Ir al contenido principal

CRUCERO A LA ETERNIDAD. Janet

JANET

Narra Janet Forrester

Estoy enamorada de Kara des de mi infancia. Cuando mis tíos nos la presentaron me impresiono, con su pelo rubio como el oro, su sonrisa grácil y pura. Conectamos de inmediato. Estaba feliz de tener a una prima de mi edad, con quién jugar y compartir momentos. Mis dos hermanos y resto de primos eran más mayores que yo. Al ser la pequeña del clan Danvers-Forrester tenía sus privilegios e inconvenientes. Por ejemplo, cuando me iba haciendo mayor deje de ser la pequeña de la casa, su juguete. Al estar en distintas edades, los intereses habían variado.
La llega de Kara en mi vida, supuso una bocanada de aire cálido. Me gusto convertirme en su mentora, en mi compañera de travesuras y en mi cómplice. Álex no tardo en unirse en nuestro club. Me molesto un poco, porque me encantaba estar al centro de la existencia de mi prima. Pero de repente le invadió el espíritu de hermana mayor. Aquel milagro ocurrió tras de qué Kara estuviera enferma y tuvieron de internarla al hospital.
Jamás supe que tuvo, nadie me conto nada sobre aquello. Mi amiga tampoco fue muy explícita cuando se le pregunte tras recibir la alta médica. Había un halo de misterio respeto a ese incidente y en su adopción. Pero por aquel entonces, a casi los 9 años y pico, no sueles meditar si lo que ocurre tiene lógica o no. En cierta forma tragas sin masticar las vivencias. A parte, los adultos no suelen regalarte explicaciones convincentes.
Kara regreso a mi vida y Álex se convirtió incondicional de nosotras dos. Y sí, me molesto mucho que se entrometiera en mi relación con ella. Me encantaba mucho estar con mi prima, hacerla reír, acariciar su piel y cuando estaba lejos ya la extrañaba. La creía mía y no me imaginaba un futuro sin su compañía. Lo sé, puede parecer muy prematuro. Por aquel entonces, no tenía consciencia de estar enamorada, o que aquello era amor. Era mi amiga del alma, con la cual un día hicimos un pacto de sangre. Ser siempre amigas hasta el fin de nuestras vidas.
El tiempo transcurrió veloz y crecimos. En la adolescencia me desarrolle un poco más pronto que ella. Los chicos empezaron a irme detrás. No obstante, ninguno de ellos me atraía. Sintiéndome algo rara, trate de salir con un chico, algo mayor que yo.
Fue una experiencia fallida, que me ayudo a definir mi orientación sexual. Me percate entonces de mis sentimientos hacia Kara. Sólo tenía ojos por ella. Su sencillez me fascinaba y creía que era la única que la sabía valorar. Siempre iba tan despistada, despreocupándose por su aspecto. No sé porque le anime a ser más femenina. Quizás quería verla relucir como el mejor de los diamantes.
Al hacerme caso, empezó a radiar y a echar mucha luz. Me fije que no era la única que perdía por la cabeza por ella. No obstante, a todos los que le proponían salir con ella les daba calabazas. Eso me hacía feliz, creí que nadie nos separaría. Realmente, existía una enorme conexión entre las dos y nos gustaba abrazarnos, restar horas enteras escuchando música comiéndonos con la mirada y sin decir nada. Nunca llegamos a besarnos. Nunca cruzamos aquella delgada línea roja.
No me atrevía a confesarle mis sentimientos. No estaba segura que me correspondiera por igual, a pesar de a veces la había pillado mirándome embobada. Pero aparecio en nuestros destinos James y lo cambió todo. Jamás entendí que le veía Kara. Lo veía un ser muy engreído y ambicioso. Me dominaron los celos y fui muy irracional. Podía soportar estar a su lado, aún sabiendo que no la podría besar ni acariciar, pero me mataba tenerla tan lejos e ignorándome.
La situación empeoro mucho más cuando pille a su novio liándose con una compañera de trabajo. Él al percatarse de mi presencia en aquel local, y en consecuencia verse infraganti, me intercepto en la puerta cuando me iba. Me cogió del brazo derecho de malos modos, para arrastrarme hacia el exterior y a la primera callejuela se metió.
- ¡No te atreverás a decirle nada a tu prima, bollera de mierda! ¿Crees que no me he dado cuenta de que estás enamorada de ella? ¡Asco me das!
- ¡Déjame, me estás haciendo daño!- tratando de librarme de sus garras. Me cogía las dos manos y tenía mi cuerpo aprisionado contra la pared. A pesar de la poca luz de la zona, me fije que sus ojos carbón le brillaban de lujuria.
