Un flotador para nuestras parejas (III)
Narra Maggie
Empezamos a recorrer
cada parada de metro y cada boca cerrada, seguíamos para delante, dando
vueltas y conociendo los misterios que allí se esconden. De hecho, todo
estaba más conectado de lo que uno se piensa.
El caos empezó, cuando
se empezaron a escuchar varias explosiones. Los sobrevivientes del metro
corrían de forma más histérica. Para nosotros fue una señal que
debíamos de espabilarnos otra vez sino queríamos morir en el infierno
Madrileño. Hambrientos y sin dormir hacia horas, me daba la sensación
que flotase e incapaz de descifrar que era real y ficción.
- Creo que estamos en
los túneles de la línea 1, en dirección Puente de Vallecas.- comenta en
llegar en la parada Bilbao. Había un grupo reducido de personas, todos
con los rostros sucios de sangre. Rujian como si fueran zombis. Algunos
se peleaban entre sí, incapaces de controlar su rabia. El resto, se nos
acercaron con actitud amenazante.
- Winn, a correr otra
vez. Son vampiros. ¡Solo nos faltaba esos!- pero tras decírselo la
mayoría ardió. Los que quedaron, huyeron de nosotros.- ¡Pero si no hemos
hecho nada!
- Ya me veía convertido
en vampiro y siendo eterno como Lena.- ironizó mi amigo.- Seguimos.
Intuyó que en la plaza del Sol debe haber indicios del ataque del gas.
Sean los restos de la bomba que han usado, o las máquinas que hubiesen
expulsado el gas. Por eso querían aniquilar las instalaciones del metro,
para que no quede ninguna prueba.
- ¿Y cómo explicas lo ocurrido con los vampiros?
- Quizás, el gas les hace vulnerables.
Seguimos andando. Cada
vez se escuchan más gritos. A la parada del Tribunal había más gente
tratando de escapar, pero también los accesos exteriores estaban
tapiados. Pasamos como pudimos de aquella marea humana. Vimos a otro
vampiro atacando. Saque mi pistola y le di en el cuello. Ya había
mordido a la víctima. Dude en si dispararla o no. Podía convivir
pacíficamente con los humanos si se le enseñaba. No obstante, al ver su
rápida transformación y que iba a por otro inocente, no le di opciones.
Me les acerque y les
retorcí el cuello. Estábamos al final del andén y seguíamos empeñados a
ir a la plaza del Sol. Fue entonces cuando vimos a unos extraños
sujetos. Iban con una especie de armadura, de color negro. Sus rostros
iban cubiertos por un casco de idéntico color. Parecían que respirasen
artificialmente y sólo tenían una visera en la zona de los ojos, que
estaba iluminada. Era una especie de linterna frontal.
Hice detenerse a mi
amigo. No se habían percatado de nuestra presencia. Estaban viniendo
hacia nosotros. Pero cuando pensaba que nos atraparían giraron hacia la
derecha y desparecieron. Permanecimos inmóviles un rato. Al no divisar a
ningún otro retomamos nuestro camino. Cuando llegamos a la altura dónde
habían desaparecido vimos ningún túnel. ¿Dónde se habían metido?
Me acerqué a la pared y
la palpe. Winn deduciendo mis intenciones, se fue para el otro lado y me
iluminó con su móvil. Fue él quien lo descubrió. Se trataba de una
gigante puerta, muy bien articulada a la pared del túnel.
- Winn, por favor no
mires más. Puede que nos estén vigilando mediante cámaras ocultas.- le
susurro. Me obedece. Se acerca y palpa toda la pared, hasta dar con un
pequeño comando. Era un censor de huellas digitales.
Fue destino o azar, el
caso que la puerta se abrió. Nos agachamos. Salieron un par de sujetos
con el mismo uniforme de los anteriores. Fuimos ágiles y nos colamos a
dentro de aquellas instalaciones secretas. Nos hallamos ante otro
corredor oscuro. Enciendo el móvil para iluminar el espacio. Ante
nosotros sólo vimos un estrecho pasillo.
