OLAGIRLS Y MI ROADTRIP EXPERIENCE (3)

Número tres es mi número preferido, quizás porqué naci al 3 de abril, y algunas experiencias importantes en mi vida llevan ese número. Es algo que no tengo comprobado científicamente. Cuando empecé a salir, mi grupito era de tres. Mi prima, su mejor amiga e yo. No es un número perfecto, algún vértice suele quedar algo colgado. Aunque también soy yo, que no soy de mucho hablar y muchas veces me mantengo alejada del mundo, en un estado contemplativo. Pero todo evoluciona, la gente termina siguiendo su camino y surgen nuevos grupos, amistades.

A veces, es fácil dejar que corran las horas, los días,… La rutina es un potente anestésico, que hace olvidar transitoriamente de algunos de mis deseos, o necesidades… Siempre piensas que habrá un mañana. Luego, surgen los compromisos con otra gente. Así vas tirando, como el juego de la oca, día a día. También podría aprender a decir no. Aún no se decirlo. Quizás, porqué valoro la reciprocidad.

Sin querer te atas, te vas sumergiendo en un circulo que te gusta pero no te llena. No acabo de encajar en mi mundo. Debo de abrirlo aún más, sin cerrar la puerta al actual. Uno tampoco se debe de limitar.  Eso implica romper los miedos, no encasillar, no juzgar a todo el ambiente… Las generalizaciones, suelen ser malas.

Si lo admito, he tenido malas experiencias al ambiente. Se me ve la cara de pardilla, junto mi timidez es una especie de cóctel exótico. Pero una debe aprender a quererse más. La autoestima es el corazón de todo.

Por ahora, la organización de Olagirls me parece muy completa y que tienen en cuenta a personas, que como yo, viajan solas. Me han ido resolviendo las dudas que me surgían, me han animado, proporcionado toda clase de ayudas y sugerencias. Por ahora, les pondría una buena nota.

Esta semana he mirando otra vez las actividades. Casi me estreso, porque quisiera hacerlas todas, todas. ¿Cuáles escojo? Ya me veo haciendo un maratón para hacerlas casi todo. Supongo que sería inviable, no sé. En todo caso, también debo de recordar que son vacaciones y disfrutarlo sin estar pendiente del reloj. Ya estoy harta también, de vivir siendo esclava del señor tiempo.

Y todo ello, con tanta diarrea verbal, me pregunto: ¿qué espero de esta escapada a Calpe? ¿Es bueno tener muchas expectativas? Opino que no. Aún así, no puedo evitar ilusionarme. Cómo ya reflexione en uno de mis relatos, “Almanac de les Il·lusions”, la vida poda las ilusiones, pero una tampoco puede evitar ilusionarse. ¿Y si una ilusión surge, hay que silenciarla?

Es la eterna lucha entre ser excesivamente realista o algo soñador. En esta vida, por si sola, ya te va poniendo los pies al suelo. Quizás, lo más equilibrado es ser optimista realista. Siempre pensamiento positivo. Mi respuesta interna es que mejor no esperar nada. Sólo venir con ganas de vivir lo que la vida me pone en el camino, realizar las actividades que me motivan, de la preciosa playa, del mar, de las olas, del Peñón de Ifach,…

Hoy mi inspiración ha brotado y me he puesto a esculpir este poema. En cierta forma, refleja lo que desearía que fuera la experiencia Olagirls.

Ola bravía, ola de pasiones,

Lléname de gozos, acaríciame el espíritu

Ábreme la ventana de las sensaciones al ritmo del hithop

Guíñame con una preciosa mirada profunda y electrizante

Invítame a visitar tus profundidades y a bailar

Refugiadas en un rincón de la playa

Luna lunera, como cómplice tierna.

Suéltate la melena y vuela libre, como una libélula, por Calpe. 

Ya quedan 19 días para que este en Calpe… Espero, al menos, poder acariciar las estrellas y reír torrencialmente.