JAMÁS VOLVERÁ A SER LO MISMO Capítulo 13 (parte 1, a) (Fanfic de Jasmin y Anni de Guten Zeien, Schlechte Zeiten)
Una pequela parte del capitulo 3, parte 1 Volviendo a casa.
(13)
Los extraños caminos de la vida
PARTE
1, VOLVIENDO A CASA
Dicen que todo tiene su momento, y cuando este llega
una ya lo sabe. Entonces, todas las dudas y los miedos han desaparecido. Te
sientes fuerte y preparada para afrontar un huracán. Estas en aquel punto de tu
vida, que ya sabes que camino escoger y nadie podría hacerte cambiar de
opinión.
Jasmin,
por primera vez en su corta vida, se sentía más segura que nunca y realizada. Había
aprendido a valorarse mejor, a pasar de las opiniones de otros. Lo más valioso
era vivir, porque de vida sólo había una. Se había librado de todos sus miedos,
prejuicios, pensamientos negativos…
-
Me siento como si terminara de nacer, pero mucho más sabia- comento a sus
compañeros del camino de Santiago.
Era
el último día que estarían todos juntos. Pues Vera, más vital que nunca, se iba
el día siguiente. Carlos estaría un par de días más para terminar de
reflexionar. Había optado por no tomar los hábitos. Creía que podría aceptar el
amor de Cristina y seguir conreando su fe.
Estaban
sentados en la plaza del Obratorio viendo la llegada de nuevos pelegrinos.
Se sentían reflejados en sus miradas, llenas de emoción por haberlo conseguido.
El ambiente era precioso, muy vibrante, estimulante y positivo. El sol se ponía
más tarde en aquellas tierras Gallegas, era como si estuvieras en otra
dimensión.
El
murmullo de gente se mezclaba con el cantico de un grupo de Tuneros. Las
campanas de la catedral marcaron que ya eran las nueve de la noche. La
muchedumbre no tenía prisa para irse a cenar. Jasmin cerró los ojos y se sumergió
en aquel momento. Le pareció que incluso le llegaba el olor de incesto de la
misa de los pelegrinos. Le fascinaba aquel aroma.
-
¡Qué pereza marcharme mañana!- exclamo Vera, estirándose al suelo. Había sido
una maravillosa experiencia, pero debía de retomar su vida.
Debía de combatir en una ardua batalla, vencer a
su cáncer. Lucharía con todas sus fuerzas, quería seguir disfrutando de los
pequeños momentos que el destino le regalase.
-
¿Qué harás Jasmin al final?- le pregunto Carlos, intrigado por su decisión.
-
Volveré a Berlín.- suspiro largamente. Necesitaba ver a su madre y hermana. Las
abrazaría fuertemente y les diría cuanto las quería. Katrin no había sido la
mejor madre del mundo, pero una no podía dejar de ser cómo es. Ella tampoco
había sabido ser mejor hija.- Cerrar del todo aspectos de mi pasado. Y luego, a
dedicar el resto de mi vida a los otros. Hay mucho que hacer en este mundo.
-
Estás muy convencida de esto.- remarcó Vera, no disimulando algo de
disconformidad. Y no se contuvo de recordárselo:- ¿Serás capaz de renunciar al
amor de tu vida?
Jasmin
enmudeció. Dicho de aquel modo, sonaba muy demoledor. Ella lo contemplaba des
de otra óptica. Prefería recordarlo como algo bonito, que siempre recordaría.
De hecho, el dolor de su rotura ya no existía. ¿Tenía el derecho, después de
casi un año, de llamar a la puerta de Anni y pedirle otra oportunidad?
-
Vera, para mi es demasiado tarde.- sentencia Jasmin, muy convencida de todos
los argumentos que se daba a sí misma.- No sería justo para ella.
-
¿Pero qué perderías en buscarla cuando llegues a Berlín?- insiste tenaz su
amiga. Carlos se mantiene al margen de la conversación, en el fondo
la comprende.
-
No lo descarto, pero tengo la certeza de qué nuestra historia ya ha pasado.
Somos distintas, siempre lo seremos. Ella es el aire e yo la tierra. Somos como
el agua y el aceite.- se justifica al final la alemana.
-
Seguro que cuando llegue el momento, la tengas ante ti sabrás que hacer-
interviene al final Carlos, intentando animarla.- ¿Vamos a cenar ya?
-
¡Por ganas me comería un bocata aquí!- exclama Vera algo perezosa. Se levanta
primero el seminarista y las ayuda a incorporarse.
-
Mañana compraré un billete de avión para Berlín- decide Jasmin en aquel
instante, sintiendo que aquel era la final de su viaje. Se abrazan para
celebrar aquel paso importante y se dirigen hasta el restaurante de siempre.
Querían
sentarse en una mesita de la calle, pero todas estaban ocupadas. Al final,
entran al interior del pequeño lugar. Por suerte, encuentran un sitio. Viene la
camarera de siempre y le piden varias tapas. Bromea con ellos y se tiene que
ir, porqué está a tope de trabajo. Se respiraba un ambiente muy distendido,
relajado…
La
música del aparato de música se solapaba con las voces y risas de la gente. Pero
un nombre de una cantante paralizo a Jasmin. Con el bullicio ambiental dudo
si lo había escuchado bien, pero pronto sus dudas se despejaron. Una canción empezó a sonar. Aquella voz tan dulce y tierna era inconfundible.
“Jasmin, mi reina del
drama,
Mi chica coqueta y
traviesa
Mi chica alegre y
alocada,
Más tierna que ninguna
Oh, Jasmin cuanto te
amo
Oh, Jasmin cuanto te
extraño”
(...)
Continuará...
Hahaha me dejas picada continuala por favor!! Gracias
ResponderEliminarHola,
ResponderEliminarestos días me pongo en ello. De nada.