- Eres un ser abominable y antinatural. No quiero que te acerques a mi chica, no la llevarás por mal camino.- me agarro la cabeza con su mano derecha y me dio un golpe en la cabeza. Luego la bajo hacia mi cuello. Por unos instantes creí que me ahogaría, incluso mire hacia la calle principal. Trate de librarme de su opresión, pero era más fuerte que yo. Me dio un fuerte bofetón, pero respire algo más tranquila, al dejar de sentir su mano en mi cuello.- Seres como tú no deberías de existir.
Lo peor fue que no se conformó con agredirme verbalmente, sino que termino tirándome al suelo y me dio varias patadas. Sólo atine a protegerme el rostro con las manos. Mi tórax y abdomen recibieron la mayoría de los golpes. Algo lo detuvo, quizás un atisbo de consciencia o al escuchar las voces de un grupo de adolescentes. Se fue tras volverme a amenazar, ni se digno a estudiar los daños ocasionados en mi joven cuerpo.
Empece a llorar, pero nadie escucho mi llanto. Pudo haber gritado, pero me poseyó la vergüenza y me sentí muy indefensa. A pesar de ser verano, me sentía helada y tiritaba. Una fuerza más poderosa que mi orgullo herido, hizo que no me rindiera. Alcance a sacar el móvil de la bolsa, busque el número de Álex y la llame. Era la única persona con la cual confiaba y estaba segura de que no me juzgaría.
Mi prima no tardo en llegar. Sus ojos se llenaron de lágrimas, se agacho a mi lado y me abrazo. Le conte la pura verdad, sin ocultarle mi orientación sexual.
- Janet, eso no puede quedar impune. ¡Debes de denunciar a James!- opinó tras escuchar mi negativa a acudir a la policía y al hospital.
- Tiene razón, ser gay es antinatural. Y Kara me odiará...- me sentí muy hundida y me costó mucho superar aquella agresión. Era joven y aún no había asumido del todo mi identidad. No fue una experiencia nada gratificante ni ayudo a aceptarte.
- ¡No lo es, sácatelo de la cabeza!- exclamo con vehemencia Álex.- Cualquier agresión es intolerable.
Cogió el móvil para contactar con la policía. Pero se lo impedí. Sólo le permití que me trasladara a un hospital. Mentí. La versión oficial fue que iba borracha y me caí por unas escaleras de la calle.
Lo irónico de todo, al final perdí igualmente a Kara. A pesar de ceder al chantaje de su novio y callar. No sólo mis celos tuvieron la culpa, él supo manipularla y separarnos.
Fui cayendo en una honda depresión. No me atrevía a hablar con nadie. Me sentía muy sola y sucia. Álex trato de ayudarme pero la expulse de mi vida. La estocada final vino cuando Kara irrumpió en mi casa, acusándome de cosas horribles, como no querer su felicidad al no apoyar su relación con James. En aquel instante, pude haberle mentido para perseverar nuestra amistad. Pero no lo hice, debía de tener dignidad.
Lo que me hundió definitivamente, fue al enterarme por mis padres, que Kara se había marchado. Lo había dejado todo, incluso su posesivo novio, para irse lejos. Nadie sabía el destino de su viaje sin fecha de retorno. No sé porqué, pero una parte de mi creyó que la había fallado. Algo le había sucedido, que le había trastocado la existencia y no había estado a su lado.
La vida se me estaba haciendo insufrible, sintiéndome sucia, culpable y con un profundo rechazo a mi orientación sexual. ¿Por qué no era heterosexual? Mi vida hubiera sido más fácil. Fue en una noche, la más oscura de todas cuando me decidí. Ya llevaba días barajando aquella opción. Un mundo sin Kara no tenía sentido. Me levanté, me dirigí a la salita y fui directa al cajón donde mi madre guardaba sus pastillas para el insomnio. Pase por la cocina y llene un vaso de agua. Regrese en la habitación.
Saque las píldoras lentamente. Me detuve, consciente que estaba iniciando un sendero sin retorno. Pensé en mis padres, en mis hermanos... Les debía una explicación. Me incorpore, me acerque a mi escritorio y en una hoja escribí mi carta de despedida. ¿Debía de confesarles mis verdaderos motivos? ¿Pero de qué les ayudaría saber que era lesbiana, una degenerada? Si ellos mismos serían los primeros en crucificarme. Tampoco se me habían escapado algunos de sus comentarios homofóbicos.
Termine escribiendo lo típico que se suele decir. Fue en un momento de más lucidez mental, que me impulso a enviarle un mensaje a Álex. Y ese gesto me salvó. De todos modos, se que una parte de mí murió aquella noche. Sí, sobreviví pero la paz de mi vida se terminó. Mis padres me llevaron al psicólogo, estuve casi un año en tratamiento. Fue duro. Aprendí a quererme y aceptarme. Y mi familia asumió mi orientación sexual. A fin de cuentas, como suele decirse, en última instancia preferían verme con ganas de vivir que con parejas de mi mismo sexo.