Si venían más personas
nos cogerían infraganti. Empezamos a correr, hasta llegar a un cruce de
caminos. Cuatro direcciones. Preferimos seguir juntos. Escogimos girar
para la derecha, porque nos pareció escuchar voces humanas. Más bien
eran chillidos o aullidos. Al cabo de andar medio metro, nos topamos con
un espacio más amplio. En ambos lados había muchas puertas metálicas y
con alguna reja a la parte superior. Parecían celdas de aislamiento. No
nos constaba que en aquella zona hubiera ninguna prisión. Los gritos
procedían de allí sin ninguna duda.
Espiamos la primera
celda. Había un hombre muy peludo y de mirada ausente. Parecía que hacía
mucho tiempo que estaba en reclusión. A la celda del lado una chica que
se agarraba con fuerza a los barrotes de la puerta. No se me escapo,
por sus colmillos afilados, que era vampira.
- ¡Corred, antes que os
cojan y si no queréis escapar nunca más de las tinieblas!- nos advirtió
una chica muy delgada y pelirroja.
- ¿Quién os tiene retenidos?- Todo aquello me parece una barbaridad.
- ¡Huid!- insiste la chica.
- Tenemos de sacaros.- exploro la puerta de metal, debía de estar cerrada por un sistema electrónico. Podía intentar liberarlos.
- Maggie no creó que sea buena idea.- me susurra al oído mi amigo.- Si están presos será por algo.
- Tenemos de averiguar
porque los tienen aquí ocultos. A parte, intuyó que por eso tratan de
matarnos. Lo ocurrido aquí dentro es demasiado grave y lo quieren
ocultar.
- Te entiendo. ¿Pero si esos presos son realmente peligrosos?- me insiste Winn.
- Atención a todo el
personal, debéis ir desmantelando todo. Tenéis una hora para abandonar
la unidad 33.- anunció una voz metálica.- Recordad que entonces, las
puertas interiores se bloquearan y se activará el protocolo derribe y
destrucción.
- ¿Y nosotros que hacemos?- me cuestiona Winn. Leo en su mirada un hondo miedo.
- No sé...- me siento
tan cansada que mi mente tampoco es muy ágil.-Mira si hay alguna sala de
mandos por aquí. Las puertas deben poder abrirse. – el capitán me
obedece.
Mientras busco si había
otra puerta oculta. Doy golpecitos en las paredes libres de celdas y no
me parecen huecas. Seguramente, deberíamos de retroceder y explorar otro
pasillo. Mi amigo no encontró nada. Mire el techo, y no me extraño ver
muchas cámaras. Si no fuera porque estaban desmantelando aquel zulo ya
nos hubieran capturado.
- Winn, será mejor
cerquemos la sala de control.- sí, quería ir al corazón del huracán. No
teníamos nada de seguro. Comprobé mi arma, aún tenía balas y por suerte
llevaba balas de recambio en la bolsa. Él me imito y me apoyó como
siempre.- Chicos trataremos de sacarlos de aquí.
Volvimos al cruce de
caminos sin ningún problema. Giramos hacia la derecha. El camino no era
recto e iba haciendo siga-zagas. Andábamos despacio, rodeados de
semioscuridad. Tratábamos de ser precavidos y no girar sin antes no
explorar si alguien venía. Por eso, vimos con antelación como venían 2
soldados, con el mismo uniforme de los del túnel del metro.
Transportaban un baúl de madera, que parecía muy viejo.
Planee agacharnos y
cuando pasaran derribarlos. Fue fácil de hacer. Los golpeamos y nos
aseguramos que estaban abatidos. Con mi amigo me entiendo tan bien, que
no hizo falta que le ordenara que les quitásemos el uniforme, para
ponerlos nosotros. A pesar, de haber poca luz, no nos escapo que sus
rostros eran muy blancos. Puede que salieran poco al exterior.
Con algunas prendas
nuestras les atamos los brazos. Los arrastramos hacia la zona de la
celda. Volvimos hacia la caja y la abrimos. Contenía un montón de
pequeños botes, tubos con sangre... Cogí varios. A la etiqueta sólo
constaban códigos numéricos. Los devolví a su sitió. En aquel instante,
se escucharon voces metálicas. Cerraos el baúl y lo dejamos al principio
del pasillo hacia el sector de la prisión.
