Retomando
mi odisea de Olagirls y de mi roadtrip después de unas semanas, intentando que
los recuerdos no se marchiten. Mis ideas danzaban en mi interior tras
despedirme de Calpe y en mis siguientes destinos. Conduciendo sola, escuchando
música y viviendo el momento, la inspiración suele ser fructífera. ¡Qué lástima
que no disponga de un ordenador que escribiera mis pensamientos!
Aún así,
una vez llegue a Grao de Castellón, mi siguiente destino, no hubo espacio para
ponerme a escribir, el cuerpo me pedía reposo. El GPS me había hecho hacer un
tour por toda la ciudad de Castellón y luego estuve un poco de tiempo
intentando aparcar. Deje las maletas y salí a buscar un sitio para cenar.
Suerte que en Grao, en ser una zona de ocio y de puerto, hallar un restaurante
era fácil.
¿Por qué
no escribí a Calpe lo vivido cada día? Quizás, hubiera sido más fácil. Hubiera
sido una misión imposible, porque prácticamente no hubo ningún espacio para el
aburrimiento. Fue una experiencia muy intensa.
Elegí
vivir el momento y la mayoría de actividades que pudiera. A parte, otra
cuestión que me he ido planteando era que contar de lo vivido. ¿Quiero que mi
roadtrip sea como un diario? ¿Hay que contar todo, todo…?
Quizás
algunas cosas se queden en mis recuerdos, aunque hay vivencias difíciles de
plasmar sobre papel. Y termino por concluir, que hay cosas que se queden en
Calpe y mejor no hablar sobre ellas. Igual como dije a alguien de mi familia
hace poco.
Sólo pocos
sabían porqué viajaba a Calpe. No sé si lo he mencionado, pero sigo medio
escondida al tétrico armario. Aunque, me estoy dando cuenta que cada vez voy
estando más a fuera. Sólo me hace un pequeño paso para estar a fuera. Decírselo
a mi padre. El resto no me importa ya tanto.
Mi temor
al rechazo ha sido mi punto de alquiles. Otra loza es la familia. ¿Lo
entenderán mis abuelos y padre? El problema es que me muevo por un mundo rural,
muy cerrado, todo el mundo se conoce y dónde el cotilleo es el pan de cada día.
Aprendes a ser cuidadoso y a guardar tu secreto.
Ya no me
importa lo que los otros piensen de mi, aun así afectaría el rechazo de mi
familia. Sólo necesito no esconderme tanto y ser más yo. Tampoco deseo que mi
vida sea una bandera.
No
pretendía que este relato derivase hasta este asunto tan personal, de todos
modos forma parte de mi experiencia de Olagirls. He conocido a muchas chicas,
de varias edades y lugares. Con algunas he tenido la oportunidad de hablar de
este tema y me han ayudado a darle otro enfoque. Me sentí menos sola. Por eso,
esta entrada a esta dedicada a todas vosotras que me comprendisteis.
Gracias a
todas que me distes consejos, me animasteis a seguir adelante. Jamás hay que
perder las ilusiones, dejar de soñar, nunca hay que perder la fe de encontrar
alguien especial… Gracias Mar por tus palabras.
No me
integre en ningún grupo y me moví bastante libremente. Conocí a mucha gente. A
una francesa que me dio también buenos consejos. A gente de distinta geografía
española. A varias parejas extranjeras, entre ellas unas italianas muy
simpáticas que llevaban 6 años juntas. Casos como ellas te hacen soñar. ¡Qué
lindo es el amor!
Tuve la
oportunidad de cenar al lado de una dj de Holanda, fue genial hablar con ella y
cómo sentía la música. Le gustaba lo que hacía, toda una autodidacta. La música
cómo explosión de colores, vehículos de emociones. Mujeres con mucha energía y
positivismo. Las risas estaban a cada esquina.
Nunca me
olvidare de las organizadoras del evento, que siempre estaban al pie del cañón
formando parte de la gran fiesta. Cristina que conocí ya al viernes, a pesar de
estar atareada a tope me vino a saludar. ¡Qué vergüenza pase! Por unos
instantes, pude sentirme como si fuera muy famosa. Aún así, prefiero seguir
pisando el suelo de los mortales. A fin de cuentas, la fama es transitoria.
A Cristina
me la cruce infinitas veces. Siempre cercana y simpática. También conocí a
Jennifer y Clara que siempre estuvieron allí para responderme a todas mis
dudas. Encantadoras. Y como no, a Lucia la coordinadora del fútbol también. A
tantas otras de la organización, que siempre estaban allí para ayudarte.