 A fin de cuentas, como suele decirse, en última instancia preferían verme con ganas de vivir que con parejas de mi mismo sexo
Álex me ayudo mucho y descubrí porque me comprendía tanto. Pues ella también era lesbiana y estaba en la misma fase que yo. Y si tuvimos una pequeña historia de amor, las dos sabíamos que no llegaría a buen puerto. Éramos dos buenas amigas que se consolaban y se permitían sentir en son de su naturaleza.
Kara, la insensible y ausente completamente de nuestras vidas (excepto por su hermana, con la única que se comunicaba), seguía muy arelada en mi interior. Algunas veces la odiaba y la maldecía. Momentos que le culpaba por mi desdicha. Otras veces, la extrañaba.
Como ya he dicho, no fui la misma de antaño. Antes era una chica jovial, segura de mi misma y con las ideas muy claras sobre mi futuro. Pero todo aquello se perdió. Me sentía un ser muy frágil, perdido y todo había perdido su sentido. Cambiaba de opinión constantemente, tendía a tener conductas adictivas y solía padecer episodios depresivos. ¿Por qué me costaba tanto superar mi pasado?
Todo pareció que cambiaría cuando conocí a una bella doctora, que me atendió cuando tuve un accidente automovilístico. Habido cometido la temeridad de conducir bajo los efectos del alcohol. Fue una preciosa historia de amor. Volví a soñar con los ojos abiertos y conocer por fin el auténtico amor. Puede que lo que sentía hacia mi prima fuera sólo un alumbramiento.
Viví creyendo que el pasado estaba superado. Aunque, a veces Kara se me colaba en mi mente. A veces eran pesadillas y otros sueños húmedos. Agradecía que sólo fuera aquello, un sueño. El problema surgió cuando hacía tres años mi obsesión reapareció.
La familia Danvers y Forrester la acogió como si nada en sus vidas, incluso le hicieron un recibimiento digno de reina. Y lo más sorpresivo, que su pareja era una mujer. La elegante y exuberante Lena Luthor. Hacían una bonita pareja. Los celos regresaron. Y todos los años compartidos con mi mujer, con la que tenía dos hijas, se convirtieron en cenizas. Trate de engañarme, pero Júlia ya lo dedujo desde siempre.
El fracaso matrimonial me afecto mucho. Me odiaba por no querer como se merecía a mi pareja. Me odiaba por destruir lo que tocaba. Me odiaba por seguir deseando a Kara y habérselo contado hacia tres semanas. No debía, pero tras escuchar que estaba teniendo problemas con Lena, le aseche.
Llevaba tanto tiempo albergando aquellos sentimientos, que me estaban asfixiando y quizás me convertían en una mala persona. Pero ya empezaba a ser hora que fuera sincera conmigo misma. La amaba.
Jamás le revelaría mi calvario, o mi mayor vergüenza. No quería alimentarle ningún atisbo de culpa. En el fondo, el único culpable era James. El cual abandono Garden City tras romper con Kara. Hay quién cree que sólo perseguía la riqueza de los Danvers. Quizás nunca se sepa, porque no se supo nada más de él. En mis entrañas sólo espero que no se cruce nunca más en mi camino.
Es 23 de Junio y estoy muy feliz. Trabajo en la cooperativa familiar, codo a codo con mi prima. Ha creído en mí, a pesar de mi problema de adicción al alcohol. Le he prometido que seguiré acudiendo a terapia y confiaría con nuestro equipo de enólogos. Mis tareas consistirían en promocionar nuestro vino, contabilidad y finanzas.
- Me gustaría ir contándote más sobre mis tareas.- me enuncio mi prima unas semanas antes.- Planeo hacer un viaje con Lena, puede que este fuera un mes, y deberás dirigir tú la empresa. ¿Te ves preparada?
- ¡Por supuesto que sí!- iba a salir del despacho, me apetecía encerrarse al cuarto de baño y llorar. Kara nunca me escogería. Seguía apostando por su Lena, quien la estaba plantando constantemente. ¡Qué injusta era la vida!
- Gracias por tu comprensión.- me acepto aquel gesto y me dirigió hacia la puerta. Pero me volvió a hablar. Me recordó a la chiquilla tímida y vergonzosa de cuando era adolescente.- No te abrí mi corazón el día que me dijiste que me querías.
Me helé al sentir sus palabras y no pude retener mis lágrimas. No me las seque. Me gire y le sonreí. Me asenté en la silla de delante a su escritorio, tratando de ser prudente. No creía que sus sentimientos hubiesen dado un giro de 180 grados.
- Te amaba, pero me di cuenta años más tarde. Quise comentártelo cuando regrese, pero no me pareció adecuado. A fin de cuentas, las dos habíamos rehecho nuestras vidas.
- Te entiendo. No te preocupes, tienes algo hermoso con Lena y debes de tratar de arreglarlo. Siempre lamentare no haber sido más valiente entonces. Quizás...- le fui sincera, a pesar de qué deseará que fracasaran. Y más en saber que me quiso. Aquello me daba alas.
- Janet, no le des más vueltas. ¿De qué nos servirá respondernos a la eterna cuestión, y si...?- filosofo mi prima.- Sólo te lo cuento, porque sepas que eres muy especial para mí. Pero amo a Lena. Las experiencias compartidas, que han sido muchas, me han indicado que es la mujer de mi vida. Sé que no te cae bien, pero para mí es la mejor persona del mundo. Sólo deseo que pronto conozcas a otra chica y te llene, tanto como lo hace Lena.
- Bueno, para ti es fácil de decir. ¡Cómo si fuera tan fácil mandar al corazón!- no evito exclamar con rabia. Se levantó y se marcho dando un portazo. Me poseyeron unas ganas enormes de coger una botella de vino y bebérmela toda. No lo hice. Debía tener sólo paciencia. Mi prima política algo traía entre manos, tan irse a National City no era normal. ¿Y si tenía una amante allí? ¿Cómo podría averiguarlo? No dejaré que nadie más le rompa el corazón a Kara.