Retomamos el camino
anterior y nos cruzamos con otro par de soldados negros, que
transportaban una caja parecida. Nos saludaron y les devolvimos el
gesto. No tardamos en llegar a una sala en forma de L. Por la cantidad
de máquinas, neveras, microscopios,... dedujo que se debe de tratar de
un laboratorio. De una falsa puerta sale una persona con un uniforme
blanco, también tipo armadura articulada.
Su voz es femenina y me
susurra algo en un idioma que jamás he sentido. Al percatarse que no la
hemos entendido, nos indica que la sigamos hacia una habitación
oculta. Accedemos a un pequeño habitáculo, iluminado por una luz tenue.
Allí sólo había una especie de ataúd, en posición horizontal y de él
salían varios tubos blancos, conectados a una máquina lateral con muchas
luces. Se oían varios ruidos suaves, pero hacían que aquel ambiente
fuere algo inquietante. Era como si lloviera y alguien estuviera
respirando forzadamente.
- Me han ordenado
despertar a nuestra bella durmiente. Pero no hay tiempo para el
procedimiento habitual. Lo más seguro es que os la lleváis en la cámara
de gestación. Lentamente, se irán reiniciando sus funciones vitales.-
nos conto, a la vez que desconectaba todos los cables.- ¡Venid, no
temáis!
La obedecemos y miramos
al interior de aquella especie de litera con tapa acristalada. Me
impacta tanto reconocer a la persona que había allí dentro, que por poco
me delato. Winn le ocurre lo mismo. ¿Cómo la habían conseguido
capturarla? ¿Y qué le habían hecho? Las preguntas se amontonaban.
- ¿A qué es muy bonita, a
pesar de ser letal?- nos dice la mujer.- Os la cedo. Es alta prioridad
que salga ilesa de la Unidad 33.
- ¡Sí Señora, la trataremos con guantes de seda!- le prometo.
Le ordeno a Winn que se
pusiera enfrente e yo detrás. La guardiana del laboratorio, salió al
exterior y regreso con unas ruedas de camilla portátiles. Las colocamos
debajo del ataúd y se podía transportar mejor. Estábamos saliendo cuando
se volvió a escuchar la voz metálica de megafonía.
- ¡Alerta roja!
Estábamos siendo atacados por una nave del planeta Daxan. Los del sector
B, más cercanos a la plaza del Sol, desalojen.
Al cabo de unos segundos
hubo una fuerte explosión. Pareció que estaba ocurriendo un fuerte
terremoto. El suelo se volvió inestable y se agrieto. El techo se iba
cayendo a trozos. Nos quedamos a oscuras. Me fije que dentro de la
cámara tampoco había nada de luz. Palpe la estructura de vidrio.
- ¡Mierda, se ha dañado!
¿Y si no se despierta correctamente?- me horroriza la sola idea de que
Kara se muera. ¿Con que cara miraría a mi pareja y hermana?
Mi amigo, saca su móvil y
enfoca dentro la cámara. Mi cuñada parece aún la bella durmiente,
aunque en su precioso rostro tiene un par de vidrios clavados. Su
respiración es ausente.
- Maggie, creo que está muerta...- me comenta Winn, a la vez que trata de quitar la tapa del ataúd.
Otra sacudida, mucho más
fuerte que las anteriores, nos hace caer. El suelo se ahueca. Pierdo el
equilibrio, trato de agarrarme a mi compañero y en el último aliento
nuestras manos se agarran. Evita que me caiga al vacio. Mucho ruido de
piedras y humo que dificulta más mi visión. El corazón va a mil por
hora. Una vez estoy más calmada, exploro mi entorno.
La camilla había
desaparecido de nuestro campo de visión. Me acerco al inmenso hueco
ocasionado por el segundo terremoto. Robe el móvil a Winn y tuve fe de
ver a Kara cerca. Lloré de desesperación, de rabia por no haber podido
salvar a mi cuñada. Estaba tan ida que no me fije como varias personas
se acercaban.
- Maggie, creo que la
pesadilla se ha terminado.- me sacudió mi amigo. Tarde unos minutos en
reaccionar.- Nuestras parejas han venido a rescatarnos.- sí, tenía
razón. Identifique la voz de Álex de inmediato.
- ¡Álex, amor estamos aquí!- chille a todo pulmón.
-Mon-El, aquí.
