Ola, Ola…
Vuelvo a estar aquí, quizás cuando cuelgue la quinta entrega este ya en Calpe
(eso si consigo conectarme a internet). No sé si tendré tiempo de compartir mi
experiencia día a día…
A parte,
mi intención es desconectar un poco del mundo de las charchas sociales,
ordenador, internet... etc. Si puedo ya intentaré narrar a diario mis
vivencias.
He salido
a las 9:30H de casa y ha sido un viaje tranquilo. Cogiendo la autopista es un
gozo. El GPS se ha portado bien, aunque ha habido un momento de descontrol.
Seguramente ha sido yo que ha tocado lo que no debía, pero como tenía el destino
guardado no ha sido problema.
Me lo he
pasado teta conduciendo. El paisaje precioso. Hay muchos contrastes entre
regiones. Des de las tierras áridas de la provincia de Lleida (y sus campos ya
amarillentos), los viñedos, bosques y montes verdosos de la provincia de
Tarragona. He visto de lejos ya la mar mediterránea.
A las 12H,
como señalaba el GPS, ya he llegado a Peñíscola. He ido a dejar la maleta al
hotel y me he quedado allí a comer. A las tres ya salía a explorar la ciudad.
El sol ardía. La playa ya había gente bañándose, me han dado una envidia sana.
A lo lejos
de la playa, luce regio el castillo de Papa Luna. Me ido a tomar un cortado con
hielo y he seguido paseando, intentando evitar el sol. Las calles, las casas
(pintadas todas de color blanco, con matices azules, con flores…) me han
recordado algo al pueblo de Cadaques (Provincia de Girona, Cataluña)… Esta muy
bien arreglado.
No había
mucha gente paseando a aquellas horas. Puede que por la hora, o quizás al ser
el principio de temporada no hay tanta muchedumbre. Aún así se nota que es una
ciudad turística.
La mar
estaba muy calmada. Si te parabas, podías escuchar su oleaje. Incluso podías
escuchas el cantico de las aves, la música de la suave brisa, el murmullo
atenuado de la gente anónima. Palpas el aquí y ahora, sin presiones de tiempo
ni los pensamientos recurrentes.
He entrado
al castillo de Papa Luna. Solo hay espacios vacios. La iglesia sencilla. Una
sala como de conferencias habilitada por actos. Hoy mismo hacían un concierto
de música. Muchas buenas vistas, de la
mar y de las dos playas.
Más tarde
me he perdido por el casco antiguo, en sus calles sinuosas, empinadas, alguna
callejuela sin salida…, en sus miradores. Me faltaba por ver el jardín de la
Artillería. Pero yo había entendido que era un museo. Y la gente me guio hasta
museo del Mar. Pero al mirar entrada, he visto que se trataba de un jardín… ja,
ja…
He vuelto
a subir las empinadas calles hasta el castillo y allí he resuelto el enigma. El
jardín de la Artillería esta al pie del imponente edificio, ya lo había visto
des de su azotea. He ido bajando en calma y allí me he tenido una grata
sorpresa. Allí hay un refugio de aves: búhos, halcones. Había dos personas que
los cuidan. Los liberan brevemente, porque vuelen y les dan comida.
En el
parque había poca gente. Me he sentado y concentrado en el aquí y ahora. Es
fácil dejarse ir. Para mí son pequeños momentos de plenitud, que no se pueden
describir con palabras. Nada importa, todo se ve muy sencillo.
Al bajar,
he pasado por la otra playa de la ciudad y he cogido un par de pechinas
(medianas). Y me he tomado un helado. Ya no hacía tanto calor. Apetece andar
más a partir de las 18H. ¿Dejaré algún día der ser una inconsciente? Pero me
encanta, pasear sin que haya mucha gente. A parte, cuando viajo me gusta
aprovechar el tiempo al máximo.
He llegado
pronto al hotel, para guardar energías por lo que me espera por Calpe.
Pensarlo… se me sigue poniendo un nudo al estomago. En fin, intentaré aplicarme
lo que a veces me digo en el trabajo: “paso a paso. Si vas pensando en lo que
te queda, en lo que puede ser malo.”
Peñíscola,
me ha gustado. Me faltaría por ver el parque natural de Insta. Pero ya estoy
satisfecha de lo que he visto esta tarde. Es una ciudad con historia, muy
encarada hacia el turismo. Muchos suvenires, restaurantes, sitios con buena
pinta para ir de copas (tipo chillout), por ganas ya iría hoy…
Sólo faltan
unas horitas… Me llevo la brisa, la armonía de sus calles, la entrada al
castillo y jardín, que parecen postales. En lugar de 2 entradas convencionales,
eran como dos postales que uno puede enviar. Original, ecológico…
Buenas
noches y buenos días. Mañana será buen día Calpe!!!
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