Fiesta de inauguración del vino Fuego y cava Lena

Eran ya las nueve de la noche y la presidenta de la empresa seguía sin aparecer
Eran ya las nueve de la noche y la presidenta de la empresa seguía sin aparecer. Me empecé a preocupar. Hablé con el maestro de ceremonias, que había alterado el orden de los actos. Los asistentes empezaban a impacientarse en no ver a Kara entre los presentes. Tuve de asumir el mando y quizás realizar el discurso. No me gusta hablar en público, las palabras no me salían. Los camareros no paraban de pasar con sus bandejas llenas de comida y bebida. Estuve tentada en beberse sólo una copa. Lo necesitaba.
- Sra. Forrester, quizás que se decida. Hay gente que se va y los críticos se están quejando, algunos les están esperando a otro sitio. Le recuerdo que si no pueden hacer las críticas de sus nuevos productos...- le recordó el ayudante de márquetin.
- Sí, sí de acuerdo...- accedó tartamudeando. Pero en lugar de dirigirme a la zona dónde había el micro, enfrente de todos, entro en el edificio de las oficinas. Sacó el móvil y trato de localizar de nuevo a mi prima. Había línea, no estaba comunicando, pero no me lo cogió.
No podía salir, más preocupada por su ausencia. Tampoco me podía largar de aquel modo. Regreso a la fiesta y localizo, entre tanto gentío, a mi hermano mayor que era publicista. Le pidó salir un momento de la muchedumbre y le exijó que me sustituyera.
- ¡Estás loca!- me escupió de inmediato.- Debes quedarte y no defraudar más a la familia.- sus palabras me hirieron profundamente, intuía que la mayoría pensaban lo mismo de mí.
- Estoy preocupada por Kara.- como veían mis sentimientos hacia ella como una obsesión, una vía de tren sin destino, no me tomaban en serio.
- ¡Janet por favor, no te has parado en pensar que debe estar con Lena!- lo dudaba, porque sabía lo mucho que le importaba que nuestro vino tuviera un buen lanzamiento.
Desesperada opte por pedírselo al maestro de ceremonia. Hubiera podido recurrir a mi otro hermano, que era enólogo. Pero no quise perder más tiempo. Por suerte había escogido la moto para ir a trabajar y halle poco tráfico. La casa de mi prima estaba sumergida en la absoluta oscuridad. Kara estaba, porque a fuera había su camioneta.
Entre como una autómata. No hizo falta rastrear las habitaciones. Vi de inmediato que había una luz tenue en la salita-biblioteca. Corrí hacia allí y la encontré tirada al suelo, con el cuerpo lateralizado hacia la puerta. Su rostro estaba sucio de su propio vómito, de un color marrón-verde. Su mano derecha seguía agarrando una botella, que parecía de licor. Jamás la había visto. Me agache y busque su pulso. Por suerte, había llegado a tiempo. Saque el móvil y solicite ayuda médica.
Los técnicos no tardan en llegar. Tratan en vano ponerle una vía en vena para administrarle medicamentos. Era alucinante, las agujas se doblegaban o se rompían. Su amor parecía de acero. Le acaricio el rostro, su piel era suave y no le parecía de metal. Le pasaron por la cabeza alocados pensamientos. ¿Y si prima era un robot? ¿O bien, la habían sustituido por un robot?
- Lo sentimos, sino podemos aplicarle medicamento ni nada, no la podremos recuperar.- se disculpo el sanitario de mayor edad, que debía de ser el médico.
El mundo se me caía encima y me sentía muy impotente. Una voz interna me susurró un nombre. No lo dude. Sabía que ella no me fallaría.
- Álex, necesito que vengas a Garden City. Muy urgente, tu hermana está entre la vida y muerte.- sólo hubo un minuto de silencio y todo estuvo en marcha.- De acuerdo, pediré que los técnicos se marchen.