No tarde en ver a mi
pareja apareciendo ante mí. En la cabeza lucia una linterna frontal. Sus
ojos marrones estaban cansados y le brillaron al verme a salvo. Me
levante y corrí hacia ella. La abrace con todas mis fuerzas. Nos besamos
con intensidad, como si fuese el fin del mundo. Nos separamos y nos
exploramos.
- Por suerte estáis
bien. Ese loco de Daxanita se le ha ocurrido usar su nave para
rescataros. Se harto de esperar a Lena y Supergirl.
- ¡Danvers no te quejes
tanto, que gracias a yo podemos abrazar a nuestras parejas!- protestó
Mike. Entro al pequeño reducto, cogió de las manos a Winn y lo abrazó
con todas sus fuerzas. Sus gestos me parecieron sinceros, realmente
amaba a mi amigo. Pero era tan brabucón que le hubiera dado varias
collejas.
Me separe de Álex. Debía
de contarle que allí dentro tenían presa a su hermana y la habíamos
perdido. Mire otra vez al hueco. ¿Y si estaba aún viva? Tenía poderes,
podría haber salido volando. No encontraba las palabras necesarias.
Volví a llora.
- ¿Qué pasa amor mío?-
se preocupo mi pareja. Me cogió la cara con las dos manos. Su mirada
contenía tanto amor, que me dolía romperle el corazón.
- Kara estaba aquí dentro, presa. No he...- empiezo a hablar.
- ¿Qué dices? No
entiendo nada...- justo en este instante se escuchan las voces de Lena y
Kara, que nos están también buscando. No tardan en llegar, se nota que
son un par de privilegiadas usando sus poderes. A veces, las envidió.
Aún así, siendo humana tampoco me va tan mal. Soy de la vieja escuela y
pienso que la eternidad puede ser un poco tedio. Aunque, también sería
lindo disfrutar de Álex en un tiempo ilimitado.
Me quedo paralizada en
ver a mi cuñada viva y feliz ante mí, agarrando con fuerzas a su chica.
Miro otra vez al hueco y a Supergirl. Puede que hubiese estado
alucinando, o un clon. Mi pareja sigue expectante, algo preocupada por
yo. Winn les empieza a contar todas nuestras aventuras y las termino yo,
narrándoles a quién creíamos estar transportando.
- Si he estado presa,
pero en una mazmorra de la catedral de Madrid.- nos informa Kara.- No he
perdido la consciencia, aunque yo he estado hablando con una vampira
que luego no estaba.
- ¿Qué es eso que tienes
en el cuello?- le señalo Álex, a la misma vez que se le acercaba. Me
fije también. Me parecieron claramente una mordedura a toda regla. Mire
de reojo a mi hermana, temiendo por la colleja que recibiría pronto. La
Danvers pequeña era intocable.
- ¡Nada mujer!- trata de quitarle importancia mi cuñada.
- ¡Si la he mordido sin
querer!- admite Lena, barrándole un poco el paso. Su rostro está muy
serio. Su actitud me parece un poco coercitiva. La conozco tan bien, que
intuyó que por dentro se siente morir por su acto. La sigo percibiendo
muy nerviosa y me preocupa.
- ¡Luthor, si no
controlas tus instintos vampíricos y la dañas te veras conmigo!- le
advierte mi pareja. Me le acerco y la abrazo por detrás, para mirar de
calmarla.
- ¡Ya basta Álex, es mi
pareja y no debes de entrometerte!- la defiende Kara. Se paso un poco,
pues Álex sólo pretendía protegerla. No evito mirarla con reproche.
- Por favor, estamos
todas con la adrenalina a tope, quizás que usamos todas nuestras
energías para huir.- separo a los dos chicos de sus carantoñas y
ponernos manos a la obra.- ¡Y vosotras chicas, a hacer las paces!
- Lo siento.- dicen las
dos a la vez. Lena las mira con los ojos llenos de lágrimas. Me le
acerco y la abrazo. Le susurro que no se preocupara, que seguramente no
pasaría nada con el mordisco.
- Y mira, si se convierte en vampira, será eterna como tú.- le guiño un ojo y consigo robarle una sonrisa.
- Gracias Maggie por tus palabras. ¿Por qué a veces es todo tan difícil?
- Empieza la cuenta hacia atrás para la destrucción de la Unidad. Diez, nueve, ocho, siete...
