JAMÁS VOLVERÁ A SER LO MISMO Capítulo 20- Parte 2(Fanfic de Jasmin y Anni de Guten Zeien, Schlechte Zeiten)
Ante todo, siento haber tardado tanto en continuar mi fic. Gràcias a tod@s los que me leís y vuestra infinita paciéncia. Me ha costado vovler lo admito. Escribi la trajedia inspirada por unos hechos que me tocaron de cerca. Luego no me apetecia hablar de cosas tristes. A parte, me costo despedirme del personaje de Marisa.
Y aqui esta una pequeña parte de mi fanfic.
(2)
Martín
y Gisela se discutían en medio de un pasillo de urgencias. Su tono de voz era
estridente, obligando a un celador a intervenir. La situación nada cómica, se
volvió más tensa cuando entro en escena Katrin. Los miro a los dos y su mirada
se dulcifico en ver al cuñado de su hija. Ignoro literalmente a la novia de
Anni.
-
Martín, no tengo palabras.- le dijo, a la vez que se le acerco y lo abrazo.-
¡La vida es tan injusta! Marisa era una gran persona.
-
Sí, lo era. ¿Por qué tuvo de sufrir tanto en vida?
Gisela,
aprovecho aquella ocasión para ir hacia el box de su pareja. Tenía el corazón
en un puño. Jamás se había sentido tan vulnerable y perdida. Llego a su
destino. Puso una mano en el borde de la puerta. Dudo en entrar. La verdad le
atormentaba. La muerte de Marisa, significaba muchos cambios y sabía que
también le afectaría. No se podría engañar más, Anni jamás la volvería a amar.
Su alma se había oscurecido, pensando que su amor haría florecer flores en un
árido jardín.
Estuvo
a unos segundos de huir y dejar libre al amor de su vida. Pero una enfermera
que salía lo evito. Accedió y sus ojos se cruzaron de inmediato con los ojos
carbón, muy ausentes, de Anni. Su dolor le helo. Se le acercó y la estrecho
entre sus brazos. No fue correspondida.
-
¡No pude hacer nada!- no paraba de repetir.- ¡Lo siento Jasmin!
Gisela
en percatarse de su estado de confusión, se separo bruscamente. No supo cómo
reaccionar. Se acordó de su ex y suavizo sus emociones. Debía de ser adulta y
actuar en consecuencia.
-
Anni, soy Gisela.- le cogió de la mano esperando no ser rechazada.
-
¡Vete! ¡No quiero ver a nadie!- le pidió Anni, no ocultando su decepción.
-
Como quieras.- no queriendo llevarle la contraria o insistir. Comprendió que
necesitaba estar sola. Se dirigió la puerta, sintiéndose derrotada. Puso la
mano en la puerta, algo indecisa.- ¿Necesitas algo?
No
obtuvo respuesta, solo un pesado silencio. Abrió la puerta lentamente, no
resignándose a irse. Sólo cuando estaba cerrando la puerta la cantante se digno
a hablar.
-
Gisela, has sido mi primer gran amor. Jamás te olvidaré. Aún así, las dos
sabemos que no se puede regresar al pasado.- lo dijo con una serenidad tan
aplastante, que la dejo sin aliento. ¿De dónde había salido su repentina
entereza?
La
psicóloga tenía dos opciones, entrar o salir. Opto por quedarse. La miró a los
ojos, afrontando aquella verdad. Anni le mantuvo la mirada, de forma estoica.
Quizás se había precipitado y hecho bien en hacer caso de una voz que salió en
el más profundo de su ser. De una voz muy familiar, que le heló la piel. Le
recordaba tanto a la de Marisa. ¿Podía ser ella? Se sacó esa idea loca de la
cabeza. De todos modos, hizo caso de su consejo.
-
Mira, soy consciente de qué nuestra relación no funciona. Y… y en parte es por
mi culpa, de mis celos. Puedo cambiar. Debo de confiar más en ti.- reconoció
Gisela con infinita ternura y de todo corazón.
-
¡Por favor, dejemos de buscar culpables de nuestro fracaso! Las dos, en el
fondo, tenemos la culpa. Odio serte cruelmente sincera. Ya no te quiero, no de
la forma que te mereces o deseas.- se sincero totalmente, sin guardar ninguna
migaja de su realidad. En todo momento, tuvo la sensación de qué la mujer de
Jasmin le estaba susurrando cada palabra.
-
¿Cómo lo puedes tener tan claro?- sólo fue capaz de decir su pareja.
-
Puede que sea la tragedia, he estado a punto de morir. Y eso hacer ver la vida
de otro modo, a apreciar más el tiempo. No me siento llena.
-
La felicidad llena es una utopía.- dijo Gisela riendo sarcásticamente.- Vamos a
desnudar más la realidad. Lo que te motiva es la perspectiva de tener otra vez
Jasmin para ti.
-
¡Piensa lo que quieras! Sólo sé que ya no te quiero.- le reafirmó Anni, no
evitando sus ojos flameantes de ira. No deseaba aquel final, pero en parte era
obvio.- Las dos merecemos más, ¿no te parece?
-
En fin, como veo que lo tienes muy claro no hay más a decir.- cogió de nuevo la
bolsa para irse. No disimuló su tristeza.- Adiós para siempre.
-
¿Ven, te vas a ir sin darme ningún abrazo?- le exigió, intentando suavizar la
despedida. La psicóloga se la quedo mirando algo incrédula. Se sentía frágil y
no quería que la viese tan desvalida. Aún así, al final se le acerco y se
fundieron en un profundo abrazo paliativo. Las dos se sintieron algo mejor.
Jamás se debía desestimar el poderoso efecto de aquel simple gesto.- Cuídate
mucho.
-
Igualmente. Aunque me joda, no desaproveches esa nueva oportunidad con Jasmin.-
le aconsejó, siendo un gran regalo de amor. Dejándola volar sin hacerla sentir
culpable. Se giró y se marcho rápidamente, tratando de evitar llorar hasta que
estuviera lejos de la cantante.
Anni dejo salir las emociones contenidas y los ojos se le mojaron. Un día demasiado intenso. Había tomado una
decisión muy trascendental en su vida. Había otra pregunta a responder, que no
había quedado lapidada entre la runa del edificio de las oficinas de Calidad de
vida. ¿Sería capaz?
para cuando sigues??
ResponderEliminarmas porfavoooor :(
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