- Lo siento, su hermana me ha recordado que Kara no quería ser reanimada.- y le enseño el documento online que lo apoyaba. Su prima mayor había sido muy rápida enviándolo. De igual modo, que también fue un rayó en aparecer en la casa, junto a otros sanitarios militares.
Se acordó de la botella, era importante que se la llevaran para analizarla. Quizás había mezclado aquel licor con alguna clase de fármaco. ¿Podría haber sido una tentativa de suicidio?
Por desgracia el licor se había caído y derramado todo el líquido. La agarró y se le enseño a Álex. Al verla su rostro le cambio algo. La cogió y metió dentro de una bolsa. Actuaban igual como si fueran policías.
- ¿Has avisado a Lena?
- No.- respondí de inmediato.- Esta en National City, eso creo. Debía de regresar hoy, pero ya ves que no está.- no disimulo su odio hacia ella.- Kara estaba muy dolida por su desplante, puede...
- ¡Mi hermana jamás trataría de quitarse la vida!- exclamó rápidamente.- Trataré de localizar a mi cuñada.
Ocurrió lo que me intuía. El móvil de la Luthor estaba desconectado o fuera de cobertura. No evite reírme de satisfacción, no me había errado. Álex me lo reprocho.
- Teniente Danvers, ya es seguro el traslado de la Coronela al hospital de la DEA.
Estoy totalmente descolocada. ¿A dónde se referían? Mi prima trabajaba para el ejército, debía de ser una sección de él. Observé el cuerpo inerte de Kara. Me fije de inmediato que le habían podido poner las vías y además llevaba un collarín de un verde muy chillón, parecía de metal radiante. Jamás lo había visto, y eso que había estado a varios hospitales. En el que trabajaba mi ex, era muy moderno a nivel tecnológico y nunca había visto nada parecido.
- ¡Vamos Janet, acompáñanos! Tengo de explicarte muchas cosas. A parte, armarías las de san quintín si no te permito venir.- se lo agradezco.
Al salir a la calle, me quedo aún más alucinada en ver la pequeña nave en la que subimos. Por eso han acudido tan rápido a rescatar a Kara. No era ningún sueño de los míos ni fruto de mis borracheras.
Horas más tarde...
Kara ha recuperado la consciencia. No me permiten estar con ella. Aún debo de hablar con Álex. No paro de moverme por aquella extraña base. Procuro no incomodar a nadie ni entorpecer sus tareas. Me acerco a la puerta de su box. Deseo verla, pero intento dominarme. Puedo escuchar perfectamente a mis primas discutir una cuestión.
- Por favor, no llames a Lena. No debe de saberlo. Además, aún no lo sabemos con absoluta seguridad.
- Casi es seguro, han tratado de matarte. ¿Pero quién, y después de tres años?
Las dos hermanas se callaron, meditaban quizás. Preferí no escuchar más. Me sentía algo mareada. ¿Qué habría hecho mi prima para que alguien la quisiera ver muerta?
Minutos más tarde, Álex salió y me condujo a su despacho. Encima de la mesa sólo había dos fotos. Una con su pareja Maggie y la otra que salían junto a Kara y Lena en un sitio muy paradisiaco.
- Lamento que lo hayas descubierto de este modo. Mira, te hablaré sin rodeos. Te pido máxima discreción y sé que la tendrás. ¿La sigues amando no?
- Sí.- le admito sinceramente.
- Muy bien. Kara es alienígena.- y me narró su historia, pero tengo la sensación que no toda. Aunque me da igual.- Concluyendo, tememos que siga siendo un objetivo de determinadas organizaciones.
- Entiendo. ¿Y Lena, es humana?
- Sí.- respondió rápidamente.- Y también conoce el secreto de Kara.
Me duele que no hubiésen confiado en mi. Me hacían sentir insignifcante en sus vidas.
Minutos más tarde me permiten verla. Duerme apeteciblemente y opto por no despertarla. Los caminos del señor son caprichosos y llenos de agradables sorpresas. 