Kara tomo a Álex en
brazos, Lena me agarro a mí y Mon-El hizo lo mismo con su novio y
salimos a todo gas de aquella ratonera. Nos fue por los pelos de quedar
lapidados en los misterios Madrileños. A fuera nos esperaba todo un
batallón de soldados Españoles.
La idea del príncipe
Daxan, de usar su nave especial, aunque era pequeña, había sido muy
llamativo. El chico era tan impaciente que les había puesto en la boca
del lobo. Lena volvió a hacer una exhibición de sus poderes. Creo un
gran escudo de protección, que nos permitió llegar a la nave y subir en
ella. Una vez a dentro, se le ocurrió cantar una canción de rock a
través del sistema de comunicación. Consiguió animar a los soldados, que
empezaron a bailar al son de la música.
Y así fue como
conseguimos escapar ilesos de Madrid. Habiendo comprobado que los
efectos secundarios de Vital C no eran ningún chiste. Ha habido muertes
injustificadas y no hemos podido llegar a ninguna conclusión. Seguimos
sin saber quién es el Señor X, quién había detrás de aquel atentado. Y
otras cuestiones inquietantes nacen: ¿quién eran aquellos soldados con
armaduras parecidas a los soldados de las guerras de las Galaxias? ¿Y la
Unidad 33 pertenece a CADMUS? ¿Habrían regresado? ¿Y la chica del baúl
era una clon de Supergirl?
Una vez sobrevolamos
Madrid, el General Jon contacto con nosotros. Estaba muy irritado con
nosotros. Habíamos salvado el pellejo, pero se quejó de nuestra poca
discreción.
- ¡Nos habéis ocasionado
un grave conflicto internacional! El problema es nuestro en justificar
tecnología alienígena a la capital Española, y con más inri que esa nave
sea de un país colaborador. Ha habido pérdidas injustificadas... En
definitiva, ha sido un desastre.
- General Jon, escúcheme
las cosas no son tan sencillas.- protestó.- Debería haber estado junto a
nosotros, atrapado al metro.- le narre lo que vimos y las instalaciones
sofisticadas de la Unidad 33.
- A parte, querían lapidar a gente dentro el metro. Hemos conseguido salvar vidas.- remarca Álex.
- Dicha unidad es homologa a la DEO.- confiesa el General.
- ¡Perdone que insista,
pero dudo que esa organización sea como la nuestra! Antes de que Mike
agujerara encima de aquel zulo, la querían destruir. Tapan algo.
Incluso, se llevaban todo lo que querían conservar.
- A mi me tuvieron presa
en la Almudena. Según otra presa, aunque pude que tenga poca veracidad,
nos tenían retenidas la Inquisición Española.- tal como deducía mi
cuñada, no se la creyeron. Aquello parecía más un patio de escuela que
otra cosa.
- General Jon, creo que
debería de reconsiderar tota la información que le hemos facilitado.-
concluyo la Capitana Luthor.- Intuyó que estamos ante una cosa grande,
con múltiples focos maléficos. Alguien trata de generar el caos a nivel
mundial. Una distracción aquí, otra para allá... Hay algo que nos
escapa.
- Lo único que veo que
la misión de Vital-C es totalmente fallida. No tenemos nada. Todo son
hipótesis.- realmente estaba cabreado.- Por ahora os diré lo que hay. Me
veo obligado a retirarles de sus funciones en la DEO. No podéis
regresar a la base. Por ahora se ha solucionado el conflicto
internacional, alegando que vuestras actuaciones han sido de espaldas a
Estados Unidos. Lo siento chicos.
- ¡Muy bonito! Hemos
dado mil veces nuestra vida por nuestro país y este, al final, nos deja
con el culo al aire.- no evite exclamar con ira. No entendía porque no
nos creía.- ¿Y ahora qué, seremos carne fresca para las hienas?- el
resto del grupo Supers me apoyo.
- ¿Y sólo faltaría que España quisiera nuestras cabezas?- ironiza Lena.
- Nos han asegurado que
con eso ya bastará. Tenéis inmunidad.- nos remarco. Mire a mis amigos y
todos pensábamos igual: no nos lo creíamos.- Así que huid de España, por
si acaso y moveros por Europa. Es un continente muy bonito. Estamos en
contacto. Comprobaré algunas cosas que me habéis contando.