Llegue a
conocer a la maravillosa escritora que es Ficción Panadera, fue un placer
hablar con ella sobre el hecho de escribir. El placer de hacerlo y poder
liberador que tiene.
Fue un fin
de semana de risas, de nuevas experiencias, de sensaciones y miradas cálidas.
Eso me invoca al maravilloso recital de poesía que tuvo lugar al sábado por la
tarde, al Hotel Diamante.
La intensa
tarde, que pretendía ser un maratón de actividades y sólo estuve en zona
chillout gozando con la sangría, pero algo me hizo ir al recital poético. Lo
ofrecía Victoria Ash, que presentaba su libro: “La culpa es de las musas”.
No sabía
si me daría tiempo quedarme hasta al final, porqué había quedado para ir al
hotel para cambiarme para la cena. Fue la mejor elección que pude haber hecho.
Victoria
es una excelente oradora y cuentacuentos. Su voz, su mirada cálida me engullo,
me hizo olvidar del tiempo. Sus poemas profundos, sus letras te hacen vibrar y
te comunican tanto. Te sumerges en su mundo, el cual también puede tener
coincidencias con tu vida. Y cierto es, lo importante siempre está debajo de la
piel.
Le compré
el libro y me lo dedico. Aún tengo de decirle que me encanto lo que escribió:
ojala encuentre a una musa de las buenas, que no aparezca en mi existencia para
hundirla.
Y de
miradas cálidas vi alguna. Siempre hay alguien que te llega más al corazón. Y
te hubiera gustado seguir en contacto. Pero preferí dejar volar el cometa. Ella
no me pidió móvil ni mail. Me dijeron que cuando el amor llega a tu vida, y
eres correspondida, lo sabes. Por eso no me extrañó nada.
Me llevo un
pequeño tesoro, inesperado. La dulzura de los pequeños detalles,
indescriptible. Me hizo volar como un cometa. Algo para añadir a mi baúl de los
recuerdos.
La
divertida pool party, disfrutando de la fresca agua. Pelota va y pelota viene.
La melódica voz de la cantante, cuyo nombre no recuerdo, te anestesiaba. Por
unos instantes, podrías soñar despierta que estabas en una fiesta americana.
Hubo un momento de clímax, de éxtasis. Un baile acuático, un cántico orgullo de
ser como somos.
Y llega el
momento de las despedidas, este cuento se ha terminado. Una vuelve a recorrer los
senderos de siempre, pensando que fácil era todo en Calpe.
Sólo hacía
falta mirar las muñecas de las chicas para saber si eran, o no lesbianas. Carezco
de radar lésbico. Y el espíritu festivo y lúdico estaba en cada esquina. En
la vida real las cosas no suele ser así. Dicen que este mundo, o viña del
señor, hay de todo. Gente buena, gente mala, antipática, simpática, cerrada y
otros más abiertos…
No todo mundo,
empezando por yo, no proclama a los cuatro vientos que se es lesbiana (al menos
por donde vivo)… No me imagino ligando en la calle (cómo en un relato cuento).
Y a veces, el ambiente de las grandes urbes es tan cerrado, que si vas sola te
miran con malos ojos.
Igual que
la serie: “The L Word”, ¿refleja la realidad lésbica? Según una chica que
conocí no. Y creó que tiene razón. Cada cual con sus realidades particulares.
No quiero
ser pájaro de mal agüero, solo era una reflexión. Fue una gran experiencia,
como un sueño de verano. Muy positiva. Me llevo conmigo buenos consejos,
contenta de mi misma por ser como soy. ¿Qué más puedo pedir?
Hasta
pronto Olagirls, a ver si el año que viene puedo asistir. Poder disfrutar de lo
que me perdí. Había tantas buenas ofertas de actividades, que no me pude clonar
para estar a todas. ¡Qué pena! Pero no me arrepiento de las que escogí.
Gracias Olagirls por todo
lo que me habéis dado.
Hola He leído tu Blog y me ha gustado mucho ,me ha parecido una forma de escribir muy sincera y con un toque muy especial a la hora de describir lo que te iba sucediendo,espero seguir leyendo cosas en tu blog,gracias por compartirlo ,un abrazo y muchísima suerte .
ResponderEliminarHola,
ResponderEliminarmuchas gracias por dejar tu comentario. Creo que si se habla de cosas que conoces, has vivido es más fácil. Lo he vivido con entusiasmo, y lo expuesto es lo que siempre recordaré... si mi memoria se marchita siempre podre leer que fue esta experiencia.
Es placer saber que se me lee y gusta algo lo que escribo. Un abrazo para ti y mucha suerte para ti.