
y se marcharon. Fue inevitable despertar a Estrella, pero fue un ángel y se
volvió a dormir de inmediato.
(...)
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