Se corto la
comunicación. Nos sumergimos en un pesado silencio. Sólo se interrumpió
por otra bronca, la que recibió Mike por haber usado la nave, de parte
de su padre. El chico no rechisto y quedo totalmente mojado de la
tempestad que había caído encima. A Paris debían de abandonar la nave y
usar otro medio de transporte. En parte era mejor, pasaríamos menos
inadvertidos. A aparte, no hacía falta correr porqué teníamos todo el
tiempo del mundo. Cada uno fue proponiendo los sitios que le gustaría
visitar.
- Paris ya me está bien, la ciudad del amor.- dijo Mon-El.- Espero convencerte en ella que te amo Winn.
- Voto por Berlín, que ha sabido renacer tras las cenizas segunda guerra mundial.- pidió Álex.
- Ámsterdam.- elijo yo.
Las imágenes de la ciudad, con sus canales y molinos, me enamoraron una
vez que las vi. Había sido pionera en muchas materias, como en el
matrimonio igualitario y legalización de algunas drogas.- ¿Y tú Lena?
- Estocolmo.- dijo sin titubear.
- Hèlsinki, a Finlandia.- prosiguió Winn.
Sólo faltaba Kara decir
qué ciudad Europea le apetecía ir. Durante todo el tiempo había estado
jugando con su móvil, como si no hubiese prestado atención. Todos la
miramos, exigiendo que se mojara. Pero quiénes nos quedamos con la boca
abierta fuimos nosotros.
- Tenía una sorpresa por
mi mujer.- anunció a la vez que la miraba directamente a los ojos.- He
comprado dos pasajes en un crucero, Paseo por tierras polares. A ver si
veremos Auroras Boreales.
- ¡Oh, Kara que bonito!- exclamo Lena, a la vez que se le acerco y abrazo. Se las veía algo mejor.
- Vamos en un grupito de
lesbianas, pero el crucero podéis apuntaros también vosotros.- se
dirige a Winn y Mike. Los cuales aceptan, igual que mi pareja e yo.- Por
cierto, os he pagado el pasaje ahora mismo. Sabía que me seguirías.
- ¡Qué estás loca Kara!
Es mucho dinero.- protesto, me sabe mal que se gaste tanto dinero.-
Cuando pueda te lo pagamos, ¿a qué si Álex?- me apoya y aún así insiste.
- Eso no se discute.
- ¡Ya habéis escuchado a mi mujer!
Planeamos el siguiente
circuito: Paris-Ámsterdam-Berlín-Hèlsinki-Estocolmo-Copenhague. ¿Qué
queréis que os diga? Sí, las vacaciones forzadas me cabreaban. Pero nos
resulto un plan genial. Nos percatamos a demás que estábamos los 6
constituyentes del grupo Supers. Y que nunca dejaríamos de ser
militares. Por eso decidimos investigar por nuestra cuenta. Dos de las
capitales europeas que visitábamos se generaban las políticas más
importantes del viejo continente. Había cosas que jamás cambiarían.
Minutos más tarde, los
ánimos iban de capa caída y el cansancio hacia acto de presencia. Me
acerque a mi hermana, que no parecía tener sueño. Kara dormitaba en sus
piernas. Pedí hablar en privado y se levanto. Le narre lo que vi en los
túneles del metro, aquel par de vampiros que ardieron. Su mirada verde
clara se ensombreció. Y por fin se sincero conmigo. La abrace fuerte. El
mundo andaba realmente revuelto.
Narra Lena
Hablar con Maggie me ha
ido bien. No me ha juzgado. Sé que tengo de contárselo a Kara. Espero
que con las vacaciones pueda, el trabajo no se entrometerá más en
nuestra relación. Tengo metida en la cabeza a la Condesa Carody. Era
como si fuera un alíen que habita en mi cerebro. Quiero volver a verla y
me aclare que paso aquella maldita noche del 23. No puedo arriesgarme a
perder a Kara por meras suposiciones.
Por eso he propuesto ir a
Estocolmo, para ver si la encuentro en su mansión. Y si no fuera así,
la iría a buscar en su isla privada.