***Nota de la autora*** 

***Nota de la autora***
La historia de Janet al día... ¿Amor o obsesión? ¿Habrá resuelto sus problemas de alcoholismo? ¿Guardará el secreto?
¿Dónde estará Lena y porque no acudió al evento?
¿Quién ha tratado de matar a Kara?
La historia continuará y el próximo capítulo será
Condesa Nadine Carody

Comentarios

Entradas populares de este blog

JAMÁS VOLVERÁ A SER LO MISMO Capítulo 1 (Fanfic de Jasmin y Anni de Guten Zeien, Schlechte Zeiten)

JAMÁS VOLVERÁ A SER LO MISMO (Guten Zeien, Schlechte Zeiten) Esta historia es un fanfic de la pareja lésbica de GZCZ, Anni y Jasmin. La historia arranca tras la infidelidad de Anni (para mí un beso si lo es). No sé cómo se desarrollará su trama en la serie. De momento, no me gusta el comportamiento de Anni. Esta enfada y dolida con Jasmin por haber dado cinta sin su permiso. Aún así, eso no quita que te líes con la primera que te sonríe. Aunque, por una vez en la serie debía ser ella la culpable de su crisis de pareja. ¿Es la típica historia de cuando una se va la otra se viene? No quiero ser dura con Anni. Pero no puedo evitarlo, no soporto a personas con su perfil. Sí, a todos aquellos que juzgan a otros porque no siguen sus mismos principios, como a los intransigentes y duros con los errores de los otros. No obstante, se olvidan que todos somos humanos y como tal cometemos errores. Y Anni no es ninguna excepción de la regla. Me ha gustado la evolución de Jasmin en el de...

Sobre Anni y Jasmin de GZCZ

  Hola, alguien me ha preguntado donde ver los capitulos sobre esta linda pareja. Yo lo hice del siguiente modo: hay un grupo de google dedicado a la pareja. Debes de enviarles la solicitud de entrar al grupo enviado en la siguiente dirección de correo: jasanni+noreply@googlegroups.com Solo decir que os encanta la pareja, o os gusta.  Por cierto, los capitulos estan subtitulados en ingles, español, frances... A veces, hay que saber esperar y se subtitulan siempre. :)  

ANNI Y JASMIN, CRISIS DE PAREJA

Anni y Jasmin llevan casi todo este año de crisis. Tras la muerte de Dominic que nada fue lo mismo. Aunque, antes de la perdida de este personaje nuestras chicas volvían a ser perro y gato. Anni se había enfadado con Jasmin por el tema de la discográfica. Hicieron las paces, autoregalándose un viaje al Caribe. Tras el cual, lejos de acercarlas más ha sido un motivo de disputa. Anni se siente agobiada en la relación y hecha en falta más espacio. Jasmin sigue labil emocionalmente tras la muerte de su mejor amigo, y quizás por eso también haya accentuado su dependencia hacia Anni. Son distintas en este aspecto, pues la técnica de sonido es más independieten. Aún asi, Anni parece que tampoco esta preparada para tener una relación más seria (en el sentido de compartir habitación con Jasmin). Le aterra parece.  La cosa empeoro cuando Anni rechazo su oferta de trabajo. Aunque Jasmin no se lo pidió, pero al ver que lo llevaba mal hizo que rechazara aquella oportunidad. El problema er...