Mi hermana esta rendida y
regresa junto a Álex. Me quedo un rato en los servicios. Mike también
padece de insomnio y se pasea por fuera de donde estoy. Sigo sin sentir
su mente. Me inquieta. Escucho a Kara que me llama. Salgo del wáter y me
le acerco. Sus pensamientos me desconciertan un poco. Esta algo triste,
cómo si no pudiera olvidar algo. Palpo su inseguridad y me hiere cuando
termina mintiéndome. Las dos jugamos a lo mismo. ¿Debería de culparla?
Me siento a su lado, la
abrazo y nos acostamos. Su corazón palpitar y respiración cada vez más
calmada, me ayudan a dormir por fin. La sueño otra vez. Escorpión,
sangre, cometa, playa, arañas,...
Narra Kara
Otra vez percibo a Lena
distante. Algo la preocupa y me esconde. Las palabras de la vampira se
me han clavadas entre ceja y ceja. ¿Y sí había conocido a otra? ¿Me
cambiaría algún día por otra mujer? ¿Por otra vampira?
Sigo teniendo las marcas
de sus colmillos en mi cuello, en la parte derecha. Me pica a veces. Y
de hecho, me despierta el ardor que siento en la piel. Álex duerme muy
pegada a Maggie. Lamento otra vez haber sido tan insensible con ella. En
el fondo, yo también estoy algo preocupada por el mordisco de mi
pareja.
Puedo ser algo dramática
a veces. Soy Supergirl, el día siguiente me tocaría el sol y se curaría
la herida. Y si no, sería como ella. ¿Y por qué me asustaba entonces?
La culpa la tenía aquellas palabras, de esa chica que quizás no existió.
Durante aquel mes, se había sentido sola y había comprendido más a
Lena. ¿Y si no sería a tiempo para salvar su relación?
Quería tener fe en el
crucero... y todos los días que compartirían debería de ayudarles a
volver a ser una pareja y recuperar la comunicación perdida.
Narra Álex
Estoy feliz de tener a
Maggie a mi lado, a salvo e ilesa. No me quiero separar nunca más de
ella. A Paris, le diré lo que he decidido. Te amo tanto. Por unos
instantes he creído que te perdería. Cuando he visto a parecer a Mon-El
con su nave encima plaza del Sol, pretendiendo agujerar a lo loco el
suelo casi me da un ataque al corazón.
Suerte que entre su
tecnología había rayos X y tampoco hemos perforado a lo loco. Aún así,
nos hemos cargado con el zulo de aquella extraña organización. Me siento
tan orgullosa de mi pareja, es tan valiente e inteligente. Sé que nunca
me pasara nada a su lado.
Las que si me preocupan
son Lena y Kara. No me gusta para nada que la haya mordido. Estoy
realmente preocupada. Primero, porque no sé cómo reaccionará su
organismo y segundo, porque si le afecta no tengo acceso a ningún
laboratorio para investigarlo. Estaremos totalmente en manos de dios.
Maldije a Lena. La había
llegado a querer y respetar. No obstante, últimamente me estaba
decepcionando. ¿Tendría razón Janet sobre ella? Calle mis alocados
pensamientos. No debía meterme en su relación. Pero estaría muy
pendiente de mi hermana.
Llegamos a Paris y
alquilamos habitaciones en una modesta pensión de la periferia. Fuimos
directamente a visitar la Torre Eiffel. Antes le había pedido un favor a
Kara, que me fuera a comprar un simple anillo para pedirles matrimonio a
Maggie. Nos casaríamos al crucero.
Al llegar al punto más
alto de la torre, bajo la ciudad francesa como testimonio, junto el
cielo más claro y puro, le pedí que se casara conmigo y ella acepto.
Nuestros amigos celebraron la feliz noticia con aplausos, animando a
otros turistas a felicitarnos. No sé quién fue a comprar cava con el
cual brindamos y se nos mojo totalmente.
A pesar de lo sucedido, éramos felices como los perdices, porque cada uno estaba junto a la persona que amaba.
***Nota de la autora***
Bueno, ese capitulo de ha terminado. Próxima entrega: Cruceristas a embarcar.
Lista de bordo:
1. Janet
2. Cat Gran
3. Kara Danvers.
4. Lena Luthor
5. Álex Danvers
6. Maggie Sawyer
7. Winn
8. Mon-El....
¿Y quién más se